Entre las localidades que conforman el estado de Hidalgo, una de las más alegres y llenas de color es, sin lugar a dudas, Santiago Tulantepec. Hoy en día, sus festividades, heredadas de los españoles, y sobre todo su carnaval, atraen cada primavera a cientos de viajeros que acuden a Santiago Tulantepec a celebrar con los locales con desfiles, bailes y actividades de toda índole.
Este municipio, situado a 51 km de Pachuca, tiene, además de sus festividades locales, muchos atractivos naturales y culturales para ofrecer a los viajeros intrépidos, una peculiar gastronomía local para satisfacer a los paladares más atrevidos y una rica historia de la que da testimonio su hermosa artesanía. Definitivamente, uno de los destinos imprescindibles del estado de Hidalgo.
Tradición y cultura
En 1891, un empresario español proveniente de Pamplona se instala en Santiago Tulantepec y funda la fábrica Santiago S.A. de C.V. cuyo nombre honra al apóstol que da nombre al municipio. La llegada del empresario y la fundación de la fábrica supusieron una gran fuente de empleo para los locales, pero también la llegada de muchas tradiciones que son legado de España. Hoy, la tradición textil de Santiago Tulantepec permanece en las obras de lana y casimir que los artesanos nativos elaboran para deleite de los visitantes.
Pero el bagaje histórico de Santiago Tulantepec no se limita al siglo XIX. En el Museo Arqueológico Zazacuala se encuentran más de 350 piezas encontradas en la región de Zazacuala que dan testimonio de la historia prehispánica de la región. La entrada al museo es gratuita, y en él se pueden admirar piezas aztecas y toltecas donadas por habitantes de la región.
Entre los monumentos que engalanan a Santiago Tulantepec destacan dos: por un lado, es imprescindible la capilla de Santiago Apóstol, de una sola nave, construida en el siglo XVII. Por otro lado, los visitantes no deben perderse El Reloj, erigido en 1966 por el sindicato Libertad de trabajadores textiles para conmemorar el 75º aniversario de la fundación de la fábrica Santiago.
A los hambrientos se les recomienda probar los platillos tradicionales de Hidalgo: la barbacoa, las carnitas y los cueritos en vinagre. Pero sobre todo, nadie debe perderse un antojito muy peculiar: se trata del tradicional “Guajolote”, que consiste en una telera con frijoles y dos enchiladas a la que además se puede añadir huevo, salchicha, queso o pollo.
Joyas naturales
En el municipio de Santiago Tulantepec se encuentra una comunidad que constituye una auténtica maravilla de la naturaleza: se trata de Ventoquipa, cuyos milenarios ahuehuetes ofrecen el refugio perfecto para los que gocen de practicar el senderismo y la observación de flora y fauna. Sus manantiales son únicos por albergar especies endémicas, como cangrejos.
El Bosque de los Romeros, a 20 minutos de la cabecera municipal, es otro destino ineludible para los aficionados a la naturaleza. Una extensión amplísima de árboles hará las delicias de los aficionados al senderismo, al ciclismo de montaña y a la observación de flora y fauna, por la gran cantidad de animales que viven en el bosque.
Por último, pero no menos importante, el espacio natural conocido como El Salado ofrece el mejor escenario para los amantes de la fotografía de paisajes. Su nombre se lo otorga una poza de agua salada que existe en el lugar.
Alegría y Carnaval
Lo que verdaderamente atrae cada año a viajeros de todos los rincones son las fiestas y celebraciones que hacen de Santiago Tulantepec un lugar único. Con más de 60 años de tradición, la principal es la de Carnaval, que tiene lugar días antes de Semana Santa. Todo la localidad se llena de color, bailes y música mientras los participantes desfilan a lo largo de dos kilómetros luciendo sus trajes tradicionales y coloridos disfraces. Entusiastas de todos los estados de la República participan en esta experiencia única.
También vale mucho la pena vivir la Feria de Santiago Apóstol, que se celebra a lo largo de dos semanas alrededor del 25 de julio. Esta feria es una celebración de las tradiciones de la localidad y una revaloración de la herencia española del lugar. Durante la feria se realizan obras de teatro, eventos religiosos y muestras de artesanía y gastronomía, pero sin lugar a dudas, los dos eventos más esperados son la Cucaña y la Santiagada.
La Cucaña es un actividad única traída desde España por Jesús Aranzaval, gerente de la Fábrica Santiago, en 1951. Los atrevidos trabajadores de la fábrica Santiago que participan en el concurso deben recorrer un palo de 25 metros suspendido a 6 metros sobre una reserva de agua y cubierto de cebo y grasa para alcanzar la bandera roja que se encuentra en su extremo. La tradición dicta que los ganadores reciben una bicicleta, un guajolote y dinero en efectivo.
La santiagada no es otra cosa que la famosa pamplonada, que remite al lugar de nacimiento del fundador de la fábrica Santiago, y cuyo nombre se cambió para dar identidad a los santiaguenses. Alrededor de las tres de la tarde del 25 de julio, se sueltan toros de lidia y vaquillas en las calles de Santiago Tulantepec mientras los jóvenes del lugar intentan no ser embestidos por los animales.
Más información: Hidalgo Travel