Balnearios que ofrecen desde alimentación hasta esparcimiento. Aguas termales, con propiedades curativas y de relajamiento. La hospitalidad de los tarascos, importante para el disfrute.
Estas zonas, permiten el desarrollo de espacios ecológicos que dan vida a magníficos balnearios y parques acuáticos, donde los visitantes, además de fortalecer la convivencia familiar, encontrarán salud, reposo y entretenimiento, pues los habitantes de la región brindan una hospitalidad incomparable.
La Ruta de la Salud ofrece grandes atractivos y aspectos chuscos, ya que, por ejemplo, el agua que brota de las entrañas del subsuelo, está casi a punto de ebullición, al grado de que integrantes de las comunidades muestran a los paseantes lo anterior, al sumergir un huevo de gallina en los manantiales, mismo que a los pocos minutos se encuentra ya cocido y lo ofrecen a los turistas.
El agua fluye a una temperatura promedio de 30 grados centígrados, lo que la hace agradable al cuerpo humano. Son varios los puntos en donde las aguas termales, permiten la formación de balnearios donde los visitantes encuentran un rincón de descanso y relajamiento, además de aprovechar los efectos y cualidades medicinales de sus aguas sulfurosas.
De Morelia a Chapala
Para gozar de una relajante experiencia, se recomienda viajar a Morelia y sus inmediaciones, que es donde se encuentra la mayor parte de los balnearios que se extiende desde el norte de Michoacán hasta el extremo noroeste de la Ciénega de Chapala, que es donde existen aproximadamente 400 manantiales y se le conoce como la Ruta de la Salud.
La composición química de las aguas tiene efectos especialmente terapéuticos, por el solo hecho de localizarse en condiciones climáticas favorables que las hacen adecuadas para los tratamientos balneo-curativos.
Cada uno de los manantiales se sitúa en condiciones climáticas favorables con grandes posibilidades para los desarrollos turísticos, ya que los espacios ecológicos son perfumados por bosques de oyamel y pino; es por ello que se asegura que el visitante encontrará los espacios ecológicos adecuados para el relajamiento, tranquilidad y salud, apoyados por el sol y el fluir de las aguas cristalinas de los innumerables manantiales.
La Ruta de la Salud
Para llegar a Los Azufres, que se encuentra en medio de bosques, lagunas, cabañas, áreas de campamento y bellos paisajes, se arriva por la carretera México-Guadalajara, por la desviación que sale a 5 kilómetros de Ciudad Hidalgo.
Desde que se está en las inmediaciones, el visitante se percata de que está en una de las regiones más hermosas del estado purépecha, con montañas densamente pobladas de pinos y abetos, géisers, lagunas y manantiales que sirven de marco para disfrutar de varios campamentos turísticos como “Laguna Larga” y “Los Azufres”, que además de contar con cabañas y áreas de campismo, ofrecen magníficas albercas de aguas termales, famosas por sus cualidades terapéuticas.
En todo el recorrido existen restaurantes donde hay frescas truchas con el peculiar sabor de la gastronomía michoacana. La Ruta de la Salud nace en el municipio de Jungapeo, con un clima semitropical y lugares excepcionalmente maravillosos, aderezados con cascadas e inusitados paisajes.
Otros municipios dignos de visitarse son Tuxpan, ubicado a 28 kilómetros al noroeste de Zitácuaro, donde se encuentra la cascada «El salto del Moro«; «Huétamo de Núñez«, típico poblado de la Tierra Caliente y al cual se puede acceder por la carretera estatal Morelia-Carácuaro-Huetamo, famoso por su orfebrería de oro, platillos como la cecina y la longaniza, quesos secos, el mango verde y la ciruela en salsa de chile guajillo, entre otros. La demanda de huaraches y sombreros en este pueblo, es amplia.
Contepec es un municipio donde encontramos confortables balnearios de aguas termales. Aquí se ubica el parador turístico de Tepuxtepec, una gran presa que convierte el lugar en óptimo para la práctica de deportes acuáticos como el veleo y el motoesquí.
También, durante el recorrido por la Ruta de la Salud, no debe dejar de visitar Carácuaro de Morelos, un alegre poblado de Tierra Caliente donde vivió y ofició como cura el insurgente José María Morelos y Pavón. De esta población salió apenas con 16 hombres armados con rumbo a la lucha por la libertad nacional.
Se conserva, tras el altar principal, el “Cristo Negro de Carácuaro”, que data del siglo XVI y que fuera donado por Fray Juan Bautista, mejor conocido como el Apóstol de Tierra Caliente. También hay un pequeño museo que custodia objetos pertenecientes al Siervo de la Nación y una escultura que los lugareños conocen por “Morelitos”, por tratarse de Morelos cuando era niño.
Estas son solo unas cuantas razones para visitar estos parajes del estado de Michoacán, una excelente oportunidad para consentir al cuerpo en la Ruta de la Salud y disfrutar de un día de sana convivencia en compañía de familiares o amigos, a tan solo unas cuantas horas de la Ciudad de México… ¡aventúrate a conocerlos!
Más información: Los Azufres, Michoacán