El Estado de México es ampliamente conocido por sus tranquilos parajes de montaña y sus abundantes parques nacionales; además de ofrecer una maravillosa mezcla de bosques alpinos y de coníferas, lagos cristalinos, majestuosos volcanes y ruinas milenarias.
Hermanado a la capital del país, rodeándola en un abrazo fraterno, muestra su riqueza inmensa el bellísimo Estado de México, escenario de importantes pasajes históricos, de una de las migraciones faunísticas más impresionantes, de culturas ricas en tradiciones, de pueblos mágicos y pueblos de encanto, de cálida gente y asombrosas edificaciones de ayer y hoy.
Situado en el corazón del país, en una de las zonas más altas del altiplano mexicano, el Estado de México rodea la mayor parte de la Ciudad de México y es vecino de los estados de Michoacán, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Guerrero.
Desde épocas precolombinas, en la zona mexiquense florecieron diferentes culturas que dejaron importantes huellas en la historia de México, grabadas en la arquitectura, escultura, pintura mural, códices y una enigmática cosmogonía, tal y como lo revelan los asombrosos sitios arqueológicos asentados en las zonas arqueológicas de Malinalco y Teotihuacán, esa ciudad magnifica, que es patrimonio histórico de la humanidad.
Durante el virreinato, la zona que hoy ocupa el llamado EDOMEX era una intendencia del reino de México, coordinada por corregidores y es que el Estado de México estuvo involucrado en algunos de los principales cambios sociopolíticos del siglo antepasado. En la década de 1820, por ejemplo, Toluca fue una de las ciudades más importantes del país, debido a que era considerada una segunda capital, llegando incluso a ser realmente la capital del país.
Durante la independencia hubo dentro del territorio del Estado de México actual, batallas de gran importancia como la del Monte de las Cruces, en la que Hidalgo derrotó al ejército realista. Consumada la independencia se declaró al Estado de México libre y soberano, instalándose el Primer Congreso del Estado.
Después, durante las primeras décadas de vida independiente, el Estado de México sufriría numerosas secesiones, ya que de su territorio original surgirían los actuales estados de Hidalgo, Morelos, Guerrero y la Ciudad de México.
Pero además de su rica historia milenaria, el Estado de México es una gran oferta turística, donde los atractivos parecen ser infinitos. Conozcamos algunos.
Un estado mágico
El Estado de México, dentro de sus bellísimas poblaciones, cuenta con diez que han sido designadas como Pueblos Mágicos: Aculco, Valle de Bravo, Tepotzotlán, El Oro, Ixtapan de la Sal, Metepec, San Martín de las Pirámides, Tonatico, Villa del Carbón y Malinalco, todos de un atractivo singular.
Valle de Bravo se localiza a 67 km al este de Toluca y a 145 km de la Ciudad de México, cuenta con una temperatura media anual de 17 °C. Está enmarcado por una gran cadena montañosa que contrasta con la inmensidad de su lago artificial, donde se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos.
Este Pueblo Mágico cuenta con una importante infraestructura turística que ofrece cómodos hoteles, restaurantes, un club hípico y bellos campos de golf. Un paseo por sus calles empedradas te llevará a conocer sus casas de estuco blanco adornadas con balcones de hierro forjado y techos de teja roja, así como los portales de su plaza, donde podrás disfrutar deliciosos antojitos tradicionales y ver la Parroquia de San Francisco, patrono del lugar, la cual destaca por su origen al campanario del siglo XVI.
Por su parte, Tepotzotlán es una bella población con características arquitectónicas propias, calles empedradas y una majestuosa plaza central, en donde resalta uno de los ejemplos más notables del arte colonial mexicano: el Antiguo Colegio Jesuita que hoy día alberga al Museo Nacional del Virreinato. Una gran explanada permite apreciar la fachada de la iglesia de San Francisco Javier, de estilo barroco estípite, conocido también como churrigueresco. Tanto la fachada del templo como el conjunto de retablos en su interior representan una de las épocas más brillantes del arte de nuestro país. Espléndido son sus claustros de los Aljibes y de los Naranjos. Un lugar obligado para conocer de este bello estado.
El Oro, antiguamente Real de Minas, está enclavado en la serranía del mismo nombre. Tiene aún las características arquitectónicas del rico pueblo minero de antaño, lo que le mereció su designación como Pueblo Mágico. Entre los atractivos del lugar está el Palacio Municipal, de marcada influencia europea y con un bello mural titulado «El Génesis Minero».
Otra interesante construcción es la antigua estación del ferrocarril, realizada en el tiempo del auge minero. Se localiza a 94 km al noroeste de Toluca.
Malinalco se encuentra al sur del estado, a 70 km de Toluca. Su historia es muy antigua, al haber sido poblado por las culturas teotihuacana, tolteca, matlazintla y azteca. De estas dos últimas aún perdura el importantísimo sitio arqueológico Cuauhtinchán, en el “Cerro De Los Ídolos” que fue descubierta en 1933. En elkla destaca como atractivo el templo principal (Casa del Águila) que es famoso como una obra monolítica tallada en la roca. Se estima que fue un lugar de sacrificios.
En la entrada está un cuauhxicalli o vaso sagrado donde se colocaban los corazones de los sacrificados. Un sitio de gran importancia histórica y belleza escénica sin igual.
Ubicado En el Valle de Toluca se encuentra Metepec. Es un pueblo centenario con un patrimonio cultural y artesanal admirable que le permitió haber sido una de las más recientes designaciones del Programa Pueblos Mágicos de la Secretaría de Turismo.
Llama la atención del visitante el Templo del Calvario o Santuario de la Virgen de los Dolores, localizada en la ladera norte del Cerro de los Magueyes, desde donde puede apreciarse la ciudad típica y Toluca.
Visita el Antiguo Convento Franciscano y el Parque Juárez, espacio natural para las ceremonias cívicas y la convivencia popular.
Estado de México. Un estado con encanto
Villa del Carbón Se localiza al norte del estado, rodeado de paisajes hermosísimos, es una pintoresca y típica población que conserva características coloniales como sus fachadas blancas, tejados de dos aguas y calles empedradas que invitan al visitante a pasear por ellas. Entre sus objetivos está el templo de la Virgen de la Peña de Francia, estilo romántico y la casa de cultura de estilo neoclásico.
Y a 104 km de Toluca, visitemos Aculco, una de las poblaciones típicas más bellas del estado. En su bella plaza central destaca la Parroquia de San Jerónimo y alrededor los callejones y las casas con amplios patios y corredores, teja, columnas de madera y calles adoquinadas.
Es interesante conocer la Parroquia de San Jerónimo y la Cascada de Tixhiñu, localizada en un bello paraje de bosques de pino.
Conocer Tonatico es una experiencia encantadora. Es un pueblo pintoresco en el cual se puede disfrutar de su aire colonial, sus vestigios prehispánicos y sus numerosas zonas de recreo. Vale la pena visitar el Santuario de Nuestra Señora de Tonatico.
El lugar cuenta con muchos atractivos. Puedes pasar a caballo, en cuatrimoto o bicicleta, volar en tándem, hay spas, clubes de golf, discotecas, bares y restaurantes.
Acolman es conocido como el típico productor de las piñatas y en él se lleva a cabo la Feria de la Piñata todos los diciembres, pero es un pueblo con mucho más atractivos para disfrutar, como el parque ecoturístico Sierra Patlachique, el Museo Josefa Ortiz de Domínguez, el Exconvento de Acolman y las Cuevas de la Amistad.
Conocer Otumba es acercarse la historia, a un lugar donde se llevó a cabo la batalla de Otumba, en que Cortés derrotó a los teotihuacanos y otros aliados.
Entre sus atractivos naturales está la cadena montañosa del Municipio de Otumba, con elevaciones como el Cerro la Cuevita, el Cerro Las Bateas, el Cerro San Pedro y otros de no menor belleza que invitan al ecoturismo.
Ayapango se encuentra en la ladera del Iztaccíhuatl, muy cercano al poblado de Amecameca. Sus calles empedradas te reciben dándote un poco del sabor de este lugar típico y de gran calidez humana. No así climática, ya que su temperatura promedio es de 12 a 18 °C.
Se dice que sus quesos son de los mejores del estado, pero tiene otros atractivos como la Parroquia de Santiago Apóstol, con sus árboles, un bello lugar para visitar en este típico pueblito.
Es también obligado visitar Tlalmanalco, el «lugar de tierra aplanada». Ubicado al sureste del estado de México, tiene bellos atractivos como él Templo de San Luis Obispo, el convento y la Capilla Abierta, esta última de excepcional talla en piedra, auténtica joya del barroco novohispano. El ex-hospital betlemita del siglo XVIII es de gran atractivo también, así como su arquitectura afrancesada.
Un pueblo de encanto que reúne excepcional belleza escénica es Amanalco, un entorno ideal para la práctica del ecoturismo. Sus parajes naturales, como el Cerro de los Órganos, el bosque en Agua Bendita y Peña Larga muestran entornos boscosos de gran belleza.
En el pueblo hay sitios de interés como la Iglesia de San Jerónimo.
Propiamente todo el territorio municipal es una reserva ecológica, ya que cuenta con abundante flora y fauna, manantiales y dos ríos.
Ixtapan de la Sal es uno de los principales destinos turísticos del estado, se localiza al sur de la ciudad de Toluca.
Por su clima promedio de 18 °C y por sus manantiales de aguas termales con propiedades curativas, este lugar de tranquilidad provinciana, ha sido sitio propicio para el desarrollo de balnearios que cuentan con modernas instalaciones y excelentes servicios turísticos.
Es famoso por sus aguas termales y su Parque Acuático, que cuenta con toboganes, albercas, chapoteaderos, jardines, restaurantes y mucho más para la diversión familiar.
Igualmente famoso es el Hotel Golf & Spa Resort Ixtapan de la Sal, un oasis al que se puede llegar a disfrutar del clima, de los paisajes eternamente arbolados, de la comodidad de su hotel, del descanso que da cualquiera de sus servicios de Spa o de su bello campo de golf de 18 hoyos.
Un hermoso paseo arbolado de jacarandas y una glorieta con la escultura de la Diana Cazadora te dan la bienvenida al lugar.
Arqueológicamente impresionante
Otro atractivo del Estado de México es su arqueología, de la que por supuesto, el principal representante es Teotihuacán, la Ciudad de los Dioses.
Este antiguo centro ceremonial es uno de los más importantes de la América prehispánica debido a su magistral trazo urbano, a su monumentalidad arquitectónica y a la fuerte influencia política y religiosa que ejerció en su momento hacia otras ciudades; la antigua metrópoli cuenta con una calzada principal a partir de la cual se construyeron magníficos edificios como las pirámides del Sol y la Luna, el Templo de Quetzalcoatl, el Patio de los Jaguares y la Ciudadela; muchos decorados con espléndidos murales de los cuales aún se conservan valiosos ejemplos.
Otros sitios arqueológicos del estado son Tenayuca, capital chichimeca y Teotenango, antigua sede de una de las principales ciudades de los matlaltzincas.
Así, podremos seguir por páginas y páginas tratando de verter en unas cuantas líneas la majestuosa belleza de un estado en donde es posible admirar, en santuarios como El Chapulín, La Mesa y Piedra Herrada, a la mariposa monarca en su visita anual a estas tierras; un estado en el que se pueden disfrutar en todo su esplendor los volcanes más bellos y representativos de México: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl; un estado que nos ofrece maravillas naturales como las lagunas de Zempoala, área natural protegida por su enorme biodiversidad, al igual que el parque Miguel Hidalgo, mejor conocido como La Marquesa; un estado con una ciudad capital pujante de gran crecimiento, de impulso al deporte, al estudio y a la industria; un estado que resulta imposible describir en un corto espacio.
El EDOMEX es de los destinos más variados de México, al que vale la pena dedicarle varios días de visita para no quedarse sin experimentar paseos como la Ruta de Sor Juana y otros múltiples atractivos.
Para más información visita: Turismo Estado de México