En ecosistemas muy diversos de la Sierra Gorda, habitantes de pequeñas comunidades realizan proyectos de ecoturismo, donde el objetivo principal es observar, aprender y participar en la conservación de la naturaleza.
Hace unas cuatro décadas, cuando joven iba cada semana a Aquismón para vender la producción de huevos de mi abuela. Un día encontré a un vendedor de sombreros, quien me contó que:
«Antaño, aquí los monos araña abundaban y en una ocasión, estaba cansado por caminar más de siete horas (eran 10 entre San Juan y Aquismón), me senté a la orilla del camino lodoso y sin querer me dormí, pero me despertó la algarabía de unos monos araña. Entonces descubrí que faltaba mi atado de sombreros, mire hacia arriba y descubrí varios monos jugando con los sombreros, unos los tenían puestos y otros se los aventaban. Al tirarles un palo, se alejaron más y más; ya desesperado, recordé que eran imitadores, por lo que me quite el sombrero y lo tiré al suelo; entonces los monos también los soltaron. Así recuperé mi sombreros, y me aleje a toda prisa…». Crónica de Esteban, vecino de San Juan de los Durán.
Ahora, viajamos desde las ciudades de México y Querétaro por carreteras pavimentadas, y admiramos ambientes de cerros sinuosos y anchos que le da nombre de Sierra Gorda, y dominan los colores pardos del semidesierto. Toda esta región cuenta con variados ecosistemas y diversos atractivos naturales, por lo que, en algunas comunidades diminutas como San Juan de los Durán, se han formado grupos de emprendedores que aprovechan las bellezas naturales de esta Reserva de la Biosfera Sierra Gorda.
Aquí se promueve la generación de empleos alternativos para sus habitantes, pues se realizan actividades turísticas de bajo impacto, con cabañas rústicas, senderismo, observación de aves, fogatas, y comida típica.
Algunos sitios ecoturísticos son:
Ecoturismo en San Juan de los Durán
Ubicado en el municipio de Jalpan de Serra, uno de los principales desarrollos es el de San Juan de los Durán, enclavado en el noreste de esta área protegida, ocupó una de las zonas mejor conservadas de la Sierra Gorda. En el lugar se encuentra el albergue «Ojo de Agua de San Juan», construido junto al imponente Cerro Grande de 2960 m de altitud y que es la principal elevación de la región.
Cuenta con confortables cabañas, comedor, salón de usos múltiples, zonas para acampar y alberca con agua de manantial; además ofrece paseos en carretón, renta de caballos y caminatas. Está rodeado por bosques templados de coníferas y encinos, y en las partes bajas cuenta con bosques de niebla, como sucede en la Cañada de las Avispas cubierta por corpulentos guayanés, cedros blancos, granadillos, y cícadas centenarias.
Para conocer el área, iniciamos la caminata después del desayuno; el objetivo: subir hasta el mirador de La Joya acompañados por dos días comunitarios. El avance es lento, porque debemos avanzar entre pinos, encinos y madroños. Muchas veces caímos porque la hojarasca cubre todo el piso y lo empinado del terreno dificulta tener algún apoyo. En el trayecto escuchamos el canto de trogones, corolitas, palomas y el picoteo de pájaros carpinteros; un guía nos comenta de la existencia de un pájaro endémico llamado chiviscoyo; aquí también han observado venados, grillos, zorros y hasta pumas. Hoy no vimos mucha fauna, llegamos hasta el mirador rocoso de La Joya, que permite apreciar todo el valle donde se asienta el poblado de San Juan.
Ecoturismo en Cuatro Palos
Aquí el recorrido inicia en el poblado de Cuatro Palos ubicado en el municipio de Pinal de Amoles. Sólo viajamos unos 20 minutos por una terracería, para llegar a Cuatro Palos para disfrutar una deliciosa comida estilo casero hecha por varias mujeres que viven en el lugar, y que participan en la prestación de servicios a los turistas.
Algunas casas están hechas con piedras, son bajas y de dos aguas, en varias de ellas pudimos probar un delicioso pulque recién elaborado. Más tarde procedimos a caminar para conocer los alrededores. A la entrada del poblado, una vereda empinada sube hacia la izquierda y permite admirar los paisajes hacia ambos lados; se trata de la ruta que debemos seguir para visitar algunos de los principales atractivos del área.
Un día acreditado nos conduce por una vereda señalizada, que tiene casi 1 km de longitud, con un desnivel de 100 m. Caminamos sin prisa mientras admiramos el paisaje que se extiende frente a nosotros, son cerros y cañadas que se pierden en la distancia y se tornan de color gris azuloso. En el trayecto abundan los magueyes, encinos, yucas, madroños, enebros y pinos.
Tardamos más de media hora para llegar hasta la cima, en la cual encontramos varios miradores naturales donde existe cafetería, baños, zona de campamento con renta de bolsas para dormir y casas de campaña; desde ahí se aprecian los cerros Los Aguacates y la Media Luna, que aparecen en primer plano y que tienen como fondo extensas serranías azules.
Ecoturismo en Río Escanela
Otro sitio diferente y de gran belleza escénica es el proyecto Río Escanela, también ubicado en el municipio de Pinal de Amoles. El recorrido es entre cerros y cañadas por donde corren las aguas cristalinas y frescas del Río Escanela, que en gran parte de su curso está adornado por un denso bosque de galería, formado por álamos nogales y encinos.
Es el ambiente ideal para la observación de decenas de especies de aves, como los trogones, colibríes, palomas, mirlos, y hasta esporádicas guacamayas verdes. También es hábitat de ardillas, zorras, venados, tejones y mapaches. No obstante, la frescura del ambiente es lo que más atrae de este apacible rincón serrano.
Este proyecto ecoturístico está enclavado en uno de los parajes más bellos de la Sierra, por estar emplazado a orillas del curso del río Escanela, donde cuenta con cabañas de madera, comedor, regaderas, zona de acampada, renta de casas de campaña. El mayor atractivo es proyecto ecoturístico «Peña de la Gloria» que ofrece acogedoras caminatas por la ribera del río y visitas el monumento natural conocido como Puente de Dios: para conocer estos y otros puntos, el lugar cuenta con guías experimentados que apoyan en las actividades de senderismo hasta una cascada, observación de aves, caminatas junto al río o entre el bosque; otras opciones, son la natación en las Pozas que crea el río, el descanso y olvidarse de lo que sucede alrededor.
Biodiversidad y Misiones
En la reserva se desarrollan otros proyectos ecoturísticos muy importantes, como el de San Antonio Tancoyol en el municipio de Jalpan de Serra; el de Santa María de Cocos en Arroyo Seco; el del Río Ayutla también en Arroyo Seco; el de Río Blanco en Peñamiller; La Arenita en el municipio de Landa de Matamoros, y una más es La Trinidad, ubicado en los límites con Xilitla, SLP.
Por otro lado, también son de gran interés los trabajos de educación ambiental, los cursos y talleres de conservación ecológica, los programas de reforestación, la restauración de microcuencas y recarga hidrológica, que desarrolla personal de la Reserva de la Biosfera y asociaciones civiles.
La redondeadas montañas de la Sierra Gorda, que colindan con los estados de San Luis Potosí, Hidalgo y Guanajuato, están adornadas por construcciones que datan de los siglos XVI y XVII, conocidas como misiones de Jalpan, Landa, Tilaco, Tancoyol y Concá. En el área, la riqueza arquitectónica de las misiones se debe a los frailes franciscanos dirigidos por Fray Junípero Serra, quien promovió la evangelización e integración de los pueblos Chichimecas al sistema social, económico y político regional. Hoy, aquí se realizan esfuerzos por conservar el área con programas de educación ambiental, conservación de recursos genéticos, las especies y los ecosistemas, mediante la investigación científica y la promoción del desarrollo económico y sustentable.
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