México es el país vitivinícola más antiguo de América y está considerado entre los países productores del mejor vino del continente; aunque, también es uno de los países menos consumidores en el mundo.
México es un país viejo en vides y joven en el consumo de vino. A pesar de que la vid llegó hace más de 400 años, por situaciones históricas, el vino no llegó a la vida cotidiana del mexicano en aquella época. Por ello hoy nuestro paladar es joven en este tema, pero abierto a aprender a disfrutar de él. Junto con los españoles y los misioneros, también llegaron las batallas militares, ideológicas, espirituales y las gastronómicas, y pronto se empezaron a integrar productos a la dieta diaria, y la vid fue uno de ellos, que no le era tan desconocida a los locales, quienes elaboraban bebidas de frutas endulzadas con miel y otras a base de variedades de uvas silvestres.
Actualmente, desde los inicios del siglo XXI el vino mexicano conquista mercados extranjeros y tiene un renacimiento en el contexto nacional e internacional denominado “la explosión de los vinos del Nuevo Mundo”. Nuestro vino empieza a conocerse cada vez más desde finales de los 80’s, debido a las iniciativas implementadas para que hubiera vinos de alta calidad al nivel de los mejores del mundo.
Hoy, la industria vitivinícola nacional cuenta con amplia experiencia, personal capacitado y tecnología avanzada, lo que permite que nuestros vinos sean reconocidos por su gran calidad; además, participa en concursos internacionales donde ha conseguido más de 400 premios y reconocimientos.
Viñedos Queretanos: la más alta calidad mexicana
Querétaro, desde tiempos de la conquista, fue uno de los sitios preferidos por los españoles para vivir, pues era camino hacia las minas de oro y plata de Zacatecas.
Esta región de otomíes, fue poblada poco a poco por los españoles y criollos que construyeron haciendas, casonas y conventos; desde el virreinato se viven las tradiciones europeas que enraizaron en la región; hoy existen haciendas de toros de lidia y mixtas, algunas están abandonadas y otras fueron convertidas en hoteles, unas más se transformaron en grandes fábricas textiles, molinos de trigo, productoras de quesos, y están las destinadas a los viñedos, que producen excelentes vinos espumosos y de mesa.
El estado cuenta con varias regiones vitivinícolas, entre las que destaca San Juan del Río, Ezequiel Montes y Tequisquiapan. Estos cultivos se encuentran a unos 2,000 msnm, lo cual favorece la maduración de las uvas en condiciones extremas y peculiares, en un ambiente que fluctúa entre los 0°C en la noche y los 25°C en el día.
Para la producción de estos excelentes vinos, se tienen en cuenta las variedades de uva, suelos, taninos, sulfitos, cosechas y mucho más. Al elegir un vino es importante considerar varios detalles, debe probarse para encontrar los sabores, así como saber sobre las bodegas y experimentar el placer que sólo un buen vino proporciona.
La Redonda: tradición en vinos de mesa
Ubicado en tierras de Ezequiel Montes, con clima templado y gente amable y trabajadora, La Redonda tiene una historia de más de 35 años como vitivinicultores y una gran tradición vitivinícola de esta región queretana de parajes semidesérticos y clima agradable. Aquí, los vinos han sido concebidos con un sello regional de alta calidad y cepas adaptadas a esta tierra ubicada cerca de los 2,000 msnm, el equivalente a 20 grados latitud sur, que coloca a esta región queretana en un área similar a la mediterránea, lo cual permite a Viñedos La Redonda brindar al consumidor un producto que puede compararse con los mejores vinos italianos y franceses.
La Redonda, en sus inicios producía uva para Martell de México y Vinos Hidalgo, que en los años 70’s despuntaron a nivel mundial con los primeros vinos llamados del «nuevo mundo» y que posicionaron a esta región. Después, en el 2003 presenta al mercado las etiquetas La Redonda y Orlandi. Hoy, la cultura del vino ha permitido implementar aquí el concepto del Enoturismo y varios Festivales Enológico-Culturales que generan gran interés; también, se ofrecen recorridos por los viñedos y la vinícola, para conocer el cuidado de la tierra, las etapas de la vid y el proceso de elaboración de sus vinos.
Cavas Freixenet: excelentes vinos espumosos
Estos viñedos, están ubicados en pleno corazón de la zona vitivinícola de San Juan del Río y Ezequiel Montes; posee las mejores cavas del continente americano, a 25 m. de profundidad, donde los cambios de temperatura son mínimos y favorecen la crianza de sus excelentes vinos. Esta ubicación fue escogida por sus características geoclimáticas óptimas para elaborar buenos vinos, con variedades de uvas reconocidas mundialmente. Así, en Freixenet, se producen los más deliciosos vinos espumosos como el Sala Vivé y Viña Dolores, así como Vinos Jóvenes y Vinos de Autor: tintos, rosados y blancos.
Freixenet exporta a más de 120 países, entre los que destaca Estados Unidos, que ha sido uno excelente mercado, sobre todo para los productos Carta Nevada y Cordón Negro.
En el lugar se realizan recorridos diarios y eventos especiales a lo largo del año como el Mercado Loco en marzo, el Festival de la Paella en mayo, la Cena de la Intimidad en julio, la Fiesta de la Vendimia en julio, el Arte y el Vino en octubre, y el Concierto de Navidad en diciembre. Además, en pleno corazón de Tequisquiapan, se encuentra el Freixenet Wine Bar, que ofrece más de 50 vinos del mundo y los vinos del Grupo Freixenet, todo acompañado con deliciosas tapas, quesos y carnes frías.
El vino: bebida de los dioses
El vino es buen protector de la salud, pues diversas investigaciones médicas y científicas han corroborado que las personas que consumen vino de manera moderada y sistemática, presentan menor incidencia de enfermedades del corazón, pues es preventivo de problemas cardiovasculares. El armonizar el vino y la gastronomía, permite disfrutar de vinos en toda ocasión con entradas, aperitivos, platos fuertes o postres.
Como norma básica está al servir un solo vino, seleccionarlo en relación con el platillo principal y buscar un balance de aromas, sabores y texturas, a lo que se llama maridaje. Así, el vino resulta ideal para acompañar la comida mexicana por el sazón y las mezclas de especias y picantes.
Para su promoción y apoyo, desde 1948, la industria vitivinícola cuenta con un órgano que representa sus intereses ante instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales: la Asociación Nacional de Vitivinicultores, A. C. Entre sus funciones destaca el fomento al desarrollo del cultivo de la vid, la industrialización de la uva y la comercialización de sus productos como uva pasa, jugos de uva, brandies, y principalmente los estupendos vinos mexicanos. Asimismo, representa los intereses de sus asociados, busca promover la creación de espacios enológicos y otros organismos técnicos para proteger y mejorar la calidad de los productos vitivinícolas.
Hoy las casas vitivinícolas de México, exportan a casi 30 países y elaboran casi 250 diferentes etiquetas de vinos tintos, blancos, rosados y espumosos, que se obtienen de diferentes variedades de uvas registradas en nuestro país y que suman 40 cepas distintas y 30 más que están en fase de investigación. Estas variedades se cultivan en las principales zonas vitícolas que son: Baja California, Coahuila, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes. Sin embrago, cada día se busca que todo el mundo pueda disfrutar de las cualidades placenteras y saludables de nuestros vinos, pues permiten obtener algo diferente de una comida cotidiana, la tornan una experiencia gastronómica, y la compañía ocasional, resulta un momento inolvidable.
Más información:
Viñedos La Redonda: info@laredonda.com.mx.
Tel. 441 277 14 44.
Carretera San Juan del Río a Ezequiel Montes, Qro. Km: 33.5
Cavas Freixenet: relpublicas@freixenetmexico.com.mx.
Ezequiel Montes, Qro. Carretera San Juan del Río – Cadereyta. Km: 40.5.
Tel: 01 441 277 01 47. www.freixenet.com.mx.
Asociación Nacional de Vitivinicultores, A. C.
Calle Montecito # 38. Piso 15. Desp. 22. México, D. F
E-mail: pmere@vinosdemexico.org. Tel: 90 00 01 97, 98, 99.