Se le conoce así, como la Perla del Golfo, a Ciudad del Carmen, que no es sólo una isla cuya belleza natural asombra a cualquier visitante, sino también posee un rico sabor histórico, además de ser un puerto pesquero importante y punto clave en el panorama petrolero mexicano.
Se localiza en la parte norte de la laguna de Términos, entre la península del Palmar y la Punta de Xicalango, a 209 km. de la ciudad de Campeche, yendo por la carretera 180, y a una hora 25 minutos por la vía aérea, partiendo desde la ciudad de México.
Diversos grupos mayas se asentaron en esta región en diversas épocas de esta civilización; según el Popol-Vuh, el grupo maya Xiu desalojó a los antiguos pobladores de Xicalango y la hicieron un centro ceremonial donde se le rindió culto a la adorada diosa de la fertilidad, Ixchel.
Más adelante, estuvo bajo el dominio de los españoles, quienes aprovecharon su posición estratégica para dedicarse a actividades comerciales y a la explotación de sus recursos naturales. Sin embargo, para el año 1663, al aumentar el comercio entre España y sus colonias, esta región fue tomada por piratas, quienes con el apoyo de la corona inglesa la tomaron como base para el contrabando de maderas preciosas y del palo de tinte, producto importante en la producción de colorantes.
Después de 160 años de haber estado bajo el yugo de múltiples filibusteros, los españoles volvieron a tomar posesión de la isla, un 16 de julio. Al ser este un día en que la iglesia católica celebra la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, se le nombró como Villa del Carmen, hoy Ciudad del Carmen.
Esta bella isla de pescadores, donde la vida porteña fluye plácidamente, mide 37 km. de longitud y 7 km. en su parte más ancha. Está rodeada por paisajes lacustres y marinos y ofrece a sus visitantes hospedaje para todos los gustos y posibilidades económicas, desde campismo, hoteles sencillos y limpios, hasta hoteles cinco estrellas con suites de lujo.
La propia ciudad nos transporta a un maravilloso mundo de leyendas y pasajes que narran cómo lucharon los españoles contra los temibles corsarios que dominaron la zona. La ciudad vieja nos traslada a la época colonial, con hermosas casas de tejado francés, ventanales de hierro forjado, portones esplendorosos y coloridos balcones.
El parque Ignacio Zaragoza, también conocido como «Plazuela Marín» construido en 1854 es un espacio atractivo para distraerse con la familia. Frente a él se encuentra la parroquia de la virgen del Carmen, la cual ha sufrido a lo largo de los años varias modificaciones. Se cuenta que la virgen fue rescatada de un incendio en 1850.
Al igual que en muchos destinos de la República, se puede visitar un interesante y misterioso sitio arqueológico: Xicalango, localizado en las costas de la península de Atasta.
Era un importante puerto comercial entre las culturas maya, mexica y olmeca. Se cree que la Malinche nació en este lugar.
La influencia del mar se manifiesta en la cocina carmelita con deliciosos y variados platillos compuestos de camarones, calamares, pulpo, ostión, caracoles, jaibas y pescado. Un verdadero edén para quienes disfrutan de los frutos del mar.
De igual manera, las artesanías reflejan la magia marina a través de hermosas obras de arte creadas con caracoles, conchas y escamas.
Aparte de la ciudad, las transparentes y tranquilas playas que la rodean son un auténtico paraíso. Entre ellas se pueden visitar la Playa Norte, la cual alberga un pequeño zoológico con especies de la región; la Playa Maniagua, de bellos atardeceres; La Playa Caracol, en donde se pueden practicar varios deportes acuáticos.
La Playa Bahamitas, con inmensos bancos de caracoles, conchas y estrellas de mar; y la Playa Sabancuy, de arena blanca y oleaje tranquilo, que es la playa más hermosa del golfo.
Por si no basta con la ciudad y las playas, a la Perla del Golfo también la envuelven varias bellas lagunas como la laguna de Términos, que en 1994 fue nombrada Reserva de la Biosfera. Su amplia cultura viva, flora y fauna se unen para ofrecer un panorama natural único. En sus manglares, encontramos, entre otras especies, diversos crustáceos, camarones, robalos y delfines, así como halcones peregrinos, pelícanos blancos, cigüeñas jabirú, cocodrilos, tortugas de carey, ocelotes y a los misteriosos manatíes.
Es posible abordar un catamarán o pedirle a alguno de sus pescadores, que se caracterizan por su amabilidad y profundo conocimiento de la región, que nos de un paseo por todo este paradisiaco lugar. Estos recorridos, además de permitirnos observar la grandeza de las especies que conviven ahí, nos muestran las costumbres de pesca y comercio de la región, que se han mantenido de manera artesanal.
El ecoturismo y el turismo de aventura, así como el campismo, nos permiten disfrutar aún más de la vasta vida silvestre y la biodiversidad de este extraordinario destino.
Por otro lado, no es ésta la única laguna que se puede visitar. Se puede tomar una lancha rápida que conduce a la laguna del Este, donde se pueden observan aves migratorias procedentes de Norteamérica.
A cuarenta minutos por lancha, se puede llegar a Cachahito, una laguna interior, que ofrece un paraje hermoso y virgen, visitada por aves a lo largo del año; es una hermosa reserva ecológica que carece de servicios; sin embargo, es aconsejable no visitarla en los meses de abril, mayo o junio, debido a la abundancia de moscos. Estas tres lagunas albergan la mayor cantidad de aves migratorias del país.
En pocas palabras, Ciudad del Carmen es una isla que le invita a disfrutar de la magia y misterio de los legendarios piratas, del misticismo del mundo Maya, pero sobre todo, usted podrá disfrutar de la tranquilidad y de la belleza natural de sus playas y lagunas. Todo esto hará de su visita a Ciudad del Carmen, una experiencia inolvidable que sin duda no debe perder.
Más información: Municipio de ciudad del Carmen