Las costas del Pacífico mexicano son excepcionales, especialmente las de Jalisco y muy en particular las de Nayarit. Poseen un sinfín de playas vírgenes, bellos escenarios naturales por aquí y más allá, cual salpicados por paisajes marítimos de enorme belleza. En ellos surgen hoteles boutique como Casa de Mita que le hacen honor a su categoría al concentrar en un pequeño espacio todo el lujo y el servicio que caracteriza a esa tierra y en sí, a México y su gente.
Antes se le conocía como casa Las Brisas, con apenas 6 habitaciones y ubicada más bien hacia el norte de Puerto Vallarta, precisamente en Punta Mita, específicamente en la llamada Playa Careyeros.
Casa de Mita es hoy un paraíso al que se entra a través de una puerta larda que contiene mágicos sueños y experiencias inolvidables; diseñada y operada por Marc Lindskog.
Ante tus ojos, desde el balcón privado de tu suite, es fácil sorprenderse con el paso de ballenas y delfines, pero es más fácil aún quedar enamorado de por vida de este paraíso del Pacífico mexicano.
La piscina, de una forma singular, guarda en sus alrededores y en ella misma una magia que atrapa, que no nos permite desprendernos de sus frescas aguas que nos alivian del sol que cae a plomo; en ella, recostados en sus asoleaderos acuáticos, la piel se torna cobriza, de un dorado de atractivos matices que brillan en las noches de luna o bajo las tenues lámparas de todo el pequeño complejo.
Los patios y salas son el sitio ideal para pasar una tarde tranquila leyendo o tomando un refrescante cóctel al atardecer.
La arquitectura puede todo, menos negar que es 100% vallartense, el blanco de sus muros estucados con maestría reflejan el sol y la sombra de los gráciles cuerpos de los huéspedes; a tus pies, notarás que el piso es de un diseño en verdad atractivo y singular, de un mosaico que facilita la frescura de los abanicos y colores combinados que emulan al mar.
Toda la cancelería principal está hecha en madera de guayabo. Los espacios interiores son sencillos y elegantes, con armarios, cabeceras y puertas de madera tallada de Michoacán que le dan un toque de rústica elegancia.
En las habitaciones, los baños son materia aparte para destacar, con espaciosos entornos son una obra de arte con sus pisos pintados a mano. Aquí y allá se ven obras de arte originales, todo decorado con una sensibilidad propia de sus propietarios, que ha vaciado en cada cuarto anhelos de crear obras maestras.
Y qué decir de la cocina, ya de por sí rica y exótica en Vallarta. En Casa de Mita es una pasión cada platillo, de los muchos que el chef reza en persona ante el huésped explicando su sabor y esencia misma.
Aún siendo de categoría boutique, en esta casa frente al mar hay de todo, aún para los más aventurados, para aquellos que no sólo buscan el descanso sino descargar su adrenalina en un ambiente único.
Como sabemos, frente a la playa el mar abre sus olas, pero a las espaldas de este hotel maravilloso están las montañas, y cercanos, ríos que desembocan en el Pacífico tras dejar huella de su caudal; en ellas y ellos, respectivamente, puedes practicar el montañismo y la observación de aves o el descenso de ríos.
Otra opción es ir a las Islas Marietas, escenario natural de inaudita belleza donde bucear o snorkelear es toda una aventura. Y ya que hablamos de la riqueza natural y la biodiversidad de este sitio, cabe mencionar y recomendar de paso, el tratar de ver la liberación de tortugas marinas que se lleva a cabo en estas playas. Un espectáculo que, además, es un testimonio de la lucha por la preservación de las especies.
Así es Casa de Mita; así es Playa Careyeros; así es Punta Mita; así este fenomenal Hotel Boutique al que no hay forma de describir vívidamente, por lo que te invitamos a que lo visites; sin duda, una estancia de estilo y mágicas vivencias es lo que te espera.
Más información: Hotel Casa de Mita