Plaza Garibaldi

Noches mexicanas en la capital de México.

Plaza Garibaldi.
Plaza Garibaldi

Como si fuera una estación radiofónica, alguien preguntaría: ¿dónde puedo escuchar la auténtica música tradicional mexicana y en vivo? Los capitalinos al unísono dirían: ¡Garibaldi!, donde a diario y en todo momento se escuchan los acordes de canciones como “El Rey”, “México Lindo”, “Jalisco”, “La Malagueña”, así como otros muchos sones jaliscienses como “La Negra”, “Las Alazanas”, “Camino Real de Colima”, “El Son del Jabalí” y melodías del folklore mexicano como “La Raspa”, el “Jarabe Tapatío”, “La Bamba”, “Cielito Lindo” y más.

Plaza Garibaldi, ubicada en el centro del que fuera el barrio prehispánico de Texcatzoncátl, que era habitado principalmente por alfareros y cultivadores de maguey, nació en el año 1850, conocida entonces con el nombre de Plazuela de Jardín, lugar acostumbrado para la “vendimia”, por lo que más tarde se le adjudicó el nombre de Plaza del Baratillo.

Fue hasta 1921 que se le dio el nombre de Plaza Garibaldi, tras celebrarse el centenario de la Independencia, para honrar a Giuseppe Garibaldi, quien se enroló en las filas maderistas en 1911.

Monumento a Pedro Infante.
Monumento a Pedro Infante

Aunque su nombre oficial es Plaza Santa Cecilia (patrona de los músicos), se le conoce popularmente como Plaza Garibaldi, lugar emblemático para la fiesta y la parranda; algunas de sus cantinas y bares, como El Tenampa, han aparecido en películas representando la mexicanidad entre notas del mariachi. Aquí se reúnen estos conjuntos musicales típicos, además de grupos norteños, jarochos y marimbas como muestra viva y permanente de la música vernácula.

La discusión con respecto al nombre El Tenampa ha sido larga y muy dividida. Unos dicen que era la marca de un habanero ya desaparecido. Otros, que así se llama un río de España. Otros más, que es el nombre de una ranchería de Veracruz. O que es una derivación del vocablo tenampal que quiere decir «lugar de reunión«. Hay quienes piensan que es una combinación de palabras: tenebra, tenebroso y hampa.

Salón El Tenampa.
Salón El Tenampa

Al principio don Juan Hernández, trajo a El Tenampa gente de su tierra, para que ofrecieran a los parroquianos, los ricos platillos jaliscienses: la birria, el pozole, las tostadas, los tacos y las enchiladas, mientras que su esposa Amalia Díaz de Hernández, preparaba el ponche de granada y arrayán, que muy pronto se hizo famoso en aquel rumbo. Don Juan trajo también de su Cocula, algo muy típico de allá: el mariachi.

Existen varias versiones acerca de qué mariachi llegó primero, y también se dice que por el año de 1923, el jalisciense Ignacio Reynoso Solórzano, frecuentemente contrataba el mariachi para los jaripeos, las peleas de gallos y las fiestas de las pizcas que cada año organizaba en el rancho de su padre, o para reuniones familiares, donde se bailaba y se ofrecían sabrosas botanas, como el queso de puerco y el pico de gallo compuesto de frutas diversas, para acompañar al buen tequila.

Portales de la plaza Garibaldi.
Portales de la plaza Garibaldi

Reynoso, habiendo establecido su residencia en la ciudad de México, promovió la llegada del mariachi de Concho Andrade, que arribó a la capital el 25 de julio de 1925. Al día siguiente, hicieron su presentación en el restaurante «La Bombilla», lugar histórico porque ahí fue asesinado el general Álvaro Obregón, cuando celebraba el onomástico de su amigo el diputado federal Alfredo Romo.

Concho aceptó la propuesta de su paisano, y como una ironía del destino, mientras él y sus músicos inauguraban una enorme tradición capitalina en El Tenampa, la población de Cocula, era escenario de cruentos combates entre las fuerzas armadas de los llamados cristeros, contra los soldados federales. Concho Andrade tuvo que hacer ajustes necesarios en el grupo, porque algunos de sus músicos querían quedarse y otros, regresar a Cocula a proteger a sus familias.

Guitarrón o Bajo.
Guitarrón o Bajo

Por lo tanto el primer mariachi que llegó realmente a Garibaldi, fue el de Concho Andrade. Él tiene el mérito de haber sido el primero en tocar en la cantina El Tenampa.

A finales del año 1927, Concho llevó a su compadre Cirilo Marmolejo a tocar también en ese centro. Mientras uno de los grupos tocaba dentro del local, el otro complacía a la clientela en la plaza. De esta forma el mariachi empezó a ser un fenómeno nacional y su punto de identificación sería, en adelante, la Plaza de Garibaldi.

Curiosidades de Garibaldi

Entre ellas está el Callejón de la Amargura, pero para muchos de quienes viven o trabajan en esa calle, ubicada al lado de la Plaza de Santa Cecilia, en Garibaldi, el nombre de la vialidad nada tiene que ver con el ánimo de los vecinos. De hecho, dice doña Virginia Villagómez, vecina del lugar, “eso del Callejón de la Amargura nada más es la famita que tiene, porque de triste no tiene nada”.

Mariachis
Mariachis

Durante un recorrido por el callejón que desemboca a la plaza central de Garibaldi, recuerda que hace medio siglo el callejón estaba poblado de vecindades “y como eran enormes y había mucha gente todos convivíamos”, sin embargo, hace unos 30 años esas vecindades desaparecieron y Garibaldi sufrió entonces una fuerte transformación. “Fue un cambio tan importante como el que tal vez avizoran las autoridades locales para que la capital del mariachi vuelva a contar con reconocimiento internacional”, comenta.

Añadió que dentro de los cambios que ha sufrido Garibaldi y ese popular callejón, que sirvió de escenario para la filmación de la película “Me caí de la nube”, con Cornelio Reyna, fue la desaparición del jardín de Santa Cecilia, el cual se hallaba en el centro de Garibaldi; “yo lo que propongo es que no desaparezcan las áreas verdes y que ojalá se siembren más plantas”, expresó.

Sombreros Charros.
Sombreros Charros

Otro de los cambios que ha observado en más de medio siglo de vivir ahí es que antes en esa zona “había rateros buenos, que no se metían con uno, respetaban mucho a la gente de por aquí, a pesar de que eran tremendos y tenían su fama, aquí eran bien tranquilos, se prestaban hasta para hablar con los vecinos; ahora la gente es más agresiva”.

Pero para José Enrique, quien desde hace años se gana la vida como fotógrafo dedicado a la venta de la tradicional imagen del recuerdo a turistas nacionales y extranjeros que visitan Garibaldi, el callejón es muy tranquilo, es sano en cuanto a servicios se refiere, inclusive las dos fuentes que lo adornan aún reciben constante mantenimiento, cuentan con alumbrado público y normalmente se encuentran funcionando; sin embargo, “en la noche los turistas no entran porque muchos borrachos deambulan por aquí”.

Mercado de antojitos.
Mercado de antojitos

Lamenta que el teatro y el restaurante Santa Cecilia, otrora famosos por los espectáculos de música ranchera que presentaban, se encuentren abandonados desde hace muchos años. Comenta que el último inquilino que tuvo el teatro fue un grupo de “darketos” que los fines de semana organizaba tocadas ahí; sin embargo, ignora por qué se fueron.

Recientemente los integrantes de la iglesia evangélica Pare de Sufrir ocuparon el inmueble, pero también ellos lo dejaron.

El Callejón de la Amargura, como otros populares callejones que rodean a la Plaza de Santa Cecilia, como el conocido Montero –donde ya existen obras de remodelación, o el llamado De los Locos, han sido ocupados muchas veces por indigentes y teporochos, pero ahora podrían transformarse en espacios para el turismo, pues el gobierno de la ciudad planea conformar un corredor turístico que abarque Bellas Artes, Garibaldi y la Lagunilla.

Garibaldi por la noche.
Garibaldi por la noche

Se estudia la posibilidad de crear una escuela en la que se otorgue a mariachis, según la calidad de su música, interpretada actualmente en países como Japón o Australia, la certificación de autenticidad como integrantes de ese género.

Aquí encontramos también el Museo del Tequila y el Mezcal, que cuenta con la participación de las empresas tequileras y mezcaleras de México, para que se conozca en vivo el colorido proceso de estas bebidas, tan características de nuestro país.

La Plaza Garibaldi será reconstruida totalmente, a efecto de que los turistas puedan visitarla de día y de noche, gozando de la música del Mariachi, centenaria tradición mexicana que es valorada, apreciada y reconocida en sus notas por todo el orbe.

Más información: Centro Histórico de la CDMX

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