Esta enorme ciudad ha vivido cambios muy drásticos en la última década, en la China del siglo XXI el futuro llega puntual todos los días, los cambios son radicales y veloces.
Lo cierto es que Pekín se ha desarrollado con rapidez en muchos terrenos y la construcción de la ciudad ha registrado grandes progresos. Para satisfacer las necesidades de los visitantes, en Pekín se han levantado muchos hoteles. El transporte es fácil y se cuenta con viaductos a desnivel que facilitan el traslado.
La ciencia y la cultura modernas de Pekín también se han desarrollado en forma considerable y lo han convertido hoy en el mayor centro científico y cultural de China. Aquí se encuentran la mayor biblioteca nacional, las mayores instalaciones deportivas del país y hospitales de primera categoría. Es el centro de prensa y ediciones del país, sede de decenas de conjuntos artísticos y sus 120 museos lo han hecho merecedor del nombre de «ciudad de los museos». En Beijing se reúne mucha gente distinguida y hay cerca de 100 universidades, algunas muy famosas como la Universidad de Pekín y la de Qinghua.
La bicicleta sigue siendo el transporte más común y por las distintas arterias viales se desplazan todavía la mayoría de los habitantes, a pesar de que cada día hay más automóviles y se reduce el espacio para este medio de transporte.
Sitios emblemáticos
Pasar la tarde en la Plaza Tiananmen puede ser la culminación de un viaje y toda una experiencia social, esta enorme explanada, la más grande del mundo, es el lugar de encuentros y disimulos, donde niños vuelan papalotes, por cierto, un invento chino, fotógrafos ambulantes ofrecen la imagen del recuerdo, inmigrantes chinos se reúnen, militares se desplazan de un lado a otros, miles de personas deambulan, en fin hay tantas cosas que se pasan en este lugar que sería difícil plasmarlo en pocas líneas.
Frente a esta plaza se encuentra la célebre Ciudad Prohibida (Patrimonio de la Humanidad desde 1987) con el enorme retrato de Mao colgando sobre el marco de la puerta principal, este complejo de templos y habitaciones es en donde habitaron y gobernaron por más de 500 años 24 emperadores chinos y sus respectivas cortes hasta 1912. Es en la actualidad un enorme museo que bien merece una visita.
Modernidad y misterio
Los atractivos aquí son muchos. Todavía existe esa parte antigua y misteriosa que seduce la imaginación de cualquier visitante, como la Gran Muralla China (Patrimonio de la Humanidad desde 1987). Para llegar a este sitio es necesario tomar un autobús o un taxi, ya que se localiza a unos 60 kilómetros de la ciudad.
El asombro y la emoción que se vive al momento de ver esta estructura que sube y baja de las montañas como una serpiente de piedra, sólo es comparable con la sensación que se siente cuando se ve por primera vez la torre Eiffel o las ruinas de Petra.
Los jardines y parques públicos son una buena alternativa a tanta modernidad y otra buena excusa para apreciar la cotidianidad de esta urbe, los pekineses gustan, como ninguna otra sociedad en el mundo, de visitar sus áreas verdes para hacer ejercicio, para caminar o pasar la tarde, hasta para cantar operas y arias, unos de los parques mas completos es el Antiguo Palacio de Verano, con sus enormes pagodas y su extenso lago Fuhai.
Otro parque histórico es donde se encuentra el Templo del Cielo (Patrimonio de la Humanidad desde1998). Se trata del mayor templo de toda China, construido en el siglo XVI en donde los emperadores solían rendir culto a los antepasados y se pedía por la buena cosecha. Además de ser un sitio histórico, es un lugar donde la gente acude a practicar disciplinas como la esgrima y el arte de mover el abanico de mano.
Lo que no puedes dejar de visitar en Beijing
La Gran Muralla: su construcción se inició en el siglo VII AC. Los estados vasallos, bajo la dinastía Zhou en la parte norte del país, construyeron cada uno su propia muralla para su defensa.
Puerta Tian’anmen: Entrada a la Plaza Tian’anmen, corazón de la urbe. La sensación de solemnidad que el visitante experimenta al llegar a la Plaza proviene de su amplitud e imponentes construcciones: el Monumento a los Héroes del Pueblo, el Palacio Conmemorativo del Presidente Mao, los Museos de la Revolución y de la historia de China y el mayestático Gran Palacio del Pueblo.
Los Puentes de Aguas Doradas: La corriente del río Aguas Doradas alimentaba y dio nombre a los fosos interiores y exteriores que circunvalaban la ciudad imperial. Frente a la Puerta Tian’anmen, siete puentes salvan el foso exterior.
Las Estelas: Tienen larga historia. La primera la levantó el legendario emperador Yao para que su pueblo alabara y censurara a sus funcionarios. Después sirvieron de hitos en los límites. Más tarde se levantaron en tumbas, caminos, puentes y en las costas.
Palacio Imperial: tiene más de 550 años de historia, (empezó a construirse en 1406) y fue concluido en lo fundamental en 1420. Se ha conservado la disposición original a pesar de las repetidas reconstrucciones y ampliaciones durante las dinastías Ming y Qing.
Palacio de Verano: Fue jardín y residencia temporal imperial de la dinastía Qing. En 1900 sufrió serios daños por parte de las fuerzas aliadas de las Ocho Potencias y en 1903 volvió a ser restaurado.
Templo del Cielo: Era el lugar donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing ofrecían sacrificios al Cielo y oraban por ricas cosechas. Fue construído en el año 1420.
Parque Beihai y la Ciudad Redonda: En sus alrededores predomina una belleza pintoresca, conocida como uno de los ocho paisajes de Pekín. Se abrió como parque público desde 1925.
Palacio Yonghe (Eterna Armonía): Desde que Pekín se hizo capital de la China unificada en siglo XIII, la ciudad se convirtió en el centro de las actividades religiosas. Tanto en la ciudad como en sus suburbios se han construido a través de los siglos templos budistas, mezquitas e iglesias. Estas edificaciones no sólo son lugares para el culto de los creyentes, sino joyas del patrimonio cultural universal.
Las Trece Tumbas Ming: En lugares de colinas y llanos de pintoresco paisaje, se encuentran tres mausoleos imperiales: uno comprende el conjunto de 13 tumbas imperiales de la dinastía Ming (1368-1644), los otros dos, en sitios opuestos, son tumbas de los nueve emperadores Qing (1616-1911).
Tour por el Río Li: El río Li nace en la montaña Mao’er en la región de Xin’an, al noreste de Guilin y se extiende 437 kilómetros por Guilin, Yangshuo, Pingle, Zhaoping y se encuentra con el río Xi en Wuilin. Aquí verás la más grande y bella región escénica en China.
Guerreros de Terracota y los Caballos del Emperador Qin Shi Huang: Se encuentran en Xian y son ampliamente aclamados como la octava maravilla del mundo. Comprende seis mil guerreros y caballos en terracota subterráneos, que forman parte de la guardia del emperador. Cada uno de los soldados pesa 300 kilos, mide 1.86 metros de alto y están en formación de batalla.
Esculturas en Roca en Dazu, Chongqing: Empezaron a ser esculpidas en el primer año de Yonghui en la dinastía Tang (650 dC), y su construcción se extendió hasta las dinastías Ming y Qing. Hoy son tan famosas como las grutas de Yungang y Longmen.
Tradición y magia escénicas
Uno de los encantos locales es la Opera China, en particular la que se realiza todos los días del año en el teatro Liyuan, se trata de una demostración multicolor lleno de significados y malabares, una tradición que data del siglo XII y que poco a cambiado hasta el día de hoy, los atuendos y el maquillaje utilizado por los actores narra en sí su rol, bueno, malo, de clase social o gracioso, esta es una escenificación donde hay que utilizar el sentido auditivo y la imaginación, que nos lleva a paisajes lejanos aunque el fondo de la escena sea una enorme y vieja cortina amarilla. En eso consiste la magia de este espectáculo.
Imán gastronómico
China ha sido la gran cocina del mundo, la influencia culinaria de este país se refleja en nuestro plato cotidiano, todas las grandes gastronomías del mundo han tomado algo de alguna especialidad china, en Pekín simplemente no puedes partir sin haber comido un pato laqueado o haber comido en un puesto ambulante algún platillo exótico como los alacranes fritos… Aquí la gastronomía es un sutil imán que atrae a propios y extraños.
En Pekín podrá encontrar modernos y lujosos hoteles, como el Crowne Plaza, el Yue Xiu, el Tian Lun Songhe, el Best Western Pekín Hotel y el Grand Hyatt Pekín, hotel de cinco estrellas ubicado en el corazón de la ciudad, con servicios de primer nivel entre los cuales destacan el de limousine, la piscina, el spa, además de sus visitas guiadas.
La visa china es un permiso para los extranjeros, que es expedido por las autoridades del país para poder tener acceso a China, pero también, sirve para poder salir o transitar por las calles.
Más información: Turismo de Beijing