Sin lugar a dudas, el tiburón es el animal más emblemático que existe. Es majestuoso, con anatomía perfecta, provisto de organismos sensoriales que lo hacen el mayor depredador del océano, lugar que ha habitado desde antes de la existencia de los dinosaurios, siendo esencial su presencia en el balance del ecosistema marino.
S.O.S.
A pesar de ello, actualmente los tiburones requieren más que nunca de nuestra ayuda, ya que en promedio al año se matan 75 millones de estos maravillosos seres. Para ponerlo en contexto, esta cifra representa el 60% del total de la población en México, ¡se imaginan!, y la principal razón para su cacería es el obtener sus aletas para el consumo de sopa de aleta de tiburón, considerada un manjar en varios países asiáticos. Además, la forma de capturarlos resulta una masacre inmisericorde, sacándolos del agua, cortando sus aletas y regresándolos vivos al océano, para que mueran minutos más tarde.
Desafortunadamente, no existe una empatía con los tiburones como lo existe con otros animales igualmente amenazados, muchas personas los ubican como temibles asesinos y en muchas ocasiones los catalogan como “come hombres”. Lo anterior, es con certeza, un mito que debemos terminar para que cada día más gente apoye a su conservación.
¿Ataques o accidentes?
En los últimos años, en promedio se registran de 80 a 100 casos de mordeduras de tiburón a lo largo y ancho del planeta, de éstos solamente en promedio 8 son fatales. ¿Qué nos dice esto?, en primer lugar, que la probabilidad de que seamos mordidos por un tiburón es ínfima (en promedio una mordedura por cada 11.5 millones de personas realizando actividades acuáticas), y en segundo lugar, que las mordeduras se deben a que en ocasiones nos confunden con su alimento común, por ello les debemos llamar accidentes, más no ataques.
Existen registradas más de 300 especies diferentes, siendo las más emblemáticas los grandes blancos, los tiburones tigre o tintoreras, los tiburones toro, los martillos y el pez más grande del océano el tiburón ballena.
Tiburón ballena
Cada año, en las aguas de Quintana Roo, a menos de 90 minutos en bote, se pueden observar a más de una docena de tiburones que pueden alcanzar los 8 metros de largo. Alimentándose en la superficie, abren sus enormes fauces para filtrar el agua y comer plancton; por la claridad del agua, el número de ejemplares y la facilidad para nadar cerca de ellos, debemos considerar a Quintana Roo como uno de los mejores lugares en el mundo para estar en contacto con este majestuoso animal. Una experiencia única que se puede disfrutar con toda la familia.
Tiburón tigre y tiburón martillo
Las grandes escuelas de tiburones martillo, famosas tanto en las Islas Galápagos, en Ecuador, como en la Isla de Cocos en Costa Rica, cada día son más frecuentes de observar en el Archipiélago de Revillagigedo, un grupo de islas en el océano Pacífico que forman parte del estado de Colima y que a partir del 17 de julio de 2016 fueran declaradas por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad.
Con respecto a los tiburones tigre, llegan a alcanzar los cinco metros de longitud, son capaces de alimentarse casi de cualquier cosa, siendo su alimento favorito las tortugas. Son sumamente sociables con el ser humano, se acercan para explorarnos y reconocernos, y en momentos podemos pensar que hasta para sentir afecto por parte de nosotros. Son animales imponentes, pero con una gran expresión de cordialidad. En la actualidad, Las Bahamas son el mejor lugar para verlos, pero se cuenta con avistamientos cada vez más frecuentes, en las Islas de Revillagigedo y en el Mar de Cortés. Seguramente con las acciones de conservación que estamos realizando, en muy poco tiempo, su población crecerá y los avistamientos se incrementarán.
Tiburón toro
Cada año, de noviembre a febrero, se congregan un gran número de hembras preñadas de esta especie, en las costas de Playa del Carmen, a tan sólo 5 minutos de la costa se puede bucear a una profundidad de 80 pies, con al menos 15 tiburones. Su presencia es imponente, con dientes muy afilados, rehúyen al contacto, son cuidadosos y sigilosos, poseen la capacidad para transitar de las aguas saladas a las dulces. Definitivamente en estas prácticas de buceo debemos alertar nuestros sentidos y ser muy precavidos para no exponernos a una confusión con ellos. Sin embargo, al estar frente a frente nos sentimos seguros y nos damos cuenta que solamente están interesados en la carnada que los operadores de buceo les ofrecen. Sin duda, Playa del Carmen debe ser considerado uno de los mejores spots de buceo para conocer al “temido” tiburón toro.
Tiburón blanco
Sin duda, la imagen del rey del océano es la que tanto ha aterrado a millones de personas desde su aparición en la película Jaws. Un depredador perfecto, que puede alcanzar los 6 metros de longitud, con cientos de dientes en forma triangular, capaces de cercenar a un elefante marino y con una potencia que logra al salir del agua cuando ataca a sus presas.
En la actualidad, el gran tiburón blanco, habita principalmente en las aguas de Australia, California y Sudáfrica. Sin embargo, actualmente el mejor lugar para verlos es la Isla de Guadalupe, localizada a 241 km de la costa de la península de Baja California, en el océano Pacífico.
Así, por sus aguas cristalinas y la congregación de tiburones, de finales de agosto a finales de noviembre, México es el mejor lugar del planeta para contemplar al rey del océano.
Con responsabilidad y amor
No es necesario ser buzo certificado , para admirar tiburones, toda vez que las inmersiones se realicen en una jaula, lo anterior para prevenir accidentes, pero sobre todo para no interferir o molestar a estos maravillosos seres. Los tiburones son animales incomprendidos y satanizados. Ellos que no quieren devorarnos, sólo necesitan de nuestro apoyo para poder sobrevivir.
Es necesario crear conciencia de la importancia de los tiburones en nuestros océanos. Respetarlos y protegerlos se hace fundamental y en México tenemos la gran oportunidad de lograrlo, son los dueños y vigías de los océanos desde antes de que apareciéramos y esperemos lo sigan siendo una vez que desaparezcamos.
México es un Santuario de Tiburones y con la aportación de cada uno de nosotros lo seguirá siendo.