Colima es el estado más pequeño de la República Mexicana y es un destino entre dos aventuras; Frente al Pacífico, el mar ofrece bellezas indescriptibles y la oportunidad de convivir con la naturaleza; del otro lado, hacia la montaña, está el nevado de Colima, que junto con el Volcán de Fuego, son un reto para el ecoturista avezado. Veamos un poco de estos últimos, para luego trasladarnos frente al mar.
El estado se encuentra entre las laderas del volcán de Colima y la llanura costera del Océano Pacífico y como ya mencionamos, posee una enorme gama de atractivos para el desarrollo del turismo de aventura y el ecoturismo, ya que sus relieves montañosos con bosques de pino, oyamel y encino, profundas cañadas y grandes lagunas son aprovechados por diversas operadoras como Fuego Bike Colima, para organizar interesantes circuitos turísticos, entre ellos el de bicicleta de montaña, mediante el cual se recorren las comunidades del Chical, Pueblo Juárez, Coquinatlán, Armería, Cuyutlán, y Coalatilla.
Por su parte, Azteca Tours basa sus itinerarios en torno al Nevado y su vecino, el Volcán de Fuego, con 4 mil 220 metros de altitud, donde se practica el montañismo junto a guías experimentados.
La zona tiene una extensión territorial de 22,200 hectáreas y fue decretada Parque Nacional el 5 de septiembre de 1936; posee dos caminos para llegar a ella, dependiendo del volcán que se desee visitar: Si es al Nevado de Colima, hay que tomar la carretera número 54 que va de Colima a Ciudad Guzmán; de ahí tomar en dirección de Venustiano Carranza hasta la desviación de Fresnito. Ahora que si se pretende ir al Volcán de Fuego, hay que toma la misma carretera y justo antes de llegar a Atenquique se toma la desviación hacia el poblado llamado Las Tejas.
El parque también es propicio para el campismo y excursiones y días de campo, donde no es extraño toparse con una guacamaya enana, un venado cola blanca, un jabalí o hasta un coyote.
Otra actividad que vale la pena realizar en este lugar, es ascender hasta el refugio «La Joya» (lugar de fácil acceso y muy seguro), donde también se puede acampar y disfrutar de todo el entorno.
Los recorridos en cuatrimoto por los curvilíneos caminos de terracería de la Montaña de la Vaca o frente a la playa de Peña Blanca mientras se aprecia el atardecer son muy socorridos por los turistas, quienes desean conocer sus bellos parajes al tiempo de percibir la naturaleza al cien por ciento.
El Tortugario de Colima
En las playas cercanas a Cuyutlán, en Armería, se encuentra el Centro Ecológico El Tortugario, el cual, desde su creación en 1993, tiene como objetivo la conservación de las tortugas, principalmente la golfina y la negra.
En este centro se realiza la colecta, incubación y liberación de los quelonios. Cuenta con depósitos para su observación y crecimiento, con el fin de estudiar su evolución. En este lugar se les protege de los voraces depredadores, incluido el hombre.
Para los visitantes, existe una sala de video y conferencias para actividades didácticas; una alberca para la recreación, un pequeño invernadero con plantas tropicales y un área reproductora de la iguana verde, así como un embarcadero que conecta al tortugario con el estero Palo Verde.
Cada año, entre junio y enero, este lugar libera unos 300 mil ejemplares, dos veces por día; una, antes de que salga por completo el sol y, la segunda, antes de que se ponga. En estas sesiones, los presentes pueden apreciar este espectáculo o participar directamente de él, lo que resulta una experiencia inolvidable.
De esta forma, los niños pueden vivir la magia de la vida marina con fantásticas experiencias interactivas, es decir, podrán liberar con sus propias manos a las tortuguitas, quienes impacientes, se muestran listas para dirigirse al mar (de acuerdo a las condiciones climatológicas) y comenzar su propia historia.
Este campamento cuenta además con un cocodrilario y un andador natural para apreciar las aves, además de un muelle que permite embarcarse en lancha y recorrer el estero El Paraíso. Abre de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas, cuenta con servicio de guías y el recorrido dura aproximadamente 90 minutos.
Como podemos ver, Colima es más que turismo convencional; ofrece mil aventuras que quedan grabadas para siempre y que, además de significar un descanso para cuerpo y alma, nos invitan a ejercitarnos y concientizarnos, ya sea en las alturas de un volcán o en las playas, disfrutando de maravillosas puestas de sol frente al mar.
Más información: Visit Colima