Playa, sol, samba, buena comida, fútbol, así como gente amable y hospitalaria, son algunas de las cualidades que reúne una de las ciudades más cosmopolitas y modernas de Brasil: Río de Janeiro, lugar que a principios de febrero, se llena de los ecos de tamboriles, surdos, panderetas y cuícas para celebrar su Carnaval, ante la mirada vigilante del Cristo Redentor.
Durante 4 días, los cariocas salen a las calles para demostrar con disfraces, colores y alegorías, su alegría, apasionamiento y corazón mediante innumerables escuelas de samba que desfilan por el tradicional “Sambódromo”, creado por el arquitecto Oscar Niemeyer hace 21 años.
Ríos de color en el Carnaval de Río
A Río de Janeiro se le conoce también como la “cuna del samba”, gracias a compositores como Noel Rosa, Tom Jobim y Chico Buarque, quienes hicieron de este ritmo uno de los pilares de la cultura brasilera.
De la difusión de esta música nacieron en los morros o cerros, grupos de sambistas, mismos que crearon las “escolas de samba”, las cuales con sus originales creaciones, dan vida cada año al Carnaval.
Este evento reúne en torno del frenético ritmo de las baterías y de la exuberancia de los carros alegóricos de las Escuelas de Samba, a decenas de miles de personas de todas las clases sociales, que durante cuatro días desfilan con sus deslumbrantes disfraces.
Durante más de una hora, cada organización desfila mostrando a los asistentes al “Sambódromo”, la creatividad de sus artesanos. Los más importantes son los “carnavalescos”, una categoría de profesionales muy capaces, extremadamente creativos y bien remunerados, quienes se dedican a imaginar y concebir el desfile; estos personajes, son asesorados por un grupo de músicos, letristas, investigadores, coreógrafos y dibujantes, además de técnicos y ejecutantes.
Escolas de Samba
Los miles de integrantes que conforman las Escuelas de Samba que desfilan en el “Sambódromo”, son quienes realmente dan vida al Carnaval de Río de Janeiro. Para quien participa, este evento es casi una religión.
Las escuelas de Samba del Grupo Especial, son el punto central del Carnaval. Siete escuelas desfilan el domingo y siete el lunes. Este grupo, se destaca por su magnificencia y lujo, contando con la participación de artistas famosos y conocidas personalidades brasileñas.
Los Grupos de Samba A y B, están afiliadas a la Asociación de Escuelas de Samba de la Ciudad de Río de Janeiro y forman parte del llamado Grupo de Acceso. Son 10 agremiaciones del Grupo A que desfilan el sábado y 12 del Grupo B que lo hacen el martes.
Existen Escuelas de Samba Infantiles, las cuales escogen a sus integrantes entre alumnos de escuelas públicas, de acuerdo con su desempeño en las aulas. Desfilan en la Pasarela Profesor Darcy Ribeiro, el viernes de Carnaval.
Las Escuelas Campeonas son siete planteles que desfilan el sábado de las Campeonas, que es el primer sábado después del Carnaval.
El mayor contingente lo conforman las Escuelas de Samba, creadas a fines de la década de 1920, y actualmente constituyen la mayor atracción del Carnaval carioca con sus pasistas, su tema de samba y una coreografía digna de una pieza teatral.
Cada Escola va acompañada de una Batería, conjunto de músicos percusionistas que dan el ritmo a la marcha de la escuela; muy cerca de ellos van los Pasistas, que como su nombre lo indica, son quienes con sus pasos de malabaristas, se transforman durante el desfile en verdaderos bailarines del samba.
Bahía de Guanabara
Desde su fundación, durante los primeros años de la colonia, Río de Janeiro tuvo un papel importante en la vida política brasileña.
Fue la capital del país por un periodo de casi 200 años, desde mediados del siglo XVIII (1762) hasta 1960. En 1808, vio llegar a la familia real, que dejaba Portugal tras la invasión de Napoleón un año antes y elegía Río como destino del Imperio.
Durante 80 años, albergó a los emperadores de Brasil, desde la Independencia hasta la proclamación de la República, en 1889. También fue sede del gobierno durante la mayor parte del período republicano.
Es por ello que Río de Janeiro presenta numerosas construcciones y museos que revelan no sólo su historia sino la de todo el país.
Imponentes edificios erigidos durante el siglo XVIII, atesoran valiosos acervos relacionados con la historia, el arte y las ciencias naturales.
Los monumentos arquitectónicos, antiguos o contemporáneos, dan muestra de su importancia política, económica y cultural: los Arcos de Lapa al estadio del Maracana, las iglesias barrocas ricamente adornadas y la moderna Catedral, el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno, son sólo algunos ejemplos que podrá admirar durante su estadía.
Pero también Río es modernidad: el art déco de fachadas residenciales bastante preservadas, la arquitectura modernista de los años 50, dan cuenta de su propia historia.
Más que samba
Río de Janeiro es famoso también por sus extraordinarias playas, de fina y suave arena, en las cuales el visitante puede caminar tranquilamente, andar en bicicleta, o bien admirar una espléndida puesta de sol en compañía de la pareja, refrescándose con agua de coco o una bebida fría.
Dominando la Bahía se encuentra el Cristo Redentor del Corcovado, el cual mira con sus ojos expectantes a los turistas que visitan estas latitudes. Un poco más elevado se encuentra el Pão de Açúcar (Pan de Azucar), al cual se puede llegar gracias a un bondinho (vagón de ferrocarril), teleférico panorámico que ofrece una de las más bellas vistas de la ciudad.
Los Museos reflejan la cara imperial de Río y de la mayor parte del período republicano. En ellos, se exhiben colecciones privadas como las de la Fundación Eva Klabin Rapaport y del Museo Chácara do Céu; al igual que piezas valiosísimas para la historia de Brasil como en el Museo Histórico Nacional, el Museo de la República y el Museo Histórico y Diplomático.
En cuanto al arte, existen grandes colecciones de los más diversos temas, como las del Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno y de Arte Naïf. También existe lugar para la ciencia y la historia natural en el Museo Nacional, el Museo Aeroespacial y el Museo de Astronomía y para la cultura y la antropología en el Museo del Indio y en la Casa do Portal.
Algunas de las construcciones civiles que vale la pena visitar, son el Palacio de la Ilha Fiscal, construcción de estilo gótico de finales del siglo XIX con bellos vitrales, trabajos en mampostería, ricos detalles arquitectónicos y que es un lugar muy especial para los brasileños: aquí se realizó el Baile de la Ilha Fiscal, la última fiesta en la que participó la familia real antes de ser depuesta y de la consiguiente declaración de la República Federativa de Brasil.
El Teatro Municipal data de 1909 y esta inspirado en la Ópera de París; en su interior se encuentran pinturas del artista italiano Eliseu Visconti, vitrales, esculturas y ricos adornos.
En la Plaza XV de Noviembre se encuentra el Paço Imperial, que sirvió de residencia para la familia real y que hoy alberga un centro cultural. Se encuentra al lado del Arco do Teles, del siglo XVIII y del Convento de las Carmelitas.
La Confitería Colombo, inaugurada a finales del siglo XIX, conserva el encanto de la época con su estilo art nouveau, espejos belgas, mostradores de mármol y mobiliario antiguo hecho de jacarandá; fue sitio de reunión de importantes personalidades del arte y la política de Brasil, como el presidente Getúlio Vargas y el compositor Héctor Villa Lobos.
Para quienes gustan del arte sacro, existen innumerables iglesias en Río de Janeiro, como la de San Francisco de la Penitencia, el Monasterio de San Benito, la Catedral Metropolitana, la de Nuestra Señora da Candelária o la de Glória do Outeiro, que resguardan tallas revestidas de oro y hermosas pinturas de autores diversos.
Para los amantes de la naturaleza, un paseo por el Jardín Botánico es la opción. Aquí conviven cientos de especies vegetales, tanto tropicales como de otro tipo de clima, lo cual brindará una experiencia gratificante respirando aire puro, al abrigo de una agradable sombra.
También puede rentar una bicicleta o caminar por la orilla del Lago Rodrigo de Freitas, magnifico espejo de agua rodeado de montañas, que tiene un área muy bien equipada para pasar un día con la familia, así como kioscos donde degustar comidas y bebidas.
Si quiere algo más agreste, entonces tome su mochila y vaya a Foresta da Tijuca, zona boscosa tropical que se ubica al sur de Río de Janeiro y en cuyo interior encontrará además de una gran variedad de fauna, cataratas y cascadas… dentro del área urbana.
Cómo llegar: Río de Janeiro se encuentra a 1,150 kilómetros de Brasilia y a 420 de Sao Paulo. La ciudad cuenta con un enorme y moderno Aeropuerto Internacional que recibe vuelos de todas las partes de Brasil y del mundo. En sus terminales de autobuses, encontrará transporte para cualquier ciudad brasileña.
Clima: Durante el verano (de diciembre a marzo), el clima es cálido y húmedo. Es el período de mayores precipitaciones. Durante el invierno la temperatura desciende pero el clima continúa siendo agradable. El promedio anual de temperatura es superior a los 20º C.
Más información: https://www.riocarnaval.org/es/