Ubicada a 14 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez y a 62 de San Cristóbal de las Casas, Chiapa de Corzo, Chiapas, es sede de un festejo que por generaciones ha completado su identidad, misma que va de la mano del impresionante Cañón del Sumidero.
Breve historia… del ahora
La actual ciudad de Chiapa de Corzo, fue fundada el 1 de marzo de 1528 por el capitán Diego de Mazariegos con el nombre de Villa Real de Chiapa, alrededor de la frondosa ceiba La Pochota, que se encuentra sobre la margen derecha del río Grande de Chiapa.
El 28 de agosto de 1552, pasa a depender directamente de la Corona, denominándose por tal motivo Pueblo de la Real Corona de Chiapa de Indios.
Posteriormente fue dotado de agua potable, construyendo para el caso una fuente conocida popularmente como La Pila, en 1562, por el fraile dominico Rodrigo de León, siendo hasta la fecha su monumento más reconocido; entre 1554 y 1572, Fray Pedro de Barrientos construyó el templo de Santo Domingo de Guzmán, conocido como la Iglesia Grande, Convento de los Dominicos y templo de San Sebastián de estilo barroco.
El 7 de junio de 1833, Joaquín Miguel Gutiérrez, Gobernador del Estado, promulga el decreto que eleva a la categoría de villa al pueblo de Chiapa; el 27 de marzo de 1851, Fernando Nicolás Maldonado decreta su elevación al rango de ciudad a la villa de Chiapa y el 29 de diciembre de 1881, Miguel Utrilla promulgó el decreto que agregó el apellido del liberal Ángel Albino Corzo a la ciudad de Chiapa, llamada desde entonces Chiapa de Corzo.
La Fiesta Grande en Chiapa de Corzo
La Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, da inicio desde su cercano arribo, cuando, ya sea por la carretera 190 o la 195, desde Tuxtla Gutiérrez, se tiene acceso a alguno de los miradores: La Coyota, El Roblar, El Tepehuaje y Los Chiapa, los cuales no recelan en brindar una emocionante experiencia al observar al Cañón del Sumidero desde lo alto.
Esta festividad se realiza del 8 al 23 de enero, en honor al mártir San Sebastián. La algarabía inicia a las nueve de la noche del primer día, cuando del Barrio de San Antonio, distintas cuadrillas de hombres vestidos de mujeres “chuntaes”, inician un recorrido por las iglesias del lugar; estos personajes representan a las servidoras de Doña María de Angulo, mítica figura que cuenta la historia, era una española adinerada que desesperada por no encontrar cura para su hijo enfermo, acudió al pueblo en busca de remedio, el cual fue proporcionado por los habitantes del lugar. Tiempo después, el hambre llego a Chiapa de Corzo y Doña María de Angulo, al enterarse, acudió a ayudar a quienes vieron por su hijo, por lo que en agradecimiento les obsequio lo necesario para superar esta etapa.
El recorrido de los “chuntaes” termina aproximadamente a las 2 de la madrugada en el mismo lugar de partida, donde les espera a los participantes, un banquete de tamales y bebidas. Asimismo, vuelven a bailar por la noche desde el 14 y hasta el 23 de enero, anunciando la llegada de los “parachicos”, hombres vestidos con jorongos de colores, acompañados de una máscara de madera y sonajas. Al mismo tiempo, una bella chiapaneca va a lo largo de un desfile, repartiendo monedas que simulan ser de oro, en conmemoración de la ayuda de la española.
Del 15 al 23 de enero, los “parachicos” se la pasan bailando y jugando con cuanto visitante quiera hacerlo. Después, el 21 de enero, se lleva a cabo la simulación de un combate naval en el Río Grijalva, mientras que el 22 da lugar al desfile de carros alegóricos.
La clausura de la ceremonia se realiza el día 23, cuando los “parachicos” desde muy temprano, realizan una ceremonia de despedida a las festividades, rezando, tocando y deseándose mutuos parabienes y buenos deseos.
Aunado a ello, el festejo es acompañado de juegos pirotécnicos, sin dejar de lado la hospitalidad de sus habitantes, quienes invitan a los visitantes a departir con ellos en sus casas, oportunidad para degustar de la gastronomía del destino, entre la que figuran platillos tradicionales como la pepita de calabaza con tasajo, el cochito horneado, puerco con arroz, tamales de bola de cambray, de hojas de Santa María y de plátano, sin olvidar la mojarra y el bagre.
La visita es oportuna para conocer el museo de La Laca, localizado en el antiguo convento de Santo Domingo, en la parte alta de uno de los claustros; este incluye una de las mejores exposiciones de arte regional que existen, abarcando objetos como jícaras, baúles o máscaras. Se recomienda también acudir a las cascadas y grutas del Chorreadero, así como el Río Santo Domingo.
El Cañón del Sumidero y su entorno
El municipio de Chiapa de Corzo cuenta con los ríos el Grande de Chiapa o Grijalva y su afluente Santo Domingo, así como El Chiquito, Majular, Nandaburé y Nandalumí. Su clima cálido sub-húmedo, con lluvias en verano, hacen del destino un lugar con temperatura agradable, de 26 grados centígrados en promedio.
Aunado a ello, el adentrarse al poblado y al Cañón del Sumidero, en el río Grijalva, es una experiencia oportuna para el ecoturismo, pues la selva baja y su bosque de encino-pino, a su vez compuesto por una gran variedad de especies, permiten la observación de cocodrilos de río, iguana de roca, iguana de ribera, tlacuaches y zorrillos, por citar algunos.
El Cañón del Sumidero es una falla geológica de 35 kilómetros de longitud y paredes de más de mil metros de altura. En su embarcadero, el visitante puede alquilar una lancha que lo llevará a recorrer el Cañón hasta la presa de Chicoasén, una de las más grandes del mundo.
Adentrarte al Cañón es una experiencia impresionante, y es de profundo significado para los chiapanecos, pues cuenta la leyenda que en la lucha contra la conquista de los españoles y ya en cercanías de la derrota, hombres junto con sus mujeres e hijos, prefirieron arrojarse al agua antes que verse sometidos.
El paisaje deja ver fosas que el agua ha erosionando con el paso del tiempo, donde flora y fauna conviven armoniosamente, por lo que el recorrido hace escalas en la llamada Cueva del Silencio o Cueva Rosa, así como en la cascada “Árbol de Navidad”; se cuenta que la forma actual del Cañón empezó a modelarse hace por lo menos 12 millones de años.
Entre otros datos, el Cañón del Sumidero ha sido sede de eventos como la Copa del Mundo de Aguas Abiertas Fina 2005, escenario de bodas, y destino predilecto para el turismo de aventura.
Una vez concluido el viaje en lancha, un recorrido por las estrechas calles de vistosos colores, resultado de la muestra artesanal de blusas, cinturones y bordados elaborados por las manos de la población indígena, así como artículos de madera, juguetes e instrumentos musicales, riqueza cultural en la que predominan los tzotziles, es un deleite para los amantes de las artesanías mexicanas.
Asimismo, el lugar cuenta con la infraestructura necesaria para hacer de él, un destino competitivo, pues el municipio oferta desde pequeños locales hasta centros comerciales, servicio de hospedaje, restaurantes, talleres automotrices, de aparatos eléctricos, prestación de servicios profesionales, una red carretera y todo tipo de telecomunicaciones.
Chiapa de Corzo es un destino que oferta distintas categorías turísticas, desde aventura hasta ecoturismo, cultura y de descanso, por lo que bien valdrá la pena, un buen fin de semana para visitarlo.
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