La Huasteca Potosina está inmersa en la Sierra Madre Oriental y es una región que debe su nombre a la cultura que ahí habitó antes de la llegada de los españoles y cuyos descendientes aún recorren los cerros, bosques y rincones que encierra.
Comprende algunas regiones del noroeste de Querétaro, el sur de Tamaulipas, el este de San Luis Potosí, el noroeste de Hidalgo y una porción del norte de Puebla y del norte de Veracruz.
Debido a la diversidad geográfica, la Huasteca Potosina cuenta con una serie de lugares que por su belleza, motivan la visita tanto de aventureros, antropólogos, biólogos y todas aquellas personas amantes de la naturaleza.
Atractivos
Ocasionalmente, durante un recorrido, el visitante puede ser “opacado” o cubierto por una nube gris, que no es de lluvia, sino de cientos de vencejos –pájaros insectívoros similares a las golondrinas- que salen de entre la vegetación y sirven de guía para descubrir un impresionante lugar y casi único en el mundo, conocido como el «Sótano de las Golondrinas”.
Este sitio deja boquiabiertos a quienes tienen oportunidad de observarlo por las mañanas, hasta que los rayos de sol se cuelan entre la vegetación alta e iluminan el interior de esa falla geológica, lo que hace que una parvada verde también abandone el lugar, y son nada menos que loros huastecos.
Tiene una profundidad de 500 metros (350 en caida libre) y 70 de diámetro. Es el albergue natural de miles de aves de estas especies, las cuales desde muy temprano salen a pasear por diferentes regiones y verlas llegar o partir es un verdadero placer.
Por las tardes, también es todo un espectáculo ver el retorno de las aves, pues antes de que caiga el manto oscuro, empiezan a dar vueltas sobre el “Sótano”, y cuando ven una oportunidad, como aviones de guerra se lanzan en picada y con mucha precisión penetran en la cueva velozmente.
Con el sólo hecho de observar este tipo de aves, hace que al visitante se le olvide el paso del tiempo.
Asimismo, en el municipio de Xilitla, se encuentra el palacio de Sir Edward James, con 23 estructuras inacabadas y de extraña composición, la mayor parte de la edificación pertenece al jardín y compagina con la naturaleza. En la entrada se descubren piezas con la figura de siete serpientes (los pecados capitales), “Los anillos de la reina”, la escultura de las manos del propietario como bienvenida, “El Pasillo de las orquídeas” y “La casa de bambú”, que es estancia de los animales de la zona, entre otros.
Además, la zona arqueológica de Tantoc, es la muestra fehaciente de la existencia de los pobladores de la Huasteca Potosina. Descubierta en 1988, en la actualidad prosiguen las investigaciones y será abierta al público a mediados de este año.
En los cinco estados mexicanos: Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas y Puebla, hay muchas regiones similares a descubrir, donde los componentes naturales y culturales definen de manera especial los rasgos que los hacen distintos debido a las características naturales, a sus culturas, a su biodiversidad que mantienen vivas la creatividad artísticas de los habitantes a través de sus artesanías y actividades.
Deportes Extremos
La exótica región de la huasteca, cubierta por vegetación tropical y bañada por ríos y lagunas, también ofrece a los visitantes la oportunidad de diversión para toda la familia, mediante la práctica del conocido como turismo de aventura.
Arribar a Ciudad Valles, al sureste de San Luis Potosí, es el inicio de la aventura. De ahí, a cualquier punto de interés sólo hay una separación de 120 minutos, desde donde se pueden prácticar actividades como rapelear, descenso en kayak, espeleología, rafting, natación, excursionismo, campismo y mucho más cosas que pueden hacer unas vacaciones muy diferentes y divertidas.
¿Por dónde empezar? Por donde se prefiera. Un descenso en el Río Santa María (rafting), hará vibrar todo tu ser, en primera instancia por el vértigo de la corriente y el movimiento constante de la balsa y después por la contemplación del paisaje, el encañonamiento de las aguas del Río Tampaón y los riscos de impresionante magnitud, en un viaje de cuatro horas y media.
Si de pendientes hablamos, nada como practicar la escalada o descenso en cuerdas (rappel) y esto se da en la Cascada de Tamul, donde los más intrépidos, en un abrir y cerrar de ojos realizan la hazaña, otros por el contrario, al mirar el precipicio y paralizarse por el miedo deben ser asistidos por los guías.
Del mismo modo, está la tirolesa, un deslizamiento a buena velocidad por un alambre con una distancia de 200 metros sobre la espesura de la selva que se localiza en el municipio de Aquismón.
Además, cuenta con importante infraestructura turística para descansar y poder emprender la aventura en insospechados lugares para la práctica del ecoturismo y turismo de aventura.
Historia en la Huasteca Potosina
Además de los lugares increíbles, la Huasteca Potosina cuenta con interesante historia, ya que antes de la colonia el territorio estaba poblado por diversos grupos, tales como los huastecos, tepehuas, otomíes y totonacos entreverados con los guachichiles, pames y grupos aztecas o mexicas que llegaron a constituir una sociedad dominante en Mesoamérica, como lo fue la náhuatl. La región era conocida como Xiuhcoac, que significa “serpiente de turquesas”.
Los pobladores indígenas conforman importantes núcleos de población que superan la cifra de 250 mil: el náhuatl, el tenek y el pame, quienes mantienen un fuerte perfil cultural de la región. Se estima que estos grupos étnicos que hablan sus propias lenguas, están emparentados con la cultura maya y desde luego con quienes intentaron dominarlos, los mexicas del Altiplano.
Son muchos los sitios del mundo antes de la llegada de los españoles que se expresan en la arquitectura, la cerámica y la escultura. Así, la figura emblemática es la conocida como el “Adolescente huasteco”, identificado con el dios del maíz.
A la caida de Tula, una oleada migratoria nahua llega a poblar el poniente de Veracruz y oriente de San Luis Potosí, para posteriormente consolidarse en el centro y sur de la Huasteca, a partir de la conquista, donde grupos de huastecos fueron “nahuatlizados” a raíz de la invasión. Desde entonces, el idioma ha sido hablado en la Huasteca en las mismas zonas.
También, los nahuas aztecas invadieron el territorio de los huastecos, ocupando casi todo el sur de la región, desde Temapache y Tamael hasta Aquismón, San Luis Potosí.
Otro aspecto digno de resaltar de esta bella zona, es el género musical conocido como sones huastecos o huapangos, donde se conjuntan los sonidos del violín, la guitarra y la jarana.
En su oportunidad, la desaparecida etnomusicóloga Irene Vázquez, expresó que “El huapango es una tradición compartida por los habitantes de la Huasteca, sin importar el origen étnico”. Y posee cuatro significados: la tarima o lugar donde se zapatea; el conjunto de músicos con sus instrumentos; la música o huapangos; y la fiesta o fandango, es decir, el baile público al aire libre, donde participan quienes se dejan envolver por el embrujo de esta música.
Esto es una más, junto con las danzas, sus artesanías y su universo gastronómico, de las manifestaciones que se expresan en la Huasteca Potosina y representa para propios y extraños la identidad vinculada al pasado prehispánico.
Es así como San Luis Potosí se convierte en la excelente opción al ofrecer gran diversidad de atractivos para quienes gustan de la aventura, pues se distingue por la vegetación tropical, donde practicar los deportes más excitantes con paisajes naturales.
Más información: Visita San Luis Potosí