Este campo de golf de 18 hoyos, par 72, vecino del Moon Palace, se ubica a tan solo 5 minutos del aeropuerto internacional de Cancún, otro integrante de la gran familia Palace: el Riviera Cancún, que ofrece tanto para el golfista que vacaciona como para el que busca un reto a sus habilidades golfísticas, una interesante propuesta, producto del genio creativo del legendario oso dorado.
Este campo plano que tiene un rating de 76.2 y slope de 146, cuenta con gran variedad de condiciones; Tiene desde fairways amplios hasta muy estrechos, limitados por los manglares, de manera que cualquier tiro out of bounds termina definitivamente en la pérdida de una bola; El terreno varía desde dunas, lagos, pantanos, manglares y pastizales, hasta extensas áreas de palmeras tasiste.
El recorrido no solo aporta el disfrute natural que sienten los amantes de este deporte, sino que aunado a esto, la vista y la sensación de encontrarse en un paraíso donde el paisaje cambia a cada momento, es increíble. Esto se percibe desde el hoyo 1, donde se percibe la amplitud del horizonte, hasta el hoyo 3,donde todo cambia radicalmente al tener de frente un lago que se extiende por la izquierda a todo lo largo del tiro. Y qué decir del 4 y el 5, donde se repite la misma situación y el golfista, inconscientemente, se siente atraído a jalar su tiro a la izquierda buscando las profundidades azules del gran lago que cubre con su extensión la parte izquierda del fairway. Así continuamos hasta el 8, en donde el efecto se repite, pero esta vez el agua la tenemos a la derecha; De hecho, para acceder a éste y otros hoyos, es necesario transitar por unos vistosos puentes de madera que por momentos se pierden entre la selva y dan una sensación de aislamiento que tranquiliza a todo aquel que a estas alturas ya va preocupado por su score.
Después, el paisaje cambia cuando llegamos al hoyo 12, el cual asemeja una gigantesca trampa de arena, donde sin duda alguna, el tiro deberá ser de precisión; Al aproximarnos al 14 se percibe la brisa y el golpe delas olas en la blanca y suave arena, y ya hacia el final del recorrido, los dos últimos hoyos vuelven a mostrarnos un terreno abierto: Es ahí donde el viento dificulta mas los tiros.
Cabe señalar que desde casi cualquier hoyo, la elegante y vistosa casa club, de color blanco con naranja, puede apreciarse, y por qué no, tomarse como referencia.
Sin duda, es toda una experiencia jugar en este campo, donde Nicklaus vuelve a demostrarnos por qué, además de ser el mejor jugador de todos los tiempos, es uno de los más afamados diseñadores de campos de golf, un binomio de habilidades más que interesante y asombroso, pues sus diseños aportan al golfista principiante una dificultad que lo divierte y lo deja más que satisfecho, y para aquel jugador de bajo handicap el salir desde azules o negras le indicarán que este campo no resulta nada fácil y que tendrá que emplear a fondo sus habilidades para poder tener un buen score, así Nicklaus, sin dar muchas variantes a su diseño, deja satisfechos a todos, de tal manera que los comentarios entre la gente que terminó su ronda son muy halagadores, en lugar de preguntarse en qué campo jugarán la siguiente vez que visiten Cancún, se preguntan cuándo será la próxima vez que se den la oportunidad de visitar éste campo.
El drive inaugural fue dado por su creador el gran oso dorado.