Turín se erige a las márgenes del río Po, cerca de la frontera con Francia, vecina del puerto de Génova y de una de las capitales de la moda, Milán, esta ciudad italiana se muestra llena de bellos y variados escenarios naturales, así como de palacios y residencias de la dinastía Saboya (la dinastía que reinó en Italia hasta el 1946), además de increíbles atractivos turísticos indiscutibles.
La ciudad, es la cuna de los autos Fiat, del club de fútbol Juventus, de vinos, chocolates y del famoso Vermouth Martini.
Turín tiene como principal atracción el Santo Sudario, que descansa bajo siete llaves en la Cappella della Santissima Sindone, y es exhibido al público sólo cada 25 años. La última vez fue en el 2000, año del Jubileo. Pero se puede visitar este recinto, que recorre la historia de la Sábana Santa y los estudios científicos sobre su imagen.
Otro de los lugares que cautiva es La Mole Antonelliana. Con su torre de 167 metros de altura, es el edificio simbólico de Turín. Fue construida en el siglo XIX como una sinagoga y hoy alberga el estupendo Museo Nazionale del Cinema, que trata la historia del entretenimiento popular desde el teatro de sombras chinas de 1600 hasta nuestros días. Allí se pueden ver los guiones originales de El Ciudadano Kane y El Padrino.
Pero si de asombrarse se trata, se puede visitar El Museo Egipcio, el segundo más importante del mundo en su género, después del de El Cairo. Entre su colección destacan una estatua de Ramsés II, la colección de papiros más importante del orbe, sarcófagos y momias. En el segundo piso está la Gallería Sabauda, donde hay una pinacoteca con obras de Veronese y Rembrandt, entre otros.
Cortes y Palacios
Si viajas hacia el sur, llegarás al Parco del Valentino, un parque de 45 hectáreas donde se encuentran el Jardín Botánico, el Castello Valentino (sede de la Facultad de Arquitectura), y el Borgo Medioevale. Ideal para visitar con niños, esta fortaleza medieval -con castillo incluido-, fue construida para la Esposizione Generale Italiana de 1884.
Turín es una ciudad elegante y atractiva, donde destacan La Residencia de la Corte, el Palacio Real -erigido en el siglo XVII- y la antigua morada de las señoras Reales, El Palacio Madama, El Castillo de Rivoli -que alberga el museo de Arte Contemporáneo, un nuevo atractivo-, y el Castillo de La Mandria, residencia durante largos períodos de Vittorio Emmanuele.
Son tantos los atractivos del Norte italiano, que no puedes dejar de visitar el Palacio Carignano, que guarda el Museo del Risorgimento Italiano y la galería Sabauda, con una colección de obras de artistas piamonteses, lienzos flamencos y holandeses.
El edificio religioso que despierta más devoción en la ciudad es, sin duda, la Catedral dedicada a San Giovanni, primer ejemplo en Turín de la arquitectura del Renacimiento, construido por órdenes del Obispo Domenico Della Rovere en el sitio de tres iglesias medievales dedicadas al Salvador, Juan Bautista y la Virgen María, entre 1491 y 1498. Posteriormente, le fue añadida la Capilla del Manto Santo. Su fachada es de mármol blanco y su interior forma una cruz latina con tres naves en estilo gótico.
En el corazón de la vieja ciudad todavía podemos hallar vestigios de la época romana, como las Torres Palatinas, con restos del Teatro Romano y la Puerta Pretoria, englobada en la arquitectura del Palacio Madama. Otro de ellos es la iglesia de San Domenico, del siglo XIV, mientras que de estilo románico destaca el campanario del santuario de la Consolata.
En Turín es sobresaliente como atractivo el Museo Martini, donde se exhibe todo cuanto se relaciona con la viña, el vino, su producción y comercio. Aquí es agradable ver una antiquísima barrica catalana y botellas de caldos y licores con etiquetas españolas. No menos atractiva es la muestra variada de cócteles Martini que tiene preparada para ofrecer al turista.
Aquí tiene su casa matriz la FIAT, uno de las mayores fabricantes de automóviles del mundo y también uno de los centros de mayor atracción turística de Italia. Hoy, la historia de cuando Giovanni Agnelli decidió crear en 1899 una fábrica de autos a la que llamó FIAT (Fabbrica Italiana Automobili Torino), se puede sentir en Lingotto, edificio donde se armaron vehículos de esta marca hasta 1982. En la actualidad es una construcción multifuncional con hotel, centro comercial, centros de convenciones y la Pinacoteca Agnelli, con cuadros de Renoir, Gauguin, Manet, Picasso y Matisse.
Si te gustan los autos, visita el Museo Dell’automobile Carlo Biscaretti Di Ruffia, que exhibe joyas como un FIAT de 1899.
Esparcimiento en Turín
Esta región de Piamonte cuenta con gran variedad de bares y cafés como Al Bicerin (de 1763), Caffè Torino y Caffè San Carlo -que en 1932 fue el primer café del país en usar luz a gas-; todos son ideales para tomar el aperitivo de rigor: un vermouth, inventado aquí en 1786.
Por supuesto que Turín es también famoso por sus trufas y chocolates. Para no quedarse con las ganas, en las oficinas de turismo venden el ChocoPass, una tarjeta que permite diez degustaciones de chocolates dentro de 24 horas o 15 degustaciones dentro de 48 horas, a un costo de 12 y 15 euros, respectivamente.
Si deseas ir de compras, Turín tiene 18 kilómetros de arcos, pórticos y galerías en el centro de la ciudad, que permiten comprar con agradable tranquilidad, incluso en los días más lluviosos.
Las zonas más animadas de la ciudad son la vía Roma, donde se encuentran los negocios de las firmas turinesas más prestigiosas, mientras que en la plaza San Carlos abundan los cafés reconocidos por su elegancia, y no podían faltar las tiendas de antigüedades y las librerías.
Sin duda alguna, este es uno de los destinos más atractivos del «país de la bota», donde seguramente podrá degustar un buen vino y apreciar la campiña, así que no puede dejar de visitar Turín.
Más información: ¿Qué ver y hacer en Turín?