Gotas de miel y vida
Al enterarse de que su hija estaba encinta, los padres de la princesa, enojados, planearon deshacerse del niño cuando naciera. De esta forma fue abandonado en un hormiguero, pero las hormigas en vez de devorarlo lo alimentaron con gotas de miel.
Abrigo de madera
Meses después Tepoztécatl fue dejado entre las pencas de un maguey, mas éste lo abrazó con sus pencas, lo alimentó con aguamiel y finalmente lo mandó corriente abajo del río Atongo en una caja de madera. De ahí lo recogió una pareja de ancianos, quienes lo adoptaron, criaron y enseñaron todo lo que sabían.
Triunfo frente al mal
Años después, en Xochicalco, Tepoztécatl derrotó al monstruo Xochicálatl, por lo que fue festejado a su regreso a Cuernavaca. Al salir de la comarca se llevó el sonoro teponaztli y corrió con él a Tepoztlán, evitando que lo alcanzaran al provocar con una torrencial lluvia una gran barranca, lo que le permitió llegar a tocar el teponaztli sobre el cerro del Tepozteco.
Festejo cristiano
En 1538 Tepoztécatl fue convertido al cristianismo por Fray Domingo de la Anunciación, quien lo bautizó el 8 de septiembre, dando origen así a la fiesta que cada año se realiza en ese día. Una fiesta de mucho color y viveza que recuerda que el bien siempre prevalece frente al mal.
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