Las fronteras de la industria vitivinícola avanzan hacia el sur, Conozcamos los vinos de la Patagonia Argentina de Casa y bodegas Weinert.
Algunos empresarios audaces aseguran que en esta hermosa región también se hacen vinos de alta gama. De hecho ya existen establecimientos en las provincias de Río Negro y Neuquén (en esta última se encuentra la ya reconocida Bodega del Fin del Mundo). En el caso de Bodegas y Cavas de Weinert, este establecimiento vitivinícola es, desde 1997, el más austral de América.
Está ubicado en la localidad de El Hoyo, provincia de Chubut, en el paralelo 42 y a la misma latitud que emprendimientos de Australia y Nueva Zelanda (en este país está la bodega más austral del mundo, en el paralelo 45). Esta pequeña localidad pegada a la Cordillera de Los Andes reúne condiciones óptimas: el clima es suave, las temperaturas bajas y el varietal, entre floración y maduración, demora más tiempo lo cual facilita un mejor desarrollo de sus características.
Darío González Maldonado, ingeniero agrónomo y técnico enólogo especializado en zonas templado-frías de la bodega, contó que Weinert detectó la posibilidad de encarar este proyecto de una forma bastante peculiar. Weinert (fanático de la pesca con mosca) estaba pescando truchas en Oregon, Estados Unidos, y allí probó un excelente Merlot de la zona.
Entonces pensó: «Si en Patagonia hay truchas como aquí, ¿por qué no puede haber buenos vinos también?». Así fue como, en 1989, llegó a El Bolsón (a 15 km de El Hoyo) donde instaló parcelas experimentales con 300 plantas con los varietales que podían desarrollarse en esta zona austral. Finalmente se seleccionaron cinco: Merlot, Pinot Noir, Chardonnay, Gewürztraminer y Riesling.
En 1997 se compraron tierras en El Hoyo para empezar a cultivar, entre 1999 y 2000, las primeras plantas de Merlot. Entre 2003 y 2005 hicieron microvinificaciones en Mendoza, es decir, sólo cosecharon la uva y el vino se produjo en Mendoza. De ese modo chequearon la calidad del fruto y evaluaron si valía la pena construir la bodega. El resultado fue excelente.
En marzo de 2006 la bodega ya estaba lista y en mayo de ese mismo año se procesó la uva y nació el primer vino enteramente producido en El Hoyo. Los vinos que aquí se producen son ligeros, de gran expresión aromática (debido a la alternancia entre días calientes y noches frías) y presentan una acidez natural interesante, con caracteres similares a los grandes vinos de Alsacia, Canadá y Oregon.
El establecimiento tiene 60 hectáreas de las cuales 30 son sembradas por ellos y el 30 restante quieren que la siembre la gente para incentivar la producción en la zona. A diferencia de Mendoza la cosecha aquí es más tardía (dos meses después) y varía según si el año fue cálido y seco o frío y húmedo. Pero generalmente la vendimia de algunas uvas (las que serán la base de los espumantes) comienza alrededor del 25 de marzo y se extiende hasta mediados de abril. La bodega tiene una capacidad de 400,000 litros de producción y trabaja de manera artesanal elaborando tintos, blancos y espumantes.
Es pequeña, cuenta con maquinarias de poco volumen y de tecnología innovadora ya que lo que se pretende es obtener vinos de zonas frías de gran performance enológica. En la actualidad hay 20 hectáreas sembradas y además de las cinco variedades mencionadas se ha sumado un varietal de Sauvignon Blanc. En este momento está en proceso de maduración un tinto 2008 que estará listo a fines de 2009 así como también se están elaborando los vinos base para el champagne que estará a punto en 2012.
La marca de los vinos elaborados en El Hoyo es «Piedra Parada» y aún se está trabajando en el diseño definitivo de la etiqueta. El nombre alude a una solitaria e impresionante roca (de casi 300 metros de alto) que se encuentra en el valle del Río Chubut, 200 kilómetros al sur de la bodega.
Bernardo Weinert
Bernardo Weinert nació en una pequeña colonia alemana en el estado de Río Grande do Soul, Brasil, pero está radicado en Argentina desde hace años y hace más de 25 que se dedica a las vides y las bodegas. Amante del mundo de los vinos, decidió montar su propia bodega en Argentina con una innovación: producir vinos de alta gama. Así fundó, en 1975, la bodega que lleva su nombre en Lujan de Cuyo – Mendoza -, cuna de vinos de gran calidad. Y de su primera cosecha comercial produjo el Weinert Malbec Estrella 1977, un vino renombrado por prestigiosos degustadores en todo el mundo.
En relación a su emprendimiento patagónico, Weinert confía en el éxito de su empresa ya que muchos viñedos del mundo se encuentran más allá del paralelo 42. En el hemisferio norte: Borgoña, Alsacia, Renania u Oregon y, en el hemisferio sur: Nueva Zelanda. Además, esta parte de la Patagonia está protegida entre dos altas montañas y tiene unas temperaturas de -8o como máximo en invierno y de hasta 36 grados en verano. Por último, el clima es seco y la calidad fitosanitaria de las uvas es casi perfecta.
Visitas a la Bodega: Todo el año. De lunes a viernes de 9 a 12 hs y de 15 a 17 hs. Hay que llamar una hora antes de la visita al (02944) 46 9019.
Más información: Casa Weinert