Aquel 16 de septiembre, en la madrugada, el cura Hidalgo hizo sonar las campanas de su parroquia, en la ciudad de Dolores (Guanajuato), para convocar a la muchedumbre a tomar las armas y luchar por su independencia.
Enardecidos todos, expusieron sus vidas en favor del ideal de todo un pueblo… de toda una nación
Habla la historia
De acuerdo a ciertas investigaciones, especialistas y divulgadores señalan que el cura Hidalgo no dio el Grito de Independencia a las cinco de la mañana, sino a las dos, asimismo se afirma que fue el 16 de septiembre de 1810, y no el 15 como en la actualidad se festeja.
Un siglo después, el 15 de septiembre de 1910, cuando el entonces presidente Porfirio Díaz quiso tocar la campana, sucedió lo inesperado, alguien amarró el bandajo y el instrumento musical no emitió ningún sonido. Fue necesario que algún ayudante del presidente la desatara para continuar, casi una hora después la ceremonia.
Para celebrar un cumpleaños
Además, durante la celebración del Grito de Independencia del 16 de septiembre de 1910, el presidente Díaz, reconsideró la situación e hizo cambiar la fecha de conmemoración para que coincidiera con el día de su aniversario.
Desde entonces, la noche del 15 de septiembre el presidente en turno sale al balcón del Palacio Nacional a tocar la campana y recordar la Independencia de México. Un hecho, que con todo y sus mitos sigue llenando de orgullo a todos los mexicanos.
¡Viva México, señores!
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