Zacatlán es un territorio envuelto por la niebla y las lloviznas durante gran parte del año, lo que le proporciona un clima fresco a esta región, considerada como «capital de las manzanas».
Ubicado en el extremo noroeste de Puebla, cerca de los límites con el estado de Hidalgo, se encuentra la ciudad de Zacatlán, cuyo nombre proviene del Náhuatl “Lugar donde abunda el zacate”. Es famosa por sus manzanas, la fábrica de relojes Centenario, sus licores de frutas y rompope estilo casero. En su centro está un bello reloj floral casi frente al Palacio Municipal y rodeado por edificios históricos e imponentes iglesias y conventos de varios siglos de antigüedad. Es una región cobijada por bosques, grutas, ríos y cascadas; sin embargo, uno de los mayores atractivos que han dado fama al lugar, es el “Valle de las Piedras Encimadas”, una maravilla natural ubicada a media hora de la ciudad, con diversos servicios para pasar momentos agradables.
Zacatlán de las Manzanas se ubica a 125 km al norte de la ciudad de Puebla al noroeste de la Sierra Norte y a una altitud de 2,040 msnm. Lo rodean serranías cubiertas de pinos y encinos, y la niebla cubre cañadas con vegetación siempre verde. Gran parte de estas sierras pueden recorrerse en bicicleta de montaña y sus bosques de pinos son ideales para practicar el senderismo, la escalada, el montañismo y la exploración de cañadas y barrancas, también se realiza observación de aves, así como recorridos a caballo hasta bellas cascadas temporales con caudal durante la época lluviosa. Esta zona, también es conocida como Sierra Mágica por ser un rincón lleno de contrastes.
Zacatlán y sus atractivos
Al viajar desde la capital del estado, poco a poco queda atrás el caluroso semidesierto y empiezan las tierras quebradas de la Sierra Madre Oriental, con bosques de coníferas en serranías como las de Huauchinango, Teziutlán y Zacatlán. Se trata de un territorio envuelto por la niebla y las lloviznas que crean un clima fresco en esta zona captadora de agua, donde abundan arroyos y ríos que desembocan en el lejano Golfo de México. Esta productiva región, considerada la tierra de “champagne a la mexicana”, produce la mejor sidra del país, pues abundan las huertas de pera, chabacano, perón, capulín y manzana, que favorecen la producción de deliciosos vinos y conservas.
Esta ciudad provinciana en su centro luce la parroquia de San Pedro y San Pablo, y enfrente tiene la más notable construcción del siglo XVI, un enorme exconvento Franciscano. Entre sus mayores atractivos destacan las fábricas de relojes monumentales, como los Relojes Centenario y su museo de relojería “Alberto Olvera” y la fábrica llamada Relojes Olvera III generación.
Entre sus festividades destaca la del 15 de agosto dedicada a la Asunción de la Santísima Virgen María; la feria de la manzana, con bailes y procesiones; la importante fiesta del 15 de mayo que celebra con procesiones al San Isidro Labrador, para agradecer la producción de maíz y manzana.
El Valle de las Piedras Encimadas
Ubicado a menos de 25 kms de Zacatlán, en medio de la niebla surgen formas fantasmales, algunas parecen torres, otras animales y algunas más tienen formas casi humanas: es el Valle de las Piedras Encimas en el norte de Puebla con sus formaciones rocosas espectaculares que desafían las leyes de gravedad y se yerguen sobre tierras planas e inclinadas.
Es un mundo mágico rodeado por esbeltos pinos, donde ocupa una superficie de 300 hectáreas. Aquí destacan decenas de extrañas figuras que miden promedios de 10 m de altura, con algunas que alcanzan hasta los 20 m. Sus formas son caprichosas, por aquí está un duende o una figura mítica, más allá hay columnas, animales, perfiles humanos y hongos, todo según la imaginación de cada visitante.
Circundada por un bosque de pinos, esta zona ofrece un espectáculo imponente por el conjunto de gigantescas formaciones rocosas, en muchas de las cuales las posiciones de las grandes rocas parecen inexplicables y sus equilibrios incomprensibles.
Algunas leyendas locales mencionan que estas antiguas formaciones rocosas fueron moldeadas por seres gigantes, aunque los estudios geológicos indican su creación se debe a procesos que han tenido lugar durante millones de años, debido a agentes atmosféricos como el viento, el agua, la humedad y las reacciones químicas. Así, el tallado y creación de estas obras pétreas, se atribuye a la erosión de la piedra caliza que tiene un remoto origen marino, y que ha requerido durante milenios de los efectos moldeadores de las lluvias y el viento.
Sin embargo, con imaginación y paciencia, en estas estructuras pétreas es posible descubrir conglomerados, formas de personas y animales fantásticos, que custodian hermosos parajes de bosques y praderas.
Los estudios mineralógicos han demostrado que el fenómeno de las piedras encimadas está relacionado con la historia de la tierra y no con las leyendas. Hoy se sabe que estas formaciones son del Periodo Terciario, con 65 millones de años. La actividad volcánica, las reacciones químicas y los agentes atmosféricos como la lluvia, el viento y la humedad son los factores que al paso del tiempo modelaron el conjunto escultórico natural de este sitio.
La mayoría de las esculturas se encuentran dispersas entre la vegetación y en tierras inclinadas, por lo cual, es ideal hacer los recorridos a pie siguiendo los senderos que permiten admirar las piedras más conocidas; aunque, ahora personas de comunidades aledañas, rentan caballos por hora o son los guías en recorridos por toda el área y para visitar una cascada cercana. Es un área muy visitada, sobre todo por turistas procedentes de todo el país; además la Dirección de Turismo de Zacatlán, señala que temporadas de Semana Santa y vacaciones de verano registran a más de 10,000 personas, que llegan a disfrutar de estos paisajes, aunque también dejan cerca de 10 toneladas de basura que debe ser retirada por autoridades y prestadores de servicios.
Esta zona antaño cercada con alambre de púas, ahora se pretende proteger como patrimonio natural de todos, pues hoy luce una sólida cerca de madera local y un gran arco de bienvenida en el acceso principal. Asimismo, en el área existen proyectos de construcción de cabañas con servicios básicos, donde se prestarán servicios de restaurante y para pernoctar; también, se llevan a cabo programas de limpieza permanente, reforestación, control de la extracción maderera, y la promoción turística de estas espectaculares formaciones naturales, capricho de la naturaleza que, junto con los demás atractivos de Zacatlán, merecen nuestra admiración ahora y siempre.
Los fines de semana el paraje es muy concurrido y los lugareños venden antojitos y dulces. También alquilan caballos. Muchos visitantes instalan sus tiendas de campaña, para disponer de tiempo suficiente y explorar bien el valle, conocer parte de su fauna, vegetación y de pasada algunas de las comunidades aledañas como Teopancingo, Las Lajas, Rancho Nuevo y Metlaxixtla.
Como llegar: Se llega por la carretera # 130 Zacatlán–Huauchinango, y después seguir por una terracería en buen estado hasta las Piedras Encimadas.
- Otro acceso por la carretera federal # 119, desde la ciudad de Puebla a Tlaxcala, Huamatla, Tlaxo, Chignahuapan, y se llega a Zacatlán. Está a 125 km al norte de la ciudad de Puebla.
- Desde Zacatlán, hay servicio de microbus cada 2 Hrs, según temporada.
- Otros atractivos: Grutas de Zapotitlán, Barranca de los Jilgueros, Cascada de San Pedro, aguas termales de Chiganhuapan y cascada Quetzalapa.
- Posee clima templado subhúmedo con lluvias en verano.
Información turística: Palacio Municipal de Zacatlán, Pue.