La guanajuatense ciudad de San Miguel de Allende, se ubica en una región montañosa del centro de México, a una hora de Guanajuato y a tres de la Ciudad de México. Su arquitectura, calles empedradas, así como tradiciones y cultura, motivan a personas de todas las latitudes a frecuentarla.
Antes, era mejor conocida como San Miguel el Grande y fue fundada por un monje franciscano en 1542, convirtiéndose en una importante parada en la ruta de la plata de Zacatecas.
San Miguel de Allende fue declarada Monumento Nacional en 1926 y como buena cuna de arte, lleva a cabo una serie de eventos como el Festival Internacional de Guitarra, los Festivales de Música de Cámara, de Jazz o su acreditada Feria de la Lana y el Latón.
El 7 de julio de 2008 fue inscrita por la Unesco en el Patrimonio cultural de la Humanidad. Bajo el título de Villa Protectora de San Miguel el Grande y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, la distinción se otorgó debido a su aporte cultural y arquitectónico al Barroco mexicano y a su importancia en la lucha de Independencia de México de España.
Antecedentes
Cuando la Guerra de Independencia Mexicana comenzó en Dolores Hidalgo, el 16 de Septiembre de 1810 con el acto que ahora se celebra como “El Grito”, el ejército militar que crecía rápidamente llegó a San Miguel el Grande.
Mientras Dolores Hidalgo es conocida como “La cuna de la Independencia”, a San Miguel lo llamaron “Fragua de la Independencia Mexicana” porque aquí fue donde el General Ignacio Allende se unió al ejército como principal teniente del Cura Miguel Hidalgo y condujo al ejército a varias victorias.
Allende no pudo disfrutar de un México independiente, pues lo capturaron durante una batalla y fue ejecutado. Sin embargo, él es ahora un héroe nacional y el pueblo se renombró como «San Miguel de Allende» en 1826, en honor a sus heroicas acciones.
Fusión de ideas
Aunque llegó el momento en que el mineral de San Miguel Allende comenzó a disminuir, el lugar no perdió el interés de la gente, pues también contaba con la atracción de sus aguas termales. Y aunque se pensó que la ciudad moriría en 1900, ésta retomo su auge después de la Segunda Guerra Mundial, gracias a las becas educacionales que se extendieron en México en la escuela de arte acreditada por Estados Unidos, el Instituto Allende, fundado en 1950.
Por el tamaño de San Miguel de Allende, es de sorpresa y gusto la infraestructura y atractivos con que cuenta, diversa también por la comunidad que la habita. Aunado a ello, existen restaurantes de calidad gastronómica nacional e internacional, bares, cafés y un cine, además de la común pero no monótona música en vivo para bailar o escuchar.
Atractivos turísticos
Caminar por las calles de este lugar es un deleite, pues la tranquilidad es una constante y las construcciones con puertas de madera remiten a un verdadero y agradable ambiente provincial, lo que sin duda ha atraído a muchos extranjeros de Estados Unidos y Canadá, a establecerse en este lugar, sobre todo aquellos que ya están retirados y que buscan un sitio agradable y seguro para disfrutar de la última etapa de su vida.
Quizá el principal atractivo de San Miguel de Allende, como ya se ha dicho, sea su tranquilidad y seguridad que lo caracterizan, pero también ofrece muchas actividades. Cabe hacer la recomendación de vestir zapatos cómodos al visitarlo, con ellos será mucho más fácil recorrer sus calles empedradas.
Para comenzar te invitamos a hacer un recorrido en turibús; el guía te irá contando varias leyendas y harán paradas en los lugares más emblemáticos.
La vida nocturna también es atractiva, pues existen diversos lugares, como bares, para todos los gustos y presupuestos. Este destino es preferido por muchos famosos, así que frecuentemente puedes encontrarte a personalidades disfrutando alguna bebida y del San Miguel nocturno.
Las callejoneadas son otro de los mayores atractivos. Resulta muy divertido ir caminando por los estrechos callejones acompañados de la música de la alguna Estudiantina o Tuna, que sin duda generan un ambiente de diez.
Joyas coloniales
Dentro de los edificios coloniales de San Miguel de Allende, se resguardan artesanos y artistas, nacionales y extranjeros, mismos que mantienen vivas a las variadas galerías de arte que existen en la población; otros, atienden negocios, algunos más, funcionan como templos oratorios, pero la mayoría, y mejor dicho en su totalidad, se dedican a engalanar las calles de la ciudad.
Un ejemplo de ello es la Casa del Conde de la Canal, que tiene por nombre Casa del Mayorazgo de la Canal. Data del siglo XVIII y ha tenido distintos usos: hotel, oficinas de correo y actualmente es ocupado por una institución bancaria de renombre. Esta considerado dentro de la arquitectura barroca civil. Sus fachadas están conformadas por dos cuerpos, donde entre portales y arcos se abren seis balcones decorados con molduras en cantería; además, conserva dos patios interiores con múltiples arcos.
En el zócalo se encuentra un kiosco, rodeado de jardines sembrados con rosales y laureles. En el costado norte se ubica el edificio de la Presidencia Municipal, que data del siglo XVIII; a la derecha e izquierda se ubican los portales de Guadalupe y Allende, ocupados por comercios y restaurantes. Y al costado sur se localiza lo que alguna vez fue el Mercado Aldama y que hoy en día es la Delegación de Turismo.
Cercano a la Plaza Principal está el Museo-Casa de Don Ignacio Allende, inmueble del siglo XVII con puertas y ventanas de talla barroca en cantera. Fue propiedad de la familia Allende y Unzanga; aquí nació el General insurgente, uno de los organizadores y promotores de las juntas conspiradoras de la lucha por la Independencia. Dicho museo exhibe una colección arqueológica, armas, documentos y otros objetos propiedad del caudillo.
También destaca el Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”, ex convento de las monjas concepcionistas que resguarda en una de sus salas, un mural del Maestro David Alfaro Sequeiros, alusivo a la vida y obra de Ignacio Allende; hoy es centro cultural y se imparten ahí clases de pintura y escultura, por mencionar algunas.
En lo concerniente a educación, destacan el Teatro Ángela Peralta, de estilo neoclásico, construido a finales del siglo XIX, edificio que ha sabido ser anfitrión de variadas producciones que viajan por todo el mundo, como la inolvidable presentación de una de las primeras sopranos de la época porfiriana, Ángela Peralta, debido a quien, en su honor, se puso nombre al lugar.
Monumentos de la fe
La edificación más representativa de la ciudad, así como la que más enaltece a la Plaza Principal, es la Parroquia de San Miguel Arcángel, cuya construcción data del siglo XVIII. Su interior es de estilo neoclásico, mientras que su fachada, construida un siglo después, es de estilo neogótico, inspiración del Maestro Albañil Zeferino Gutiérrez, quien se basó para su diseño en tarjetas postales de construcciones europeas.
La Tercera Orden es el templo más antiguo de San Miguel de Allende. Se trata de una capilla que los franciscanos construyeron a su llegada y que data de 1606. Su arquitectura es sencilla y fuerte, de un solo cañón liso y sin cúpula, apoyada en gruesos y salientes contrafuertes, sin torre; en 1713 se reformó su primitiva portada y se colocó una espadaña que sirve de campanario, para convertirse así en el Templo y Convento de San Francisco de Asís.
Siguiendo con los edificios de corte religioso, el Templo de la Concepción (Las Monjas), construido en el siglo XVIII y de estilo neoclásico, resguarda en su interior una colección pictórica del artista Rodríguez Juárez.
La Santa Casa de Loreto es una reproducción fiel de la Santa Casa de Loreto Italiana y fue construida en 1736 por orden de Don Manuel Tomás de la Canal; pertenece al orden barroco y su altar es presidido por una pintura de la Virgen de Loreto, cuyo acceso es por el oratorio de San Felipe Neri, mismo que está a un costado y fue edificado por iniciativa de Juan Antonio Pérez de Espinoza, cura de Pátzcuaro que visitó San Miguel en 1712 y se quedó en dichas tierras. En el interior del templo hay más de 30 óleos atribuidos a Miguel Cabrera, los cuales describen la vida de San Felipe Neri.
Por su parte, la actual Biblioteca Pública presume haber sido el convento del Templo de Santa Ana. Es un edificio de la época del Virreinato y también fue escuela.
Lo que no puedes dejar de visitar
Finalmente te recomiendo un lugar que no puedes dejar de visitar: El Charco del Ingenio, un enorme jardín botánico ubicado al noroeste sobre aguas termales y alrededor de múltiples balnearios.
Es ideal para conocer la flora y fauna regional. Además de contar con una extensa colección botánica, como un sendero con plantas regionales, un conservatorio de plantas mexicanas y un jardín de agaves. El Charco del Ingenio es ideal para practicar actividades como senderismo, ciclismo de montaña y otras actividades recreativas.
Ferias y festividades
Festival de música barroca, celebrado a principios o finales del mes de marzo; Día de San Patricio (fiesta tradicional), 17 de marzo; celebración de Semana Santa (según la fecha que caiga); Desfile de los Locos (fiesta tradicional) se realiza el domingo siguiente al Día de San Antonio; Festival de música de Cámara, en el mes de julio; Alborada y Fiestas de San Miguel Arcángel (fiesta tradicional), en octubre, entre muchos otros.
Los alrededores
A sólo veinte minutos de San Miguel de Allende, sobre la carretera hacia Dolores Hidalgo, en Atotonilco, se encuentra el Santuario dedicado a Jesús de Nazaret, construcción que data del siglo XVIII y lugar de donde el Cura Miguel Hidalgo tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe con el que abanderó al Ejército Insurgente. Sus muros y bóvedas tienen murales con imágenes simbólicas, independientes entre sí, que representan las formas de penitencia recibidas por los pecadores, así como escenas de la vida de Cristo, autoría de Antonio Martínez Pocasangre.
San Miguel Viejo destaca por su Capilla del mismo nombre, que data del siglo XVI; presenta un pórtico con ornamentación tequitqui, resaltando en la parte superior de su nicho la imagen del Arcángel San Miguel. Para la visita de éste, se recomienda llevar guía, pues debido a su ubicación no existen señalamientos ni indicaciones.
