París

París. Capital francesa
El Arco del Triunfo. París.
El Arco del Triunfo

París año con año, recibe a millones de personas de todas las latitudes, atraídas por su estilo de vida, cultura, moda o su arquitectura señorial.

Y es que París se inventa día con día. Desde la época de los reyes hasta la actualidad, el genio creativo de ese crisol de culturas que amalgama al pueblo francés, no ha parado de reinventar, rediseñar, innovar o estilizar lo ya creado. Muestra de ello es que a lo largo y ancho de su superficie, existen testimonios del ingenio humano de todas las nacionalidades.

La Torre Eiffel. París.
La Torre Eiffel

Le Tour Eiffel

Esta gigantesca estructura de más de trescientos metros de altura, obra del ingeniero Gustave Eiffel para la Feria Mundial de principios del siglo XX, destaca desde cualquier punto de la Ciudad Luz, gracias a las leyes francesas que protegen y refuerzan su grandeza, prohibiendo la construcción de edificios de más de seis plantas en sus cercanías, salvo los rascacielos de la zona de Defense. Sin esta normativa arquitectónica, la Torre Eiffel dejaría de ser el signo distintivo de la ciudad.

Previo pago en la taquilla, puedes subir (si tu condición física te lo permite) hasta la punta, recorriendo los escalones que te separan de ella, o bien, usar uno de los ascensores. Es muy importante que sepas que hay boletos para cada planta; se puede sacar uno para la segunda, por ejemplo, y una vez allí, subir a la cima.

En la parte más alta de la Torre, deléitate con la magnífica vista que te ofrecen sus dos miradores: uno acristalado y otro más arriba al aire libre. La vista es impresionante, pero recuerda que si vas en enero, abrígate bien ya que el frío no permite estar demasiado tiempo arriba.

La Catedral de Notre-Dame.
La Catedral de Notre-Dame

Notre-Dame

Seguramente ya habrás oído hablar de este sitio. La primera vez que la veas, te invadirá una sensación extraña. A lo lejos, desde uno de los puentes que cruzan el Sena, su imponente figura, terrorífica y fantasmagórica, semeja un enorme monstruo de piedra dormido.

De cerca y a la luz del día, la Catedral de Nuestra Señora de París es un hermoso edificio de estilo gótico, cargado de historia. Este es el sitio donde el autor del Jorobado de Notre-Dame, dio vida a este personaje, recordándonos que no importa el exterior, lo físico, sino la nobleza que cada ser humano lleva dentro.

El Museo de Louvre.
El Museo de Louvre

Musée du Louvre

Este es, quizá, el museo más famoso del mundo. En su interior puedes recorrer hasta catorce kilómetros de pasillos, todos y cada uno de ellos repletos de pinturas y esculturas de grandes artistas y civilizaciones. Describirlo en toda su extensión nos llevaría mucho tiempo. Tu mismo tendrías que dedicarle varios días para recorrerlo completamente.

Dentro de las obras maestras que sus paredes resguardan, están la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia; la famosísima obra de Leonardo Da Vinci, La Gioconda, así como galerías de pintura francesa e italiana. Para los fanáticos a la egiptología, el Louvre cuenta con una amplia gama de objetos provenientes del Antiguo Egipto, ello debido a las incursiones que investigadores franceses realizaron a este país.

Jardín de las Tullerías. París.
Jardín de las Tullerías

Jardên des Tuileries

Saliendo del Louvre, uno de los máximos ejemplos de lo que es un jardín a la francesa, con el colorido y las estatuas de grandes personajes, es el Jardín de las Tullerías. Pasear por su cuidado césped y deleitarse con la fragancia de sus flores, es una experiencia para relajar el espíritu.

Este espacio ha sido remodelado en sus 30 hectáreas, situadas entre el Palacio del Louvre y la Plaza de la Concordia, y se inscribe en el marco del proyecto del «Gran Louvre». Desde la entrada, el paseante se ve inmerso en un relajante ambiente vegetal. Dos grandes zonas de césped con hileras de tejos, custodiadas por las estatuas de opulentas mujeres de Maillol, lo introducen poco a poco en el jardín propiamente dicho.

Hay aquí tres estanques circulares que suceden a la terraza, con sillas alrededor, tres kioscos-restaurantes a la sombra de los árboles se ven invadidos a la hora del almuerzo, mismos que han hecho que este lugar histórico vuelva a ser un lugar de reposo. Ni demasiado sofisticado, ni demasiado paseista.

Otras áreas verdes populares entre los franceses, son las del Palacio de Luxemburgo, cuya fuente central, rodeada de jardines con flores, permite que los niños jueguen con pequeños veleros, al igual que admirar una réplica en miniatura de la Estatua de la Libertad. Existen además otros 413 parques, jardines y paseos, de los cuales más de 150 han sido creados a partir de 1977.

Avenida de los Campos Elyseos

Des Champs Elysees

Esta es la avenida por excelencia de la Ciudad Luz. Es la arteria que une a La Concorde, al oeste del Jardín de las Tullerías y lugar donde se localiza el obelisco de Luxor, estela egipcia de 33 siglos de antigüedad y que muestra una serie de jeroglíficos que hablan de las hazañas de Ramses II y III, con el Arc de Triomphe, monumento en memoria de todos los soldados que dieron su vida por la patria y en cuyo centro esta una lámpara votiva, llama que arde eternamente en recuerdo de aquellos que dieron su vida durante las guerras mundiales.

Ir a París y no recorrerla, con toda la multitud de tiendas, restaurantes, cafés, cines, etc., es imperdonable. De aquí, parten doce avenidas que se pierden en el horizonte, una por cada batalla napoleónica, según el concepto con que fue creada.

Hospital de los Inválidos. París.
Hospital de los Inválidos

Hôpital des Invalides

Este es uno de los monumentos más hermosos y colosales de París, con una cúpula decorada con pan de oro que la hace brillar y lanzar destellos a kilómetros de distancia. Dentro de él se puede visitar el sarcófago en el que está enterrado Napoleón y un completo museo que da cuenta de la evolución del ejército francés.

Sacré-Coeur

Para llegar a la Basílica del Sagrado Corazón, situada en lo alto de la colina Montmartre, hay que prepararse para una buena subida por calles empinadas; pero si sientes que ya no puedes terminar el último tramo, no te preocupes, ya que a esta altura existe un funicular que salva al paseante de subir una buena cantidad de escalones, por un módico precio, claro está.

Basílica del Sagrado Corazón. París.
Basílica del Sagrado Corazón

Una vez llegado a tu destino, encontrarás esta Iglesia de estilo bizantino y con cúpulas que recuerdan al Taj Mahal. Como dato curioso, la basílica fue edificada con piedra de Chateau-Landon, región al sureste de París, que bajo el efecto del agua de lluvia segrega una sustancia blanca parecida a la pintura; por ello, cuanto más llueve, más blanco es el Sacré-Coeur.

Además de contemplar un edificio fascinante (tanto por dentro como por fuera), junto a la Iglesia se encuentra uno de los lugares más parisinos y pintorescos de la ciudad: un diminuto barrio con una plaza amenizada por pintores que desarrollan su labor al aire libre y pequeños comercios de todo tipo, pensados principalmente para el turista, del famoso Moulin Rouge y la Place du Tertre.

Le Pantheón. París.
Le Pantheón

Le Pantheón

Tal vez el último lugar que tengas planeado visitar en tu vida sea un panteón, pero aún un lugar como este, puede tener su atractivo, sobre todo en París. En este lugar en particular, descansan los restos de todos aquellos franceses que alcanzaron la gloria y la celebridad: Montesquieu, Voltaire y Víctor Hugo, algunos de los personajes de la Historia de Francia que se encuentran enterrados en este gigantesco edificio de estilo romano. Otra de las curiosidades que ofrece es la de contemplar el famoso Péndulo de Foucault, cuya oscilación demuestra el movimiento rotatorio de la Tierra.

Pero si eres un fiel admirador de Jim Morrison, seguramente irás a visitar el Pantheón Mairie de París, que es donde reposan sus restos, entre muchas otras celebridades, como María Callas u Honoré de Balzac.

La Madeleine.
La Madeleine

La Madeleine

Este es un antiguo templo romano convertido en Iglesia; la fachada, con espectaculares columnas, no hace pensar en absoluto que en el interior pudiera estar desarrollándose un rito católico. La iglesia mantiene en su decoración algunos elementos (arcos, estatuas, etc.) propios de la Roma imperial, que alguna vez extendió sus dominios hasta Francia.

La Place Vendôme

En ella se sitúa el Hotel Ritz y, en el centro de la plaza, la Colonne Vendôme, de más de cuarenta metros de alto y construida por Napoleón con el metal de los cañones rusos y austriacos para celebrar su victoria en la batalla de Austerlitz. Desde su cúspide saluda el general francés vestido de César.

La Place Vendôme.
La Place Vendôme

En esta plaza y alrededor de ella, se desarrolla la vida de uno de los barrios más lujosos de la ciudad; si tienes la intención de adquirir un pequeño apartamento de cien metros cuadrados, deberás disponer de una muy respetable cantidad de dinero. Pero claro, estamos en una ciudad que posee un nivel de vida exorbitante, en donde hay camareros que hablan cinco idiomas y que ganan un buen sueldo al mes trabajando en un restaurante como Maxim’s.

Un Paseo por El Sena

Río Sena.
Río Sena

Tomar uno de los barcos que navegan por el Río Sena, para dar un paseo por los principales edificios y monumentos de París, o para una romántica cena con tu pareja, con las luces de la ciudad de fondo, es una grata y relajante experiencia.

Más de treinta puentes cruzan este afluente, algunos de ellos de una gran belleza. Quizá el más hermoso de todos ellos es el de Alejandro III, presidido por altas columnas y estatuas decoradas con el pan de oro tan característico de la ornamentación parisina.

Hogar de grandes diseñadores…

La moda francesa, que buscaba un lugar prestigioso donde presentar sus colecciones, se entusiasmó con el Louvre. En su sótano, encontró un espacio de 25 mil m2 con vocación comercial y cultural: la Galería del Carrousel, donde se dan cita establecimientos tan diversos como la Comédie Française, Lalique o Virgin.

Moda en París.
Moda en París

Desde hace algunos años, muchos diseñadores han abandonado los oropeles de los grandes hoteles y palacios para presentar aquí, en cuatro salas con gradas, un centenar de colecciones anuales que hacen de París la capital de la moda.

… y del vino mas famoso del mundo

Hablar de Francia es evocar uno de sus iconos más distintivos, además de la Torre Eiffel: el champagne. Este vino, ideal para celebraciones y ocasiones especiales, deleite de reyes como Luis XV, de presidentes y altos dignatarios, es una de las bebidas más reconocidas en el mundo entero.

Champagne.
Champagne

Proveniente de la región noroeste de Francia, tuvo su origen a mediados del siglo XVII, cuando los vinicultores se percataron de una peculiaridad que el vino blanco champañes presenta: pasado un tiempo, trasmuta en una efervescencia muy agradable al paladar. Este es el momento en que la industria vinícola cobra relevancia internacional.

Tal vez el nombre de Dom Perignon te sea familiar; es a él a quien se deben varias aportaciones para la creación de la champaña: la combinación de diferentes mostos para mejorar su calidad, el uso de un tapón de corcho para conservar sus cualidades, así como un estudio detallado de los procesos de fermentación, que le dan a este vino su peculiaridad. Tal vez el precio que tengas que pagar por una copa o una botella sea elevado, pero bien lo vale, al igual que la gran mayoría de los vinos franceses, que gozan de popularidad, así que no dejes de acompañar la comida con una buena botella.

Más que restaurantes y cafés

Los pequeños establecimientos, cafés, restaurantes, merenderos y bares parisienses, se han convertido en más que un sitio para comer, tomar una copa o charlar con los amigos. Estos lugares reúnen en muchas ocasiones a numerosos artistas, pintores, poetas, novelistas, escultores, que acuden todavía a París en busca de esa musa que les orille a crear un gran estilo pictórico, un novedoso modelo de escultura o esa obra maestra de la literatura.

Cafés y Restaurantes.
Cafés y Restaurantes

Y es que no podía ser menos, ya que durante buena parte del siglo pasado, personajes de renombre recorrieron todos y cada uno de estos lugares en busca de inspiración, como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Pablo Neruda, Borges, Octavio Paz, sólo por mencionar algunas de las personalidades que han vagado por sus calles.

En familia

Si tienes la dicha de que tu familia te acompañe, y no sabes donde pasar un día agradable en su compañía, a una hora y media de París se encuentra el Castillo de la Ferté-Saint-Aubin, magnífico edificio de los siglos XVI y XVII, que alberga un museo del caballo. Para los niños, existe una granja en donde podrán acariciar corderos y un huerto para aprender a cultivar. Si eres intrépido, te adentrarás a explorar la casa de la bruja, en su escondite para las escobas.

El Museo del Juguete, en el Priorato Real de San Luis, podría ser el paraíso de cualquier niño o niña. Con una colección de centenares de juguetes de los siglos XIX y XX, tiene una planta dedicada a muñecas, un espacio para los juguetes ópticos, así como una con juguetes mecánicos y osos de peluche. Poissy cuenta también con una colección de 45 autos clásicos.

Castillo de la Ferté-Saint-Aubin
Castillo de la Ferté-Saint-Aubin

Si lo que quieres es visitar Francia sin dar muchos pasos, te recomendamos que asistas a Elancourt, la Francia en Miniatura. A pocos kilómetros de la capital, este sitio reúne en cinco hectáreas 140 lugares y monumentos del país galo en pequeño. Te sorprenderás al estar en la Torre Eiffel y unos pasos después encontrarte en el Castillo de Chambord o el estadio de Francia.

En Thoiry, podrás admirar numerosas especies animales en libertad. Aquí no hay jaulas que limiten a las distintas especies que aquí conviven, ya que cuenta con 40 hectáreas para vagar libremente. Verás leones, rinocerontes, elefantes, gacelas, etc. Una vez fuera de la reserva, y para continuar explorando, está el jardín del castillo, con especies exóticas y nativas del lugar.

Estas son sólo algunas de las cosas que hacen de París una ciudad cosmopolita, polifacética y divertida. Tal vez su encanto no radique en sus paisajes, grandes castillos, colecciones de arte, vinos o moda. Puede ser algo que flota en el aire y que hace de ella simplemente “Algo para Todos tus Sentidos”…

Más información: Oficina de Turismo de París.

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