Moab es la capital del condado de Grand, Estado de Utah, Estados Unidos. Se encuentra a 374 km. al sureste de Salt Lake City y a 569 km. al oeste de Denver, junto a la autopista Interestatal 70, en el cruce de las autopistas U.S. Route 191 y la estatal State Route 128.
A Moab llega todos los años un gran número de turistas, sobre todo para visitar el Parque Nacional de Arches y los cercanos parques nacionales Canyonlands. La ciudad es famosa por los usuarios de bicicletas de montaña, que acuden a practicar el ciclismo en Slickrock Trail, y los todoterrenos que participan en el torneo anual Moab Jeep Safari.
Esta ciudad, habitada por apenas 8,000 habitantes, aloja cada año a muchos turistas que buscan disfrutar el terreno desértico que la rodea. La ciudad en sí no ofrece atractivo alguno, sin embargo, unos cuantos hoteles, bares y restaurantes brindan servicio y hospedaje suficientes a una gran cantidad de personas.
Con temperaturas que van desde -15º C en invierno hasta 45º C en verano y con un clima seco, esta localidad en Utah es excelente para practicar ciclismo de montaña, caminatas, viajes en vehículos 4×4, descenso de rio o simplemente para admirar el paisaje. Sus alrededores han sido locaciones para numerosas películas y comerciales, en especial los clásicos “westerns”.
A los pies de Moab existen dos de los parques nacionales más hermosos de los Estados Unidos; Canyonlands, cuyos paisajes coloridos son delineados por numerosos cañones y mesetas, y Arches Parks, que alberga más de 2,000 arcos naturales de piedra arenisca.
Arches Park
Este lugar fue nombrado parque nacional en 1971 y en la última década es visitada por más de 700,000 personas cada año. Su mayor atractivo son los arcos naturales creados por la erosión eólica que han sufrido enormes monolitos de piedra. Dentro del parque pueden realizarse distintas actividades como caminatas, campismo y paseos en bicicleta. Aparte de los arcos existen otras formaciones geológicas de gran atractivo para quien las visita. Pilares de piedra, paredes con extrañas formas, posas de agua y un paisaje desértico, son elementos muy diferentes a lo que se puede ver en el resto del mundo. Algunos de los elementos más icónicos del parque son las llamadas “Balanced Rock”, una enorme piedra que se sostiene con una pequeña base a más de 17 metros del piso; el “Delicate Arch”, cuya forma se ha vuelto símbolo del estado de Utah, tiene 16 metros de altura y es uno de los arcos más fotografiados de todo el parque. La luz del atardecer mejora aún más la vista de este formación natural; “Landscape Arch” el más largo de los arcos en todo el parque y en el mundo, con 85 metros de largo.
Canyonlands
Con una extensión mayor a 1,300 km2 , su planicie fue erosionada por el “Colorado River” y el “Green River” formando los impresionantes cañones. La mejor vista de todo el parque se encuentra desde un punto llamado “Island in the Sky” a 305 metros por encima de la planicie. Los atardeceres son espectaculares desde este punto, la extensa superficie árida se muestra perforada por los cañones que se ven adornados al fondo por la sierra montañosa de “La Sal”.
Con suerte, la luna complementa la escena de contrastes entre el anaranjado de la piedra arenisca y el azul del cielo separado en invierno por la nieve de las montañas.
Este parque también alberga algunos arcos. Entre ellos, el más reconocido es el “Mesa Arch”, aunque su tamaño es mucho menor a los demás ya mencionados, sirve de ventana a una bella vista de Buck Canyon. Usualmente el amanecer provee la mejor luz en este punto.
Ancestralmente esta zona fue el hogar de indios nativos, quizá de las tribus de los Fremont, Los Pueblo o los Ute, de quienes solo quedan como vestigio petroglifos y pequeñas construcciones de roca y barro, más algunas pinturas que datan del año 2000 A.C. y que se presume fueron realizadas por cazadores y recolectores.
La enorme extensión de los dos parques y la gran cantidad de cosas que pueden hacerse en esta ciudad, dejan a veces cada punto de interés muy lejos del otro, se necesitaría casi toda una vida para visitarlos por completo y admirar su belleza.
Sin embargo, aunque solo quede de pasada, vale la pena desviarse a cualquiera de los parques y contemplar la maravillosa e imponente magnitud de sus atractivos naturales, rodeados por la belleza escénica de uno de los desiertos más bellos del mundo, que se ilumina de rojos bermejos y magentas cuando comienzan a oírse centenares de especies que van hacia sus refugios, señal inequívoca de que ya se acerca el atardecer.
Utah es sin duda alguna uno de los estados más inertes de los Estados Unidos; De momento se extrañan los grandes rascacielos por doquier, pero esto se compensa con su riqueza natural y sus parques nacionales, una de las mejores razones para visitarlo y disfrutarlo.
Más información: Discover Moab
