Toda la región de Gordes está llena de campos de lavanda que se disputan terreno con los espacios de cosecha del girasol y los viñedos para la creación de vinos rosados, otra especialidad local en esta parte del sur de Francia.
El camino de montaña se hace cada vez más estrecho. El ambiente se torna en un cuento de leyendas de otra época, repentinamente la geografía cambia, las bardas que protegen las fastuosas villas, recrean el estilo Borie, con piedras de la región. La cuesta arriba no cesa, y de una curva a otra, aparece Gordes a primera hora de la mañana, cuando la niebla matinal se esparce hasta desaparecer en el Valle de Luberon, no es extraño que artistas como Marc Chagall se hayan instalado aquí por una temporada para la creación de algunas de sus obras.
El ambiente huele a lavanda, toda la zona está llena de campos de esta planta que se disputa terreno con los espacios de cosecha del girasol y los viñedos para la cración de vinos rosados, otra especialidad local en esta parte del sur de Francia.
Discreta cotidianeidad
Gordes es un pueblito muy pequeño, construido sobre la copa de una colina, es un sitio muy discreto y aislado, sitio privilegiado para gente muy famosa y adinerada que ha hecho de este lugar su morada de verano o de retiro.
La cotidianeidad es discreta, sólo los días de mercado la plaza pública se anima con productores venidos de poblaciones cercanas a ofrecer sus mercancías, especialmente los derivados de la lavanda con jabones y lociones.
El café del centro es un lugar pintoresco, donde tomar el aperitivo es un acto religioso, y el café con croissant de la mañana es una tradición tan respetada como los días de mercado.
Catálogo de siglos
Esta pequeña aldea está clasificada dentro de los más bellas de Francia, según un programa establecido en los años 80 el cual reglamenta esta etiqueta.
Entre las curiosidades locales están los vestigios de un poblado Borie, construcciones realizadas totalmente en piedra, cabañas, establos y hornos de pan, este tipo de extraños asentamientos están diseminados en todo el departamento de Luberon, y constituye uno de los lugares insólitos de este país, los vestigios datan del siglo VIII, toda la región es un catálogo de siglos y épocas muy remotas.
A pocos kilómetros de Gordes, descendiendo por un caminito estrecho y panorámico, se llega a la abadía Sénanque, un icono del sur de Francia. El intenso aroma de espliego que despide el campo de lavanda cosechado frente al convento, parece dar una aromática y colorida bienvenida, es más que un atractivo turístico, es parte de la cosecha anual de lavanda que los monjes de la orden cisterciense, quienes viven en esta abadía, producen y comercializan, así como la miel y sus productos derivados.
Esencia del silencio
La abadía cuenta con servicio de hotelería para los que desean realizar un retiro silencioso por un máximo de hasta 8 días, con las condiciones de pagar el módico precio de hospedaje (50 usd aproximadamente) y guardar silencio total durante toda la estancia, ademas no se permite el uso de ningún aparato electrónico como Mp3 o teléfonos celulares.
En las proximidades de Gordes, los campos de lavanda se suceden, y otros pueblitos muy pintorescos se localizan relativamente cerca, el camino principal es la encrucijada de una de las Rutas de la lavanda, accesible únicamente durante los cálidos meses de verano, debido a las condiciones de cultivo y cosecha de esta aromática planta.
A la hora del crepúsculo, las chicharras ensordecen con su canto y las aves regresan a su refugio, mientras una mesa larga con 10 comensales animan el restaurante tocando una guitarra con habilidades gitanas, en la mesa un copa de rosado y el menú anuncia costillas de cordero aromatizado a la lavanda.
Resguardo y tradición
En 1982 se creó un programa con miras a proteger el patrimonio y las tradiciones locales bajo el nombre de «Le Plus Beaux Villages de France» (Los pueblos mas bonitos de Francia).
Los criterios para formar parte de este selecto grupo de pueblitos es muy estricto y está bien definido, estos lugares no pueden tener más de 2000 habitantes, la artesanía local y la conservación del patrimonio arquitectónico no puede ser modificadas, los restaurantes tienen que ofrecer principalmente especialidades gastronómicas locales.
Actualmente existen 151 pueblitos con este sello, Gordes es uno de ellos.
En México se creó un concepto similar, denominado «Pueblos Magicos».
Más información: France Voyage