A orillas del mar de Cortés nos encontramos con uno de los cinco municipios de Baja California Sur que fue descubierto por los jesuitas y que se conoce con el nombre de Mulegé. En este municipio, escondida entre sus palmares y vegetación tropical yace Santa Rosalía, un lugar lleno de historia e interesantes hechos.
Después de rodearse de desierto resulta un oasis visualizar este tipo de vegetación. Santa Rosalía representa un gran atractivo para los turistas por su huella francesa y porque posee todas las comodidades deseadas. Por su autenticidad, magia e historia, desde hace ya más de dos décadas, fue declarado monumento histórico.
Cuenta la historia que fue Francisco de Ulloa el primer visitante europeo que navegó los litorales del Golfo de California. Y que Juan de Basaldúo, padre jesuita, quien fundó la Misión de Santa Rosalía, una de las misiones que el visitante está obligado a visitar si realiza la famosa Ruta de las Misiones de la península de Baja California.
Su arquitectura francesa se debe a la instalación de la Compañía “El Boleo” en el año de 1885 por los franceses, quienes asombrados por la abundancia de cobre en la región obtuvieron una concesión del Presidente Porfirio Díaz para extraer este material. Calles, edificios, casas y monumentos nos transportan a Francia, ya que aunque las actividades mineras realizadas por los habitantes de antaño cesaron al terminarse dicho mineral, se hizo un esfuerzo por conservar la ciudad como si el tiempo no hubiera pasado.
A cambio de dicha concesión, la compañía francesa construyó lo que ahora es la ciudad de Santa Rosalía. Fueron también los responsables de la creación de la ruta marítima entre esta población y Guaymas. Además de construir las edificaciones que hoy la mantienen viva y que resguardan la historia con monumentos y construcciones tan relevantes como la Iglesia de Santa Bárbara; construyeron las casas donde viviría la población francesa involucrada en la actividad minera y los obreros mexicanos.
Además de levantar el paisaje con edificaciones y vivienda, la empresa minera “El Boleo” fue la responsable de crear escuelas, instauró la energía eléctrica y el teléfono; y un entorno arquitectónico que hoy en día representa para muchos la ciudad más bella de la península de Baja California.
Sin duda, la construcción con mayor popularidad y prestigio es la Iglesia de Santa Bárbara. Se dice que esta estructura, realizada en hierro galvanizado, fue obra del famoso arquitecto francés que realizó una de las obras más célebres de la historia ubicada en Paris; La torre Eiffel. Cuentan que en 1884 Gustave Eiffel diseñó esta iglesia para una exposición Mundial en París que se realizaría al año siguiente y que más tarde fue desmantelada y depositada en Bélgica. Finalmente fue instalada en Santa Rosalía, localidad que le ha dado vida y donde hasta el día de hoy presta sus servicios a la población. Su estilo colonial francés hace gala de su belleza y se combina perfectamente con ornamentos de la época, con vitrales llenos de color, imágenes religiosas dotadas de un sentido artístico digno de admirar. Su interior y exterior son impecables, la armonía y proporción de su fachada, que se acompaña con algunos árboles en sus laterales, y los escalones que nos trasladan a la entrada son una perfecta imagen para aquellos que disfrutan de la fotografía, aunque ninguna imagen devela la belleza real del inmueble.
Las estrechas calles son acompañadas de negocios y casas que gozan del mismo estilo colonial que nos transporta a Francia. Estas calles gozan del orden y limpieza que caracteriza a las ciudades francesas. Las reducidas vías alegran la vista y la refrescan con las construcciones que en muchos casos han sido restauradas, rodeadas de los árboles que acompañan las aceras.
Siendo parte del bello estado de Baja California Sur no es raro encontrarse con actividades ecoturísticas que halagan la naturaleza que la integra. Para aquellos que disfrutan de los deportes acuáticos pueden acercarse a Bahía Concepción para realizar buceo o snorquel; también pueden velear, remar o realizar surfing. En esta bahía podemos recorrer los manglares y las pinturas rupestres. Algunos han considerado esta bahía como una de las más hermosas del estado por sus singulares playas y manglares. Desde Santa Rosalía hasta la bahía hay 62 kilómetros.
Para representar la historia de esta población y conocer detalles y piezas reales de la época en la que se hospedaron aquellos personajes franceses en Santa Rosalía se creo el Museo de Historia de la Minería. Una pequeña locomotora utilizada en la mina fue restaurada y da inicio al recorrido por el museo. La construcción del museo también es de la época y se conoce que antiguamente era el edificio donde se realizaban las actividades administrativas de la compañía “El Boleo”. En su interior alberga utensilios, muebles y equipo de trabajo de aquellos tiempos.
Si se ha visitado la península de Baja California se sabrá que hay una serie de misiones que visitar a lo largo de ella. El paso de los misioneros por Santa Rosalía dejó una huella que se puede distinguir en una iglesia levantada en piedra. La primera piedra se colocó en 1705 y 61 años después fue culminada. La construcción resulta imponente a la vista por sus grandes muros de piedra acompañados de una manera muy sutil y sencilla con algunas ventanas y puertas de madera. Tranquilidad y serenidad transmite la gran estructura acompañada de algunas plantas desérticas que evocan esa misma simpleza. En medio de paredes pesadas se puede visualizar un altar en su interior, que se ve iluminado por la luz que pernean las ventanas del sitio. En este altar posa una estatua original de Santa Rosalía que data del siglo XVlll.
Para aquellos que eligen viajar en avión a este pintoresco lugar se recomienda arribar al Aeropuerto de Loreto y de ahí podrá elegir qué medio terrestre lo lleva hasta Santa Rosalía. El servicio de autobuses cuenta con una terminal donde llegan turistas de diversas partes. También se puede acceder a Santa Rosalía por vía marítima, en el ferry que la conecta con Guaymas, Sonora.
Y aún siendo uno de los rincones que enriquecen al visitante con su magia e historia, la modernidad también es un aspecto que acoge al turista, pues cuenta con todos los servicios que una ciudad contemporánea brinda. Durante los paseos y recorridos que ofrece esta ciudad, se pueden elegir restaurantes para todos los presupuestos o algún puesto de comida en la calle con alimentos limpios y agradables al sentido del gusto. Cuenta con casetas telefónicas en la calle, servicio de hospitales y bancos. La oferta de paseos y tours por los diferentes atractivos de la región se contratan con facilidad una vez ubicado en la ciudad.
Uno de los aspectos que es importante destacar en cualquier viaje o excursión es sin duda el tipo de alimentos que nos acompañarán al paso de los días. Por tener la ubicación que tiene la ciudad de Santa Rosalía la oferta de mariscos, almejas, abulón, calamares, y pescados de excelente calidad serán algunos de los platillos más representativos y comunes en los restaurantes de la región. Es común encontrarnos con platillos típicos mexicanos, siempre acompañados con un pan estilo francés, ya que ha sido una tradición que ha permanecido en este lugar. También es posible encontrar restaurantes de comida internacional.
Todos los servicios están dispuestos para los huéspedes de Santa Rosalía. Existen diversas opciones de hoteles en esta población, dependiendo del nivel de consumo de los turistas y las necesidades de confort y ubicación.
El paisaje y los relatos nos invitan a sentirnos parte de esa época, aunque las actividades mineras cesaron en el año de 1986. Con el fin de esta actividad quedó pasmada una actividad que le dio vida a esta localidad por muchos años. Los restos de historia se hacen presentes en cada paso que se da, en la arquitectura, en la panadería “El Boleo” que aún sigue horneando el pan con las técnicas y recetas francesas de aquellos días. Los edificios públicos se engalanan con su estilo colonial francés y aunque su principal fuente de ingresos no sea el turismo es un sitio seductor donde reina la belleza y la armonía.
Santa Rosalía resulta un lugar único, situado en una de las joyas mexicanas como lo es el Estado de Baja California Sur. Un lugar donde se conjugan tradiciones y costumbres añejas. Un lugar donde confluyen la mística religiosa y un delicado toque francés que cubre cada uno de sus rincones, conjugado y envuelto en la majestuosidad de las tierras mexicanas, con un esplendor y riqueza natural que no sólo nos remonta al pasado, nos impulsa a valorar su belleza actual, la que dejan los residuos del pasado para formar un envidiable presente.
Más información: Las mejores cosas que hacer en Santa Rosalía