Los días previos a la Cuaresma el mundo entero celebra los locos días de Carnaval. Es el efímero triunfo de don Carnal sobre doña Cuaresma, que se enseñorea durante 40 días hasta llegar a Semana Santa. Algunos carnavales han alcanzado fama mundial, como los de Río de Janeiro o Nueva Orleáns. También en España los hay muy animados y populares como el de Cádiz, Tenerife o Sitges, meca de la comunidad LGBT.
En la temporada de carnavales, las calles se llenan de disfraces, de bailes y de fiestas, la mejor manera de aislarse del mundo y olvidar la crisis y el frío de estos días. Te presentamos algunas opciones por si quieres escaparte unos días a bailar, cantar y disfrutar. No te olvides del disfraz.
Santa Cruz de Tenerife, Cádiz y Sitges
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife está reconocido desde hace muchas décadas como uno de los mejores del mundo, al mismo nivel que el de Río o el de Venecia, de hecho, está hermanada con la ciudad de Río de Janeiro por esta razón y ostenta, junto con el Carnaval de Cádiz, la máxima consideración para fiestas que concede el ministerio con competencias en turismo en España. Cada año recibe un millón de personas que cada día salen disfrazados a la calle a disfrutar de murgas, comparsas, grupos de disfraces, rondallas y agrupaciones musicales, buen clima, playa y fiesta en la calle.
El Carnaval de Cádiz es, probablemente, el más antiguo de España, con sus inicios en el siglo XVI, y sin duda uno de los más divertidos, gracias a sus populares chirigotas, composiciones musicales en tono burlesco, que animan mucho al carnaval. La fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional. Aquí si es obligado disfrazarse, de forma individual, en pareja o en grupo, hay que lucir el disfraz al menos el primer sábado y durante las cabalgatas. Y al terminar se celebra el Entierro de la Sardina, el miércoles siguiente.
En tanto, el Carnaval de Sitges se ha convertido en un punto culminante en el calendario internacional de gays y lesbianas. La fiesta comienza con la llegada del rey del Carnaval en La Fragata y se prolonga que, después de celebrar los funerales del “Rey”, cuando se le entierra en la playa de Les Barques. Entre medio, dos citas: el domingo, la Rua de la Disbauxa (el desfile del libertinaje), con unas 50 carrozas y más de 3 mil participantes disfrazados, recorriendo el centro de la villa, y el martes, la Rua de l’Extermini (el desfile del exterminio), generalmente lleno de drag queens al borde de la locura. Dos cabalgatas con seducción en estado puro.
La magia de Venecia
El Carnaval de Venecia, cuyos orígenes se remontan al siglo XI aunque se consolidaría en el XIII, tiene personalidad y magia propia y va más allá de la imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad y se desparrama por las calles. En sus comienzos, el carnaval duraba hasta tres meses y era la época en que todo estaba permitido. Las máscaras y los disfraces juegan un papel clave en este mundo anónimo, donde las divisiones de clases parecen desaparecer, donde mágicamente todos se vuelven iguales. Las máscaras son de dos tipos: la Bauta, que cubre todo el rostro a excepción de la boca, y el Volto, máscara común utilizada durante siglos.
Regocijo en Rio de Janeiro
El Carnaval de Rio es la fiesta pública más grande y más famosa del planeta. El espíritu de la legendaria samba brasileña se siente en cada rincón de la ciudad. La apoteosis del Carnaval de Río es, sin lugar a dudas, el desfile de las Escuelas de Samba por el sambódromo, un fantástico espectáculo donde la riqueza de la música y la belleza rítmica de los participantes se mezcla con el lujo de los trajes y el esplendor de la decoración de las carrozas.
Mardi Gras en Nueva Orleáns
También conocido como el martes de carnaval, en francés Mardi Gras significa «Martes de grasa». Mientras en otros carnavales la gente se disfraza, la gente de Nueva Orleáns se emborracha y se desnuda en una celebración de su herencia criolla. Las celebraciones se inician desde muy temprano el día de Mardi Gras. En el distrito de Uptown, el desfile de Zulu pasa primero seguido por el desfile de Rex; ambos terminan en la calle Canal. Varias peñas, que cuentan con pocos miembros, organizan carrozas que le siguen al desfile de Rex. Algunas otras peñas organizan marchas y eventos pequeños, como los Pair-o-Dice Tumblers que van de un bar a otro durante todo el día.
Carnaval de Trinidad y Tobago
Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando fue traído a la isla por los colonizadores franceses. Soca, limbo, Calipso y un montón de Ron: el espíritu del Caribe se siente en esta isla frente a la costa de Venezuela. La gente maquillada y disfrazada baja a las calles para bailar y cantar sátiras humorísticas. Los carros adornados desfilan en una ciudad que sólo vive al ritmo de las steelbands, bandas de música ruidosas compuestas de tambores reutilizados (barriles de petróleo).
Fiesta boliviana en Oruro
El Carnaval de Oruro es la fiesta tradicional más espectacular y famosa de Bolivia. Comienza el sábado anterior al Miércoles de Ceniza con la Entrada, un desfile encabezado por el personaje del arcángel San Miguel, vestido con ropas brillantes. Detrás vienen, bailando, los de los diablos más famosos, con una legión de osos y cóndores. El sábado en la mañana se da inicio a la fastuosa Entrada del Carnaval de Oruro. La riqueza en vestimenta y coreografía de esta entrada es considerada como la de mayor del mundo en espectáculos de este tipo.