Originalmente, este paraíso se llamó Zamá («amanecer») y posteriormente se le denominó Tulum para referirse a su muralla defensiva. Se localiza en el extremo este de la costa de la península de Yucatán, en el estado de Quintana Roo; lo limita el Mar Caribe y es un gran atractivo turístico de la Riviera Maya.
Zamá, Tulum o Tuluum fue una ciudad amurallada defensiva con torres de vigilancia y pasillos del Imperio Maya, dispuesta sobre un acantilado de caliza coralífera, frente al Caribe. Por su posición estratégica y ubicación en la planicie costera, y por estar a una altura donde se contempla el horizonte natural en todas direcciones, fue campo para la observación astronómica, sobre todo de Venus.
Esta ciudad y puerto comercial fue erigida alrededor del año 1200, aunque alcanzó su apogeo dos siglos después, a la caída de Mayapán. Bajo el dominio de los Itzáes fue un prestigioso centro de comerciantes ricos y también un puerto importante, ya que los señores de Chichén Itzá partían de ahí en viajes que llegaban hasta Honduras para fomentar el comercio costero que desarrolló la navegación, la apertura de rutas de comunicación, la creación y expansión de mercados y la invención de la moneda o trueque.
En abril de 1518 salió de Cuba la expedición de Juan de Grijalva, llevando al cronista Juan Diez, quién al ver Tulum la comparó con la «magnificencia y riqueza de Sevilla». La ciudad todavía era habitada en los primeros años de la colonia española pero a finales del siglo XVI ya no quedaban residentes.
Pero tuvo mayor difusión cuando se mencionó en la obra: «Incidentes de Viaje por Yucatán y Centroamérica» de John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, editada en 1843. Aún a principios del siglo XX algunos pueblos vecinos acostumbraban visitar el sitio para llevar ofrendas, pero el continuo flujo de turistas puso la práctica en desuso.
Venus, el culto al Dios Descendente
Tulum y Chichen Itzá fueron ciudades dedicadas al culto del llamado «dios descendente» por los sacerdotes-astrónomos que veían nacer a Venus como estrella vespertina y a su vez renacer como «Estrella de la Mañana» o «Señor del Alba«; como un dios dual que regía la vida de los pobladores de la costa del Mar Caribe. Venus tiene un ciclo muy importante para los pueblos prehispánicos que era representado como unos gemelos, ya que una parte del año aparece visible en las mañanas y en la otra sólo se puede ver en el anochecer.
Considerado como deidad dual bajo el nombre de Kukulkán (asociado al comercio y al cacao), Venus desciende en el poniente al mundo de los muertos, a la oscuridad, esto explica que los principales edificios de su culto miren al occidente. Parecen haber existido por lo menos dos nombres para ella: Noh ek, la gran estrella, y XUx ek, la estrella avispa. También se relaciona con su nombre original, «Zamá», porque Venus emergía en el oriente naciendo de nuevo.
Arquitectura y urbanismo prehispánico
La zona arqueológica cuenta con edificios que en su momento constituyeron el núcleo principal (ceremonial y político) de la ciudad, monumentalmente delimitados por la muralla mejor conocida del mundo maya. En su entorno se encontraba un enorme número de casas construidas de madera y palma, de las cuales hoy prácticamente no se conserva ninguna evidencia.
La muralla delimitaba al conjunto principal por sus lados norte, sur y oeste, ya que la porción oriental mira directamente al mar. Cuenta con cinco accesos y dos torres de observación, que dan cuenta del grado de control que en su momento se ejerció sobre quienes pretendieron entrar a esta zona. Sus grupos arqueológicos son:
El grupo Kukulcán, situado al norte de El Castillo; cuenta con diversas estructuras menores, destacando El Templo del Dios del Viento, se le relaciona con Kukulcán como Dios de los Vientos o al Ehécatl del Centro de México. Su edificación principal es La Muralla, espacio rectangular recorrido por una muralla cuyos muros miden entre 5 y 6 m. de espesor y se elevan de 3 a 5 m. de altura. Tiene cinco entradas y sendas templetes o torres de guardia.
El Grupo del Oriente contiene una especie de plaza o patio rodeado de construcciones de distintos tamaños que conforman un agrupamiento de carácter religioso y habitacional; El Castillo es el principal edificio de Tulum y relaciona su nombre con la muralla defensiva que lo rodeó, está edificado sobre un cantil que domina el Caribe y tierra firme.
Su fachada muestra varias etapas constructivas. Sobre una escalinata se construyó un templo con dos cuartos: uno funciona de pórtico y otro de santuario. El interior está decorado con esculturas y pinturas murales, mostrando la imagen de Venus.
En la porción central de Tulum se encuentran los edificios principales, delimitados por una segunda muralla interior; la mayor parte de ellos tuvo funciones de tipo ceremonial y entre ellos, El Castillo es el más sobresaliente. Al frente de El Castillo se encuentra una plataforma -posiblemente para danzantes-, y a los lados otros edificios que complementan el arreglo del conjunto, entre los que cabe mencionar al Templo de las Series Iniciales, donde se encontró la fecha más temprana documentada en Tulum.
Muy cerca del Castillo en la parte norte se encuentra el Templo del Dios Descendente. Está conformado por un pequeño basamento sobre el que se construyó un templo ornamentado con la imagen de un dios descendente, que no puede ser más que la representación de Venus. También existe pintura mural que narra parte las actividades diarias de los habitantes.
El hecho de que las imágenes del dios se encuentren en posición descendente estaría vinculado con el trayecto que recorren los astros en el firmamento, pero también con la fertilidad y cómo el hombre se encuentra a disposición de la benevolencia de las deidades.
Frente al conjunto se encuentra la calzada principal, sobre la que se ubicaron diversos edificios residenciales, el más importante de los cuales es el Templo de los Frescos, que era originalmente una habitación rodeada por un pórtico en tres de sus lados, con mascarones ornamentados con elementos serpentinos asociados a Kukulcán. Aquí también se observan varias etapas constructivas, aunque sólo hay una habitación, profusamente decorada con frescos, que pertenece a la primera fase.
Este diminuto templo de dos pisos, se encuentra en el lado oriental de la calle y es el más ricamente ornamentado tanto en bajorrelieves como en pinturas. De origen la edificación era de un sólo cuarto con un pequeño altar.
Hay una galería posdatada que rodea a la primera construcción y otro templo que contiene unas pinturas murales que en sus paredes retratan a seres sobrenaturales residentes del inframundo, que parecen retratados entre la oscuridad y la luz, y constituyen uno de los más importantes testimonios de la pintura mural maya.
Otras edificaciones interesantes son sin duda La Casa de las Columnas y la del Halach Uinic, ejemplos interesantes de arquitectura residencial de Tulum. También la Casa del Cenote y el Templo de la Serie Inicial -que aún conserva figuras de estuco que lo adornaban-; ahí se halló la estela más temprana de la zona.
En Tulum hay también tres observatorios (ubicados en cada esquina) de un solo cuarto, donde fueron construidos altares. Algunos frescos encontrados en el interior de los edificios sugieren algunas influencias mixtecas en la comunidad.
Singular acantilado
La historia de este lugar es un poco más antigua, ya que los investigadores han encontrado rastros de ocupación maya como estelas y edificios que datan del periodo clásico. Debemos recordar que una estela es una piedra tallada con motivos relacionados con la historia político-militar y con escritura jeroglífica.
El Castillo, que debido a su ubicación costera, servía más como faro para los intrépidos navegantes mayas que se valían de él para atravesar el arrecife de coral, que lo mismo les daba una gran protección de ataques enemigos, pero también era un verdugo si no se le conocía bien.
Siendo el arrecife maya el segundo más largo del mundo, la función del Castillo era primordial ya que estando sobre un acantilado de doce metros de altura sobre el mar Caribe, era la guía perfecta para todas las embarcaciones, puesto que el sol atravesaba dos ventanas que señalaban el camino y en las noches se encendían grandes llamaradas para que la obscuridad cediera su lugar a un haz de luz que mostraba el regreso seguro a casa.
Es de considerar en nuestros viajes a Tulum, visitar el patrimonio natural de su entorno, ya que es una región rodeada de selva, zonas arqueológicas y cenotes, además de ser uno de los últimos rincones del Caribe en que aún se disfruta de una exuberante naturaleza y de playas semi vírgenes de arena blanca. Interesante de conocer es la laguna de Kaapechen, los cenotes de El Cristal y Escondido al sur de Tulum, rumbo a Chetumal y El Gran cenote o el Calavera, a 3.5 km. del crucero del pueblo rumbo a Cobá.
Actualmente es un Parque Nacional de 644 ha. y es el sitio con la pirámide de mayor altura snm de la península de Yucatán.
Otros alrededores de Tulum para visitar son Xcacel, la mayor zona de anidación de tortugas Caguama y Blanca, y Cobá, donde se encuentra el río subterráneo más grande del mundo: Sac Actun.
Cómo llegar
Para llegar a Tulum sólo tienes que tomar la carretera a la Rivera Maya y justo en el kilómetro 13 al sur de Cancún lo encontrarás, también se puede arribar desde cualquier punto de la Rivera Maya, ya que hay autobuses que dan servicio desde el Aeropuerto Internacional de Cancún. Si vas en auto sólo toma la carretera Cancún-Chetumal y ve hacia el sur por aproximadamente una hora y media.
Cuenta con una gran variedad de restaurantes, hoteles, bungalows y hostales.
El acceso a la zona arqueológica tiene un costo de $95.00 pesos con los respectivos descuentos para estudiantes, profesores y personas de la tercera edad, con servicio de lunes a domingo con un horario de 8:00 a 17:00 hrs.
Es el tercer sitio arqueológico más visitado de México, sólo detrás de Teotihuacán y Chichén Itzá, lo que justifica de sobra su visita, haciéndola una experiencia inigualable en el Caribe Mexicano.
Más información: Lugares INAH: Tulum