Loreto, en lengua indígena, significa “mangle colorado” y fue denominada así por el Jesuita Juan María de Salvatierra, en memoria del día que arribaron los conquistadores españoles al lugar, que fue el día de “Nuestra Señora de Loreto”.
El municipio de Loreto está en la costa oriental de la parte central de la península de Baja California, a 359 km. al norte de la ciudad capital La Paz por la carretera costera, a 138 km. de Ciudad Constitución, a 135 km al sur de Mulegé y a 412 km. al sur de Guerrero Negro por la carretera trans peninsular, que cruza la franja territorial pasando a un lado del Volcán Tres Vírgenes, hogar del borrego Cimarrón. Por la vía aérea se puede llegar por el Aeropuerto Internacional de Loreto.
Cuenta con un medio geográfico excepcional, donde la naturaleza lo privilegia con paisajes referidos al desierto, el Mar de Cortés y la montaña, específicamente, a la impresionante Sierra de la Giganta.
Loreto cuenta con una superficie de 4,311 km2, contando con 223 km. de litorales, que incluyen sus 5 islas e islotes. En Loreto se resguarda la sierra de La Giganta, la cordillera de la mayor altitud del estado (1,680 m.s.n.m.) y se encuentra también el inactivo volcán El Azufre, a una altitud de 1,660 m.s.n.m. Su clima seco semicálido, presenta una temperatura máxima promedio, en el verano, de 43° C y una mínima de 12° C. En el invierno la temperatura máxima promedio es de 37° C y la mínima es de 2.9° C.
La bahía de Loreto incluye las islas Coronado, Del Carmen, Danzante, Montserrat y Santa Catalina, todas ellas parte del Área de protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California desde el 2 de agosto de 1978. En ellas se encuentran una buena variedad de madreperlas, estrellas de mar, caracoles ermitaños, corales de abanico, orcas, ballenas azules, delfines y lobos marinos, entre otras especies.
Historia
A la llegada de los conquistadores españoles en 1533, observaron a los grupos indígenas Pericúes, Guaycuras y Cochimíes (hombres del norte).
Descubierta casi por accidente a fines de 1533, Baja California funde en su historia ambición, curiosidad científica, vocación evangelizadora y el desafío de la naturaleza. Por más de 150 años fue considerada una isla y diversas expediciones llegaron aquí buscando las perlas que desde el principio la hicieron famosa.
Loreto fue la primera capital de un territorio que abarcaba desde las Californias hasta Texas, incluyendo Sonora, Sinaloa y Coahuila, por ser la antigua capital de las Californias y por ser la primera misión permanente fundada por el jesuita Juan María de Salvatierra el 25 de octubre de 1697, misma que fue capital del territorio hasta 1829, cuando un terremoto la destruyó y la capital cambió a La Paz.
A Loreto siguió la fundación de pueblos antecedentes a las actuales poblaciones de La Paz, San José de Comondú, Todos Santos, San Francisco Javier Viggé Biaundó, San José del Cabo, San Juan Londó, San Ignacio y otros más.
El 8 de septiembre de 1703 se concluyó la primera iglesia de Loreto, de adobe y techo de madera, a la que se le trasladó la imagen de la Virgen de Loreto, contando con la asistencia de los sacerdotes de la California.
Hacia 1704 Salvatierra fue designado Padre Superior Provincial de la orden jesuita en México y promovió ante el Fondo Piadoso de las Californias el apoyo a la obra misional en la península.
El visitador Gálvez, en 1769, dicta disposiciones que benefician a los indígenas de Loreto, al fundar un colegio para la formación de buenos marinos y pescadores capaces.
Hacia 1769 Las Californias se dividen en Vieja California y Nueva California, después conocidas como Baja California y Alta California, respectivamente. En 1777 por reales disposiciones.
Loreto deja de ser depositaria de los poderes del virreinato y capital de las Californias, categoría que tuvo por 79 años, trasladándose ésta a Monterrey, Alta California.
Para 1804, al estar separadas las Californias, Loreto fue designada de nuevo capital, pero únicamente de la Baja California y se nombró Gobernador al capitán Felipe de Goicochea. El 4 de marzo de 1822, el capitán José María Mata, Gobernador interino de la península, defendió a Loreto del ataque de una escuadra chilena comandada por el filibustero inglés Lord Thomás de Cochrane saliendo victorioso.
El 7 de marzo de 1822, el capitán José María Mata, convocó al pueblo de Loreto para proclamar en compañía del Primer Alcalde de Loreto, Juan Higuera, la incorporación de la península al nuevo México Independiente.
El domingo 7 de julio de 1822, Agustín Fernández de San Vicente, enviado a Loreto por el emperador Iturbide, en Sesión Solemne de Cabildo presidió la Jura de Independencia y firmaron esa acta de obediencia en la sede del Ayuntamiento, en el sitio que hoy en día se le conoce como la Casa de Piedra.
El 17 de agosto de 1833 el sistema misionero en toda la nación fue secularizado por decreto de Gómez Farías, colocando las funciones del estado, las temporalidades concedidas o vendidas a individuos y, además las órdenes religiosas encargadas de su administración fueron abolidas. Con ese decreto se clausuraron las misiones de Alta California y legalmente finiquitaron los establecimientos dominicos en la península.
En 1828 se trasladó la capital de Loreto a San Antonio para posteriormente y en definitiva establecerse en La Paz. Al firmarse en 1848 el Tratado de Guadalupe-Hidalgo se perdió la Alta California y al reorganizarse Baja California se crearon dos territorios con los Partidos Norte y Sur. En 1948 se inicia, a 250 años de su fundación y a 200 de su construcción, el proceso de reconstrucción y rehabilitación de la misión de Loreto.
Atractivos
En la sierra de La Giganta, que comprende el municipio de Loreto, hay diversos vestigios de arte rupestre que datan de más de 10,000 años; en las paredes de piedra de estas montañas, quedaron como único testimonio de su existencia, los símbolos de los aborígenes que habitaron esta zona, en un rico colorido en verde, negro, amarillo y rojo; desafortunadamente, por la depredación de la naturaleza y del hombre, las pinturas rupestres se encuentran visiblemente deterioradas e incompletas.
La Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó fue fundada en 1697, por Juan María de Salvatierra; el recinto religioso se ubica en la calle Salvatierra, en el centro Histórico de Loreto. En su interior se conserva obras del siglo XVIII, como son: un retablo con cinco óleos, una campana de 1734, un crucifijo, catorce óleos, dos esculturas de la Virgen de Loreto, una de ellas en el altar mayor, y la llamada Peregrina, traída a Loreto por su fundador, el jesuita Juan María de Salvatierra y un Vía Crucis.
El Museo de las Misiones está ubicado también en la calle de Salvatierra; Anexo a la iglesia está el edificio que alberga el Museo de fábrica del siglo XVIII. De origen ese inmueble se destinó a almacén general y comisaría, pasando luego por local de prisión, escuelas y casa de la cultura, hasta que en 1973 el Gobierno Federal expropió el inmueble y lo decretó Museo. Se exhiben colecciones de armas y herramientas coloniales, pinturas y esculturas de los siglos XVII y XVIII, destacando los retratos del fundador de la orden jesuita, Ignacio de Loyola, así como del Apóstol Santiago y San Miguel Arcángel. Destaca por su dimensión y belleza el Cristo yacente, figura casi de tamaño natural con brazos articulados de madera estofada y policromada.
En la Colección Etnográfica, se ofrecen muestras de objetos artesanales regionales como sillas de montar, cabestros y la vestimenta típica del ranchero sudcaliforniano. Destaca también una gran campana que en 1875 cayó al mar al intentar embarcarla con destino a otra misión y que se rescató por unos pescadores en 1975.
Dónde divertirse
Se puede considerar que sus islas son idóneas para quienes practican la pesca deportiva, el buceo, la navegación, o para quienes simplemente desean disfrutar la tranquilidad de las playas, siendo las mejores las de Nopoló, Puerto Escondido, Bahía de Concepción, Puerto Agua Verde y Juncalito.
Pero además, entre Loreto y Paz se encuentra la escarpada y bellísima Sierra de la Giganta. Su longitud es de 250 km, y en toda su superficie ofrece gran cantidad de elevaciones, que son un reto para quienes gustan de los deportes de montaña, excursionismo y camping.
