En Colorado hay muchos ranchos ganaderos donde se puede revivir el Lejano Oeste haciendo cabalgatas en sus interminables praderas.
Colorado alberga las impresionantes Montañas Rocallosas donde esquiadores, caminantes, escaladores y amantes de la vida al aire libre gozan la naturaleza. Antiguamente esta zona fue territorio de indios, vaqueros y buscadores de oro. Hoy sólo quedan, en medio de las montañas, viejas villas mineras y pueblos fantasmas de película.
Sin embargo, a pocas horas de Denver, el Lejano Oeste en Colorado inmortalizado por el cine aún vive y se siente en los dude ranches.
Muchos de estos lugares trabajaban anteriormente con ganado y fueron reacondicionados para recibir huéspedes, otros directamente fueron pensados como destino de vacaciones. Es un destino ideal para ir en familia, ya que las actividades están divididas por edad y mientras los padres descansan los niños se divierten, sabiendo que están en buenas manos. La mayoría de los huéspedes ya ha ido más de una vez, ya que son unas vacaciones diferentes, en especial para los que aman los caballos.
Aquí la propuesta es relajarse lejos del ruido y la televisión, en medio de un entorno natural privilegiado y montando a caballo todos los días. La estadía normal dura una semana y, además de cabalgar, se pueden hacer actividades como trekking, pesca o rafting. Al llegar hay una orientación para saber cuál es el corcel ideal para cada huésped y, una vez elegido, éste lo acompañará toda la semana.
Cada mañana el caballo está a disposición para ser usado dos veces al día, aunque no es obligación cabalgar siempre y, en cambio, se puede disfrutar de la piscina, el spa o simplemente caminar por los alrededores. La comida ocupa un lugar primordial y cuando está lista se hace sonar la campana llamando a todos los comensales. No existe la comida chatarra, abundan sabrosos platos caseros y, un detalle importante, todos los huéspedes comen juntos y se van conociendo a lo largo de la semana.
El primer día suele ser el más complicado. Bill, encargado de los wranglers en el rancho CLazyU, da las indicaciones básicas de cómo subir al caballo y tomar las riendas. Luego se organizan los grupos de cabalgata según el nivel de los jinetes. Primero salen los expertos y finalmente parten aquellos con menos experiencia.
Rutina campestre
Las mañanas en un rancho comienzan muy temprano, entre el canto de los pájaros y el relincho de los caballos sonando a lo lejos. Luego del desayuno hay que alistarse para la primera cabalgata del día que normalmente dura unas dos horas. Sin embargo, el día comienza aún más temprano para los wranglers, responsables de preparar los caballos y guiar las cabalgatas.
Estos jóvenes suelen ser estudiantes que buscan un trabajo de verano y pasan aquí sus vacaciones. Vale la pena hacer el esfuerzo, madrugar y estar listo a las 5:30 de la mañana para presenciar el momento en que traen los caballos de las pasturas hacia el establo.
Justo cuando la helada aún domina el aire matutino y el sol recién se asoma se siente el fuerte galope de un centenar de caballos. El momento es inolvidable y mientras uno los mira asombrado, los wranglers van y vienen acomodándolos hasta que, uno a uno, les dan de comer, los peinan y los alistan para el paseo. Cuando está todo listo los niños salen a montar y luego llega el turno de los adultos.
Por la tarde, el espectáculo se repite cuando los caballos vuelven felices a un gran campo donde pastan y descansan sin monturas. Uno puede ir hasta el cerco y quedarse horas contemplándolos correr en libertad. Incluso algunos wranglers pasan a saludarlos y se quedan acariciándolos y regalándoles alguna manzana a escondidas.
CLazyU y Latigo Ranch, experimenta la vida en el lejano Oeste
Si bien los ranchos pueden ser similares cada uno tiene su estilo y los hay para todos los gustos. Algunos son grandes y lujosos (como CLazyU) y otros más pequeños pero personalizados (como Latigo Ranch). En ambos lugares todos los caballos son de la raza American Quarter.
CLazyU es uno de los más famosos y con mayor trayectoria. Sus comienzos se remontan a 1917 y a lo largo del tiempo fue atendido por diferentes familias. Basta ver todas las fotos que cuelgan de sus paredes para vivir su historia y ver cuántas generaciones pasaron aquí sus vacaciones. Hoy el rancho posee 200 caballos y tiene capacidad para 90 huéspedes por semana en confortables cabañas diseminadas por el campo. Además tiene un río, un lago artificial y una pequeña laguna donde los niños pueden pescar truchas. Es el único rancho de Estados Unidos que ha obtenido la categoría “Five Diamonds” ya que ofrece todas las comodidades del mejor hotel de lujo pero adaptadas al ambiente campestre. Cuenta con piscina climatizada, spa, cancha de tenis y sesiones de masaje (ideales después de un día de cabalgata).
Latigo Ranch es más pequeño (tiene 71 caballos y aloja 35 personas por semana) y está atendido por sus dueños (dos parejas): Jim y Kathy y Randy y Lisa. Ambos matrimonios compraron Latigo hace más de 25 años. Desde entonces viven allí todo el año y en invierno lo transforman en un centro de actividades invernales.
Algunos de sus hijos nacieron aquí, como David (hijo de Randy y Lisa) que con sólo 20 años es el encargado de los wranglers. Su pasión por los caballos la lleva en la sangre ya que toda su vida la ha pasado en este lugar.
El rancho posee un salón principal ubicado sobre una lomada desde donde se tiene una vista privilegiada de las altas praderas de Colorado. Como el rancho es muy grande y las cabañas para huéspedes están alejadas entre sí aquí domina el silencio que sólo se interrumpe por el relincho de los caballos. Con sólo alejarse unos cuantos metros uno se puede internar en un hermoso bosque de arces y pinos por el que deambulan simpáticos venados. Sin embargo, aquí también puede haber pumas y osos negros (de los cuales afortunadamente sólo vimos huellas).
Una de las actividades especiales de este rancho es una cabalgata que parte bien temprano hacia un hermoso mirador donde se prepara el desayuno. Para los más pequeños también se hace una cabalgata en la que luego acampan por la noche en medio de la naturaleza. También se les enseñan destrezas como lazar la vaca, jugar con el látigo y tirar el hacha en el arco. Otra actividad es la de los días jueves cuando se hace una cena de Día de Acción de Gracias con su plato típico: pavo, puré de papa, batata y la infaltable salsa de arándanos. Después de la cena empieza el baile en un amplio salón de madera. Kathy se transforma en maestra de ceremonias y, micrófono en mano, dirige el baile y cambia la música en un añoso y simpático tocadiscos.
Square Dance es el nombre de la clásica danza del Oeste Americano en la que los hombres van por un lado y las mujeres por otro formando diferentes figuras. Una sola pieza puede resultar agotadora pero también muy divertida ya que todos están aprendiendo y los pies se enredan fácilmente. Por último, hacia el fin de la estadía cada huésped crea su propia marca y la estampa en el mostrador central de madera diciendo “yo estuve en un rancho del Lejano Oeste”.
Más información: Oficina de Turismo de Colorado | Latigo Ranch | CLazyU