La ciudad de Xalapa, capital de Veracruz, es un destino rico en cultura, así como en oferta turística para el visitante, tanto de placer como de negocios, pues cuenta con sedes para convenciones, teatros, hoteles y buenos restaurantes que ofrecen gastronomía excelsa, situando al destino como una parada más en la Ruta de los Dioses.
Si gusta del turismo religioso, su Catedral construida en 1773 y modificada a fines del siglo XIX, con su fachada de estilo neogótico, pueden ser un buen punto de inicio para continuar hacia el Templo San José, construido entre 1568 y 1580, primera parroquia de Xalapa en donde reposaron los restos de Maximiliano en su paso hacia el Viejo Continente. Ahí fueron bautizados Lerdo de Tejada y Antonio López de Santa Anna. También se puede contemplar la Capilla de las Ánimas.
En sus alrededores se encuentran también el parque de los Tecajetes, el Puente Xalitic, el Palacio Municipal, el Palacio de Gobierno y a un costado el parque central: Parque Juárez, del siglo XIX, con grandes jardines y área arbolada, desde donde se puede admirar la ciudad; además, en el ágora central se llevan a cabo eventos culturales.
Hablando de educación y esparcimiento, aquí destaca el Museo de Antropología, que es el primero en ser instalado en nuestro país, en 1958, considerado uno de los mejores en su género y que cuenta un importante acervo de piezas pertenecientes a las culturas prehispánicas que se desarrollaron en el Estado de Veracruz: totonacas, huastecos y olmecas, así como de otras que habitaron en todo México.
No se pueden dejar de mencionar el Museo Interactivo de Veracruz, ni el Jardín Botánico Clavijero.
Con respecto a la gastronomía, la capital es sede anual de la Feria del Café, la cual se realiza a finales de octubre. La muestra incluye degustación de esta bebida, así como de licores de diferentes municipios del lugar.
Otro atractivo de Xalapa es la Hacienda El Lencero, la cual narra una historia de cinco siglos; una primera etapa se remonta a épocas cercanas a la conquista de México, cuando un soldado de las huestes de Cortés, de nombre Juan Lencero, solicitó autorización en 1525 para establecer una pequeña y modesta posada que sirviera como estación en el camino entre el puerto de Veracruz y la capital de la Nueva España.
Posteriormente, en 1846, la Hacienda y sus amplios terrenos le fueron confiscados a Santa Anna por el gobierno de Comonfort y puestos a la venta pública; cuatro años después fue adquirida por la familia Gorozpe y después se sabe que hacia 1900 perteneció a don Manuel Ibarra. En 1948 la compró don Rafael Murillo Camacho y en 1969 pasó a manos de doña Lourdes Ortiz Monasterio, quien la conservó hasta 1981 para después venderla al gobierno del estado.
La extensión del lugar se vio reducida debido a los constantes cambios políticos y sociales del país, por lo que el lugar el día de hoy, sólo se ve compuesta por un área ajardinada y las construcciones que formaban parte de la casa principal, una casa anexa, la capilla y las dos avenidas de acceso.
La colección del museo está compuesta por los artículos de los diferentes personajes que la habitaron; un ejemplo es el espejo de Santa Anna, el cual ofrece un reflejo más alto, delgado y estético.
Las 24 habitaciones del lugar muestran, entre otros, muebles de factura francesa de diversos estilos, como un comedor y servicio de mesa, lámparas checoslovacas de cristal cortado, colchas tejidas a mano con finos bordados y tapetes; algunos instrumentos musicales, camas de latón, una de ellas perteneciente al General Santa Anna, muebles de baño y al fondo de la construcción, en las viejas caballerizas, dos bellos carruajes antiguos.
Por su parte, la capilla anexa es de estilo neoclásico, y se dice que Santa Anna la mandó construir para celebrar en ella su boda con la joven Dolores Tosta.
La hospitalidad de su gente y un sinfín de atractivos por conocer, hacen de Xalapa un destino a tomar en cuenta para sus próximas vacaciones.
Más información: Veracruz ¡Se Antoja!