En este territorio conformado por enormes riquezas naturales, debidas en gran parte al corredor de la Sierra Madre Occidental, se entretejen la cultura, la tradición y la historia, como algunos de los variados atractivos que ofrece a sus visitantes el bello estado de Durango.
Constituido entre el desierto y la montaña, yendo desde cascadas tan impactantes como las impresionantes caídas de agua de 30 metros de El Saltito hasta la llanura extensa del Desierto de Mapimí, se encuentra el cuarto estado más grande de la República: Durango, cuyo nombre de origen vasco, que obedece a los designios de su fundador Francisco de Ibarra, es realmente Victoria de Durango, en honor a uno de los duranguenses más célebres, Guadalupe Victoria, primer presidente de la nación.
Como toda ciudad importante alberga plazas, iglesias, teatros y grandes edificios, por lo que al visitarla tendrás que llegar primero a su centro histórico, donde en primera instancia encontrarás la imponente Catedral Basílica menor, que sin duda alguna es la representación arquitectónica más emblemática de la ciudad. Su arquitectura, barroca al frente exterior y churrigueresca en los costados, la convierte en uno de los más importantes templos en la República.
Frente a ella, podrás apreciar la Plaza de Armas, la cual es símbolo de la identidad durangueña; sentarse en sus bancas y contemplar el transitar de los paseantes entre jardines y fuentes de cantera, es una grata forma de adentrarse en el corazón de la ciudad y de su gente, cálida y de arraigadas tradiciones.
La Plaza se encuentra arropada no sólo por la Catedral ya mencionada, sino por variados edificios de grandes ventanales, por cuyos balcones se asoma la añoranza; hoy, estas construcciones están destinadas a fungir como casas solariegas, centros culturales o locales comerciales, sin embargo, muchos de los edificios del centro histórico mantienen intacto su porte señorial, producto de la bonanza mineral en que vivía la ciudad cuando fueron levantados.
Entre las edificaciones más importantes, podrás encontrar el Teatro Ricardo Castro, construido en los albores del siglo XX, con un sobrio estilo neoclásico. La riqueza del estado se hizo patente en sus ostentosas edificaciones como la Casa del Conde de Valle de Súchil, erigida en 1764; Otro baluarte de la arquitectura de la ciudad es el Palacio de Zambrano, de un estilo barroco austero; en él destacan los preciosos murales interiores, que ilustran etapas relevantes en el desarrollo histórico de la capital y del país. El palacio fue residencia del acaudalado minero Don Juan José Zambrano y hoy es el Palacio de Gobierno de la ciudad.
Uno más es el edificio de las Rosas, construido a finales de la segunda mitad del siglo XVIII por otro rico minero español, Silvestre Arana, quien escogió una decoración floral en la cantera de los ventanales del segundo piso, lo que con el tiempo dio lugar a su nombre.
No dejes de visitar también el edificio del Arzobispado, donde podrás apreciar el arte de Benigno Montoya, así como el Palacio de Escárzaga, bello edificio de un claro estilo afrancesado, que es sede del Ayuntamiento de la ciudad.
En tu recorrido, además de todas estas edificaciones, encontrarás una extensa variedad de museos, como el museo de Arte Funerario, el de Culturas populares, el de Arte Sacro o el de Arqueología; el Museo regional “La casa del aguacate” y el Museo del Cine, por mencionar algunos.
Para entonces, tras haber caminado sin sentir que el tiempo pasa y más bien transportado en él, estarás empapado en cultura, pero hay otra forma de conocer las construcciones de Durango, ya que los rincones de la ciudad esconden infinidad de historias escalofriantes que podrás vivir en los recorridos nocturnos que se ofrecen por algunas casas embrujadas y panteones.
Gastronomía duranguense
Hermosos lugares por recorrer sobran, hasta llegar a dar un tranquilo paseo por las Alamedas o el parque Guadiana y terminar con una rica comida en cualquiera de los diversos restaurantes, donde podrás degustar comida internacional, o mejor aún, probar los platillos típicos de la región, como son el asado de puerco con chile pasado o un buen corte. De hecho, Durango ha sido reconocido por su rica oferta gastronómica desde los tiempos de la colonia, y es que la gastronomía lugareña abarca desde lo más fresco y dulce, como la miel del maguey, hasta lo más fermentado y enchiloso, como el queso añejo. Entre los platillos más representativos se encuentra el “Caldillo Durangueño” hecho a base de chile pasado y carne de res (Anteriormente hecho a base de carne de venado).
En cuanto a comida campirana, el Estado tiene sus mejores exponentes en la discada y la barbacoa de olla. Y por supuesto, están los sabrosos antojitos durangueños, como las gorditas (de harina o maíz) rellenas de picadillo, frijoles, nopales, rajas con queso o carne deshebrada, además de burritos, tamales de chile colorado o de dulce.
Y para la hora del postre te sobrarán opciones: orejones (golosina de frutas secadas al sol) de manzana o membrillo, conservas de higo y durazno, mermeladas de chabacano o perón, dulces de almendra y de nuez, pan de pulque, semitas de anís y rollos de camote entre otros.
Atractivos de Durango
Ya comidos, hay que visitar por supuesto el Set cinematográfico “Villa del Oeste”, no te lo puedes perder. Y es que Durango ha resultado ser la locación ideal para revivir el viejo oeste, por lo que en él se han filmado más de 120 producciones cinematográficas nacionales y norteamericanas, sobre todo entre los años 50s y 80s, tanto así que en Hollywood se le conoce como Movieland. Desde Charlton Heston hasta Charles Bronson; desde Clark Gable hasta Danny De Vito; desde John Wayne hasta Ringo Starr; desde María Félix hasta la natal duranguense Dolores del Río, han pasado por estas tierras en múltiples películas, algunas tan famosas como: Los siete magníficos, Un hombre llamado caballo, Billy the Kid y La máscara del zorro, por mencionar sólo algunas.
Pero uno de los principales atractivos de Durango es su naturaleza, por lo que se presta perfectamente para la práctica del ecoturismo. Cabe mencionar que en el Estado se han encontrado especies que se consideraban perdidas o extintas, como el oso grizzly y el oso negro, lo que habla de su enorme biodiversidad. Simplemente, en Mapimí, se encuentra una especie sorprendente: la tortuga del desierto, que es una de las cuatro tortugas terrestre americanas más grandes. Está considerada como una especie protegida. Ya en Mapimí, vive la experiencia de visitar la Zona del Silencio, donde se produce un fenómeno similar al del Triángulo de las Bermudas, donde las señales de radio se pierden y se suceden fenómenos difíciles de explicar.
Ahora que si buscas algo diferente, pásate unos días en las diferentes cabañas que se rentan por la Sierra Madre. Ahí podrás disfrutar de la vegetación y hermosos atardeceres, o por la noche podrá extasiarte en la observación de la bóveda celeste, que en la zona parece estar tapizada de estrellas.
Observación de aves, recorridos en bicicleta, motocross, deportes extremos como rappel, tirolesa, escalada, práctica del kayak por las presas o ríos, caminatas por increíbles senderos que te llevan a espectaculares cascadas. Todo eso puede ser parte de tu experiencia ecoturística en Durango. Hay muchos operadores turísticos que tienen preparados tours sorprendentes. No dudes en contactarlos.
Otro atractivo, que resulta ser una vivencia singular, es la visita a Ojuela, poblado minero cuyas instalaciones metalúrgicas son ahora ruinas y ofrecen un paseo sin precedentes. Observa sus construcciones derruidas e imagina la actividad casi imparable de sus épocas de esplendor; reconoce su tienda, su bodega, las casas de los mineros, la escuela. Sorpréndete con el abismo que forma el cañón que separa las ruinas de la boca de la mina, casi hecha sobre la pared vertical y cuyo único acceso es un puente colgante de asombrosas dimensiones: 318 m. de largo por 1.80 m. de ancho, ubicado sobre el barranco a casi 100 m. de altura. Ahora que si eres valiente, deja fluir la adrenalina atravesando el cañón en tirolesa.
Más Atractivos del estado de Durango
Las Grutas del Rosario se localizan en la sierra del mismo nombre en el municipio de Lerdo, aproximadamente a 20 kilómetros de Mapimí. Son una cavidad natural en la que se pueden apreciar formaciones de estalactitas y estalagmitas. Posee una profundidad en la que se desciende a más de 500 m, es explorable con la ayuda de un guía experto y equipo apropiado.
A las formaciones de estalactitas, estalagmitas, pisolitas, etc, se le han asignado nombres como: «chimeneas», «los novios», «castillos», «tronos» y «monstruos»; Otras poseen sonoridad notable: «arpa», «timbal», «piano», «cuerdas y metales».
El Río Nazas extiende su cuenca en una superficie de 71,906 kilómetros cuadrados, localizada una parte en el estado de Coahuila y otra en Durango. Ideal para deportes.
La Presa Francisco Zarco, en sus márgenes cuenta con pescaderías y asadores. Es posible practicar la pesca, la natación, el canotaje y el campismo en general. Lugar ideal para realizar un recorrido geológico a través de una zona rica en cavernas escondidas entre sus formaciones sedimentarias. Se localiza en Ciudad Lerdo.
Otro sitio muy recomendable es el Parque Nacional Raymundo, ubicado a tan sólo 3 kilómetros al suroeste de ciudad Lerdo. Se puede disfrutar de un día de campo, ya que su infraestructura cuenta con asadores, chapoteadero y albercas. Cuenta con servicio de lanchas y es posible practicar el canotaje. Está acondicionado con áreas deportivas, juegos infantiles, fuente de sodas y bancas, es ideal para acampar, ya que cuenta con vigilancia permanente.
En la Sierra del Sarnoso, ubicada cerca del pueblo de Dinamita, se encuentra Piedras Encimadas, pertenecientes a la edad de Pleistoceno. Aquí se han descubierto también coloridas pinturas rupestres y algunos petroglifos, además de fósiles marinos y de animales prehistóricos de hace 12 mil años.
La Hacienda La Loma, también es llamada Hacienda de la Santísima Trinidad de La Labor de España. Fue construida en el siglo XIX y explotada por la familia Gardé como hacienda algodonera. Actualmente es un museo comunitario donde prevalece la figura de Francisco Villa, personaje que organizó a las fuerzas revolucionarias en ese lugar. Se encuentra por la carretera libre a México pasando los llamados Puentes Cuates en el río Nazas.
Los menonitas, una cultura diferente
Nuevo Ideal, a 112 Km. al sur de Durango, es el lugar donde se puede conocer a las primeras comunidades menonitas de origen alemán llegados a tierras mexicanas en 1924, y a las familias provenientes de Canadá, que años más tarde se incorporaron a ese asentamiento. En un principio eran 40 grupos, quienes se constituyeron en 32 colonias y a quienes el General Álvaro Obregón concedió garantías, como la de no estar obligados a prestar el servicio militar, ni a rendir juramento, tendrían también el más amplio derecho para ejecutar sus principios religiosos, creados por Mennon Simon.
Todos de piel muy blanca, rubios en su mayoría y con ojos de color claro, conservan el alemán como su principal lengua, pero también saben inglés y sólo los hombres hablan español, empero, no cuentan con una educación escolar elevada, ya que sólo aprenden a leer y a escribir, así como a realizar sencillas operaciones matemáticas. El ciclo escolar se suspende en tiempo de lluvias para que los niños ayuden en las labores del campo.
Un aspecto especial es que no aceptan que los mexicanos, o miembros de otras culturas contraigan matrimonio con los de su raza, porque no profesan las creencias impuestas por su iglesia y sus costumbres son diferentes. De hecho es común que se casen entre ellos mismos.
En sus colonias reinan el trabajo, el orden y la austeridad, ya que están reacios a disponer de servicios como luz y drenaje, tampoco tienen acceso a la radio y mucho menos a la televisión, y no utilizan aparatos con motor sino en base a energía generada por molinos de viento.
Cabe resaltar que son muy laboriosos desde pequeños no importando si es hombre o mujer y su principal actividad es la agricultura basada en el arado de tracción animal, algunos utilizan el tractor con llantas metálicas ya que su religión no les permite usar las ruedas de hule. Sus herramientas de trabajo son muy rudimentarias: hoz, zapapico, azadón, pala y horquilla, por mencionar algunos. La ganadería y el comercio también sobresalen en su vida, pues en la actualidad tienen una producción de cinco toneladas de queso diarias que los varones salen a vender a las ciudades.
Las comunidades menonitas usualmente no se abren al visitante común, sin embargo de forma reciente algunas de ellas han accedido a mostrarse tal cual son, así que ahora los visitantes pueden apreciar de cerca a esta cultura digna de conocer.
Todo esto y más, hace que miles y miles de turistas regresen a Durango, sin contar lo contagioso de su música y la belleza de sus mujeres, siempre en busca de nuevas experiencias, así que en cuanto puedas, no dejes pasar la oportunidad de conocer más de este bonito Estado lleno de contrastes.
Más información: Visit Durango