En Los Cabos se encuentran los mejores hoteles de México y algunos de los más reconocidos a nivel mundial, con tarifas que alcanzan varios miles de dólares por noche.
Tal vez estás acostumbrado a las playas que ofrecen las zonas tropicales de México: las de Guerrero o la Riviera Maya, con sus imponentes entornos de vegetación, pero Los Cabos ofrecen una nueva experiencia para tus vacaciones.
Ahora, imagínate que manejas en la carretera costera San José del Cabo-Cabo San Lucas. A mano derecha, se aprecian los tonos ocres del desierto. En el horizonte se divisa el filo curvilíneo de los cerros. Aquí y allá, se observan enigmáticas siluetas con los brazos levantados, que parecen dirigir silenciosas plegarias a los dioses de la lluvia; son los cactus, los habitantes del desierto. En cambio, a mano izquierda, es muy distinto el espectáculo que te brinda la costa. Después de tanta aridez es una verdadera delicia perder la vista en este infinito mar azul rey, que centellea bajo el sol del Pacífico. Desde la carretera podrás ver playas de ensueño, que sólo invitan a descansar y enamorarse de la región.
A principios de la década de los 80 San Lucas era una pequeña población de unas cuantas calles y dos o tres cantinas, sin nada qué hacer. Cuando apenas en San José del Cabo se desarrollaban los primeros trabajos para convertir la punta de la península de Baja California en un Centro Integralmente Planeado (CIP).
La transformación
Actualmente de aquella población solo quedó el recuerdo. En unos cuantos años se construyó una ciudad entera planeada para el divertimiento, con grandes hoteles y coloridos desarrollos inmobiliarios, campos de golf, todo tipo de comercios, tiendas, restaurantes, bares y una gran marina donde descansaban enormes y lujosos yates.
Todo eso era resultado del proyecto que impulsó el presidente Gustavo Díaz Ordaz a finales de los 60 y que comenzó a concretar Luis Echeverría a principios de los 70, de construir cinco CIP’s (Centros Integralmente Planeados), comenzando por Cancún, en Quintana Roo y siguiendo con Ixtapa, en Guerrero. Los Cabos había sido el tercero y ahí estaba el producto de ese plan.
Hoy, Los Cabos, en Baja California Sur, es el destino turístico más sofisticado de México y uno de los más importantes del mundo, donde se concentra la principal oferta de turismo premium del país.
No es un azar si los grandes hoteles se edificaron en esta zona. Entre ellos destaca el Hilton Los Cabos. Cuenta con instalaciones y servicios de gran lujo para recibir turismo de vacaciones y reuniones empresariales. Lo más sorprendente es su inmensa alberca de aguas siempre calientes, que permite nadar a toda hora. Presenciar el inolvidable espectáculo de la salida del sol desde la perspectiva del hotel es algo inolvidable. El agua de la alberca y la del mar se unen para formar una única superficie líquida, realizando una comunión total con del mar. ¡Mágico!
Entre los mejores hoteles mexicanos y algunos de los más reconocidos a nivel mundial, se encuentran One & Only Palmilla, Las Ventanas al Paraíso y Esperanza, con tarifas que alcanzan varios miles de dólares por noche; es una de las Mecas del golf internacional y un paraíso para la pesca deportiva. La insólita conjugación de mar con desierto le da una belleza poco común, además de que cuenta entre sus activos al Mar de Cortés, considerado el mayor acuario natural del planeta.
Otro atractivo del lugar es la observación de la fauna, que comprende aves como los pelícanos y animales marinos que conocerás en tus paseos con el snorkel o escrutando el horizonte, ya que en febrero y marzo la costa se convierte en un importante lugar de paso para las ballenas.
El tradicional San José del Cabo
La costa de Baja California Sur ofrece un perpetuo deslumbramiento ante las bellezas del planeta. Pero más allá de sus paisajes, la región se da a conocer también a través de sus habitantes y de sus ciudades. Históricamente, la región ha sido tierra de inmigración. La población actual de Baja California se compone de ciudadanos norteamericanos y mexicanos a partes iguales. De ahí viene que el vocabulario, el arte culinario y la forma de vivir resulten notablemente influenciados de ambos lados.
San José del Cabo, cabecera del gobierno municipal, es una ciudad tranquila y tradicional, con callejones estrechos, parques y pequeñas tiendas. Su entorno es cálido y apacible. Cuando cae la tarde y el sol y la brisa son aún más suaves, es el mejor momento para hacer recorridos por sus pintorescas calles y gozar de algunos de sus discretos restaurantes y bares, ya que disfrutar de la comida regional es otro de sus grandes placeres. Sin embargo, la pesca (de dorados, atunes e incluso marlines) siempre ha sido la atracción principal, partiendo de un pequeño poblado llamado La Playita.
Es un gusto pasearse por el centro de la pequeña ciudad de San José del Cabo. Aquí todo es esmerado y luminoso. La especialidad de la región es una fusión entre la gastronomía mexicana, mediterránea y norteamericana y aquí encontrarás lugares excelentes para comer, entre los cuales te recomendamos el suculento sazón del restaurante La Sirena. También podrás descubrir aquí el sabor incomparable de los auténticos Croissants franceses (cuernitos) en la panadería Saint Tropez.
Si decides quedarte en el corazón de la ciudad, el Hotel Boutique Casa Natalia te abrirá sus puertas. El lugar está organizado como un conjunto de pequeños edificios escalonados como podrían serlo en un pueblo de montaña. Aquí, todo está diseñado para que te sientas verdaderamente en casa. Después de nadar en la alberca que se asemeja a una fuente griega y de probar la cocina franco-mexicana, podrás disfrutar en la hamaca de la terraza privada de tu habitación de una deliciosa tranquilidad.
En San José se levanta el Club Campestre del mismo nombre, que incluye un campo de golf de 18 hoyos, 900 casas y condominios, lotes comerciales, club de playa y club social en un área de 220 hectáreas.
Si las ganas de ir de compras no te dejan descansar en paz, a media hora de carretera encontrarás la ciudad de Cabo San Lucas, que junto a San José forma Los Cabos. En Cabo San Lucas encontrarás avenidas de estilo californiano, donde las mejores marcas internacionales tienen su boutique. Después de haber pasado una semana en Los Cabos, es muy probable que estés de nuevo lleno de energía.
De aquel pueblito insignificante y aburrido no queda nada. Actualmente, Los Cabos vive de día como de noche y, aunque los que vivimos en el centro de la república nos parece un lugar lejano, en realidad solamente toma dos horas de avión para llegar.
¿Qué hacer en Los Cabos?
Destino muy completo, donde hay mucho qué hacer a cualquier hora, Los Cabos ofrece actividades de turismo de aventura y ecoturismo, como paseos a caballo en El Médano; caminatas en el estero de San José del Cabo, donde habitan más de 150 especies de aves; buceo en la Roca del Pelícano, Punta Gorda y El Arco, icono del destino; deportes extremos y kayak en El Chileno y la Playa del Amor; pesca en alta mar o en el Parque Nacional Marino Cabo Pulmo; y surfeo en Boca de la Vinorama, Costa Azul y Acapulquito.
Las playas más importantes son Médano, Cabo Pulmo (Hoy un área protegida bajo el designio de Parque Natural), Punta Palmilla, los Barriles y San Pedrito, además de 24 islotes habitados por aves, focas y leones marinos, mismos que han sido declarados ya como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, la Ciencia y la Educación (UNESCO). Justo donde se encuentran el Océano Pacífico y el Mar de Cortés, se yergue majestuoso el monumental Arco de Roca, símbolo de este espléndido sitio. También son admirables las pinturas rupestres de la Cueva de la Serpiente y la Cueva Pintada.
El entretenimiento también lo encontrarás en las compras, que se realizan en infinidad de pequeños comercios de artesanías, donde encontrarás joyas de plata, muebles rústicos, máscaras, objetos de vidrio soplado y de cerámica; en mercados al aire libre o en exclusivas boutiques de reconocidas marcas, así como en los grandes centros comerciales como Plaza Puerto Paraíso, Plaza del Mar, Sol Dorado, Plaza Bonita, Almacén Goncaseco y Copal.
Otro de los atractivos de esta parte del Pacífico Mexicano es su agitada vida nocturna. En el corredor turístico hallarás sitios para disfrutar de la música, cuyos ritmos van desde los beats del pop hasta el rock, propios para bailar a la orilla del mar, acompañado de platillos típicos, una copa o, incluso, un café. Algunos de estos lugares son: Cabo Wabo, el más popular de todos; Billy’s Island, The Nowhere Bar, Squid Roe, otro de los más famosos y Hard Rock Café, restaurantes-bar con música en vivo para bailar.
Como complemento, un atractivo más de este destino bajacaliforniano es su oferta gastronómica, que lo mismo la encuentras en pequeños expendios, que en exclusivos restaurantes gourmet.
Entre sus especialidades están los guisos elaborados con pescados y mariscos, pero la cocina de esta región mezcla una gran variedad de sabores como el estilo pastor y marinero. Por otro lado, están los burritos de machaca de res, langosta, camarón o manta raya y los frutos del mar rellenos, como la jaiba, pescado y camarones. Entre sus postres tradicionales encontrarás ates y dulces de temporada en almíbar.
Pero nunca pierdas de vista que Los Cabos es la Meca nacional del turismo prémium, con su oferta de golf, Spas y navegación.
Sus campos de golf están considerados entre los mejores del mundo, varios de ellos diseñados a la orilla del mar. Entre los más importantes están el Cabo Real, El Dorado, Palmilla, Cabo del Sol, Club de Golf Raven, San José, La Querencia y el San Lucas Country Club.
Por su parte, los diferentes Spas ofrecen toda clase de tratamientos y técnicas. De entre los más renombrados destacan Sueños del Mar, Nahui y el del hotel Las Ventanas al Paraíso.
Por último, Los Cabos cuenta con una marina de primer nivel, que alberga lujosos yates privados, barcos de pesca y veleros, en sus 380 muelles individuales. Aquí dispones de excelentes instalaciones y todos los servicios náuticos que requieras. Este sitio está rodeado de hoteles, buenos restaurantes y comercios.
Pero no es la única, también cuenta con las marinas Solmar y Cabo San Lucas, donde es posible alquilar un yate para salir a pescar o, simplemente, navegar y disfrutar de todo lo que ofrece éste, que es el destino más exclusivo de México.
Sin embargo, esto ha motivado algunas diferencias entre los productores y los ambientalistas, quienes afirman que debido a las aguas salinas es que llegan al lugar los cetáceos.
Entonces, con el propósito de fomentar la preservación de la ballena gris, México se adhirió a la Comisión Nacional Ballenera desde 1949 y a partir de entonces ha promulgado una serie de decretos para la protección de la especie y su hábitat.
Finalmente, en 1988, se decretó reserva de la Biosfera, misma que integra al complejo de lagunas y sitios de alimentación y reproducción de ballenas.
Compromiso ambiental
Es así que, combinados estos factores, tanto ecológicos como industriales y turísticos, los empleados de la Salinera y los demás habitantes de Guerrero Negro y prestadores de servicios turísticos han aprendido a respetar el medio ambiente y a poner en práctica medidas que ayudan a la conservación.
Más información: Visita Los Cabos